226: Plantearon que la semaforización requiere obras complementarias
El secretario de Planeamiento y Obras Públicas Luciano Lafosse retomó el debate.

A poco más de un mes de la audiencia pública convocada por el Gobierno nacional para avanzar en el proceso de concesión de las rutas, las dudas sobre qué obras incluirá el pliego definitivo para el Tramo Atlántico en el trayecto de la Ruta Nacional 226 que atraviesa Tandil siguen sin despejarse.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl debate continúa abierto y aún se esperan definiciones oficiales, a una semana del adelanto que realizó Estrellas Amarillas sobre la posible incorporación de los 17,5 kilómetros del tramo urbano de la traza nacional como “obra nueva obligatoria” en el pliego licitatorio.
En diálogo con La Mañana (104.1 Tandil FM, EcoTV y El Eco Streaming), el secretario de Planeamiento y Obras Públicas Luciano Lafosse repasó las propuestas que el Municipio presentó durante la audiencia pública realizada en San Miguel del Monte, pero advirtió que el escenario actual, atravesado por la disolución -hoy suspendida- de la Dirección Nacional de Vialidad y la falta de definiciones políticas, genera un “nivel de informalidad” que impide obtener certezas sobre cuándo se definirán las obras y qué incluirán.
Entonces, al abordar el enfoque propuesto a través de la semaforización, en función del anuncio de Estrellas Amarillas, planteó que debe acompañarse con otras intervenciones, como la ampliación a dos carriles por sentido, ya que un abordaje parcial podría agravar los conflictos de tránsito en el interior de la ciudad. El enfoque genera especial preocupación por el hecho que el 75 por ciento del tráfico es interno, según explicó el funcionario.
“La semaforización puede estar bien, pero acompañada por dos carriles en ambos sentidos”, definió y agregó que las condiciones “están dadas como para hacerlo”.
Alternativas
El funcionario partió de lo sucedido durante la audiencia pública que se celebró el 11 de junio pasado en San Miguel del Monte, cuya convocatoria se fijó en el marco del proceso de concesiones que impulsa el Gobierno nacional.

En ese sentido, se enfocó en lo que establecía el pliego preliminar para el Tramo Atlántico, que inicialmente contempló intervenciones para un trayecto de la Ruta Nacional 226 entre Balcarce y el acceso a Napaleofú, sin referencias al tramo que atraviesa Tandil.
Entonces, durante la audiencia pública, “planteamos distintas alternativas que venían un poco en consonancia con distintas opciones que habíamos planteado a Vialidad Nacional”, resaltó Lafosse.
Desde allí, realizaron un repaso sobre las alternativas en discusión, entre las cuales mencionó la “modificación, la elevación o la elevación de la traza en determinados puntos mediante puentes donde están actualmente las rotondas y también la semaforización”.
Decisión política
En medio de este proceso, presentó un primer repaso al referirse a la decisión impulsada por el Ejecutivo nacional de disolver Vialidad Nacional, actualmente suspendida durante seis meses por una medida cautelar dictada por la Justicia.
En definitiva, consideró que el contexto actual genera “un nivel de informalidad en muchas de las cosas que no nos permiten pisar sobre seguro”.
En otro pasaje de la entrevista, confirmó que mantienen contacto con representantes de las áreas técnicas de Vialidad, que suelen dar una visión desde lo técnico en torno al proceso planteado. “Después hay una decisión política que tiene que ver con la definición de un pliego de concesiones que tendrá la obligación de realizar determinadas obras y, en función de esas determinadas obras, el costo del peaje que se tenga que pagar. Es una decisión más política”, remató.
Luego, Lafosse afirmó que intentaron confirmar el anuncio en torno al eventual plan de semaforización, pero que no lograron una respuesta positiva. “Nos dicen que están a la espera de las decisiones de índole más política”, insistió.
Si bien insistió con la informalidad en cuanto a la información, dijo que “probablemente” en los próximos días “se materialice” el anuncio, pero “hasta ahora no hay una comunicación fehaciente”.
Semáforos, cruces y más carriles
Superada la discusión, el secretario de Planeamiento y Obras Públicas mencionó que una de las alternativas que el Gobierno comunal planteó durante la audiencia pública fue la semaforización y recordó que técnicos de Vialidad “la visualizaban como la peor solución de todas desde lo técnico, pero tal vez la más posible”.
De todos modos, valoró el acuerdo en torno a la necesidad que, en caso de avanzar con este proceso, el proyecto “debería estar acompañado de obras vinculadas a los cruces que tienen que existir de lado a lado de la ruta, pero fundamentalmente dos carriles en cada uno de los sentidos”.
Para Lafosse, “lo ideal” sería ejecutar otro tipo de obras “más complejas”. No obstante, en términos generales, detalló que “cuando ponemos un semáforo, un reductor de velocidad o hacemos algún tipo de intervención de estas características, lo que generan es una modificación en el tránsito”.
Impacto en el tránsito
Es decir que tienen un impacto “no solo en ese sector”, sino también en las calles paralelas. Por ejemplo, “si colocamos un reductor de velocidad o un semáforo, buena parte del tránsito que circula por ese lado decide si continúa o si toma caminos alternativos”.
“Lo que creemos es que si se instalan solamente semáforos sobre la Ruta 226 y no aumentan los carriles, el tránsito que atraviesa la Ruta 226 se va a volcar hacia las calles internas de la ciudad”, avisó y expuso como “agravante” que “todo ese tránsito que actualmente toma la ruta” para movilizarse, por ejemplo, desde el centro al Parque Industrial, “se va a volcar a la ciudad”.
En definitiva, “vamos a tener una gran cantidad de conflictos internos en la ciudad que deberían atenderse también en el momento que se mire el impacto de un proceso de semaforización como el que se está mencionando”.
Igualmente, el secretario insistió que “tampoco se tiene claro cuál puede llegar a ser” el proyecto y los lugares donde eventualmente sean colocados los dispositivos. “En su momento habíamos hablado con técnicos de Vialidad para que trate de garantizar la disminución de las velocidades, pero también generar una instancia de alternativa para poder cruzar de lado a lado de la Ruta”, deslizó.
Luego, se respaldó en mediciones realizadas por el Municipio que establecen que “cerca del 75 por ciento del tránsito que atraviesa el viario urbano de Tandil es tránsito de Tandil”, es decir que responde a un “desplazamiento interno de vecinos que se movilizan de un lado a otro”.
Entonces, planteó que ese porcentaje “probablemente se va a volcar hacia el interior de la ciudad”, y agregó que “es difícil pensar que un camión que tenga que ir de Mar del Plata a Olavarría ingrese a la ciudad, pero sí todo el tránsito que está atravesando la 226, buena parte pasará al interior de la ciudad”.