Una huella lo delató y ahora fue condenado por un violento asalto
Atraco en una estancia del Partido. El rastro de una huella dactilar dio con uno de los delincuentes. La sentencia

Un grave suceso delictivo en una estancia rural tuvo su desenlace judicial en los últimos días en el TOC1, donde a través de un juicio abreviado se dictó una sentencia condenatoria para uno de los asaltantes que fue descubierto porque dejó sus huellas marcadas en un objeto de la propiedad violentada. El aporte científico de los peritos y a la postre el reconocimiento fotográfico de una de las víctimas resultó la clave para identificar a uno de los autores.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSobre el hecho ventilado, ocurrió el pasado 2 de marzo de 2018, alrededor de las 20.30, cuando tres hombres, entre los cuales se logró identificar a Federico Emiliano Barua, arribaron al establecimiento rural 'La Azucena' de Tandil, munidos de armas de fuego, con el común acuerdo de perpetrar un asalto en la propiedad.
Una vez dentro del predio, redujeron a Olga Susana Flores -empleada del lugar- en el estacionamiento, tomándola de los pelos y golpeándola con un arma en la nuca, para posteriormente, ingresar al castillo, tomar también a la propietaria del lugar, María Luro y llevarlas al salón principal a punta de pistola, a la vez que le exigían que les entregue dinero.