Agustín Usandizaga, en el año de la crisis más grave desde 2001
El Presidente de la Cámara Empresaria mantiene el optimismo tras un debut dirigencial en el peor de los escenarios económicos posibles para el comercio y la empresa local.
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Cuando asumió al frente de la Cámara Empresaria, en 2017, el viento de cola no podía ser mejor: se vivía un contexto económico y político post- elecciones legislativas que sólo hablaba de crecimiento y estabilidad.
Hoy, un año después, poco y nada queda de ese alentador panorama.
Y aquel punto de inicio, ideal para un dirigente joven que llegaba con aires frescos hacia dentro de la institución y con promesas de más apertura hacia la comunidad pareciera que sucedió hace décadas.
2018 fue para Agustín Usandizaga como para la mayoría de los argentinos: el año más largo desde hace décadas; no obstante el Presidente de la Cámara sigue optimista, aunque no pueda dejar de repetir que el corto período que lleva ha sido el tiempo “en que el sector público se terminó de desplomar con todo su peso sobre el privado”.
– En realidad se desplomó la economía. Para todos.
– Sí, pero el gran ajuste post devaluación lo tuvo que soportar el sector privado.
-¿Ahí cambiaron las cosas para la nueva conducción de la Cámara?
– La realidad nos superó y de pronto nos encontramos comparando la crisis actual con las más graves de la historia reciente Argentina. Pero a la hora del balance estoy muy conforme: hicimos muchísimo. Fuimos hiperactivos, pese a todos los contratiempos.
-¿Cuál era la meta al inicio?
– La que se tiene siempre que comienza una nueva etapa: salir del microclima de la institución -que suele ser engañoso para el dirigente- y simultáneamente reforzar el acercamiento con los asociados, para no perder el sentido de pertenencia. En este tipo de entidades siempre es clave darle visibilidad a la gestión y que la sociedad empatice más con ella.
-¿Y?, ¿hasta dónde cree que llegaron?
– Más de lo que creíamos.
-¿En cuál propósito?
– En ambos. Por la magnitud de la crisis, al poco tiempo de asumir ya nos encontramos al frente de demandas sociales -como la reducción de los impuestos en facturas de luz o gas- en las que tuvimos resultados alentadores. Por otro lado, y sin exagerar, no puedo dejar de hacer un balance muy, muy positivo respecto a la gestión en sí, porque trabajamos muchísimo y avanzamos en un montón de metas que nos habíamos propuesto.
– Convengamos que algo de experiencia tenían a nivel gestión, usted, Ezequiel Lester y otros.
– Sí, claro. Varios ya teníamos cierta experiencia, pero también es verdad que por fuerza mayor nos tocó practicar un curso acelerado. Y pese a las grandes dificultades por las que atravesamos en nuestros negocios o trabajos particulares, los relegamos, para intensificar todas las acciones que se pudieran desde la Cámara. Así logramos que avance mucho la instalación de la Aduana en Tandil, llevar adelante jornada de Comercio Exterior, inaugurar el centro a cielo abierto en Villa Italia, y muchas tantas otras gestiones con muy buen final ante el Municipio y otras entes. Y todo eso, cara a cara y junto a los asociados, sin discriminar entre grandes, chicos o medianos.
– Quien lo escucha podría decir que decir que para usted está todo fenómeno. Si fuese así el “Black Friday” por ejemplo no tendría sentido hacerlo ni tendría repercusión alguna.
– ¡No! ¡Por supuesto que no! La crisis es muy fuerte, y ese por ejemplo fue una excelente propuesta para ayudar a transitarla. La crisis sigue e insisto: todo el ajuste luego de la devaluación lo está soportando el sector privado, lamentablemente tomando decisiones duras y difíciles. Sí creo que pese a todos los vientos en contra, aportamos bastante y no nos quedamos llorando al costado del camino. Y en cuanto al seno de la Cámara tampoco pienso que hayamos terminado con los principales desafíos, pero al menos tuvimos la humildad de ser conscientes en la comprensión de los problemas y el temple de intentar resolverlos uno a uno, con persistencia y con enfoques francos, sin doble mensaje.
Pero muchas otras cosas importantes están pendientes.
-¿Cuáles por ejemplo?
– La consolidación de liderazgos. La apertura hacia la sociedad está basada en eso: unos y otros necesitamos que la dinámica de la realidad no nos obligue a actuar a ciegas, o a consolidarnos como dirigentes a partir de ensayo y error. Con el temple no alcanza, la historia lo demuestra. La Cámara y también la sociedad, tienen que saber preparar líderes con inteligencia, capacidad y formación. Ese es el gran desafío y ya estamos trabajando en eso.
Locales y visitantes en la misma tribuna
El tono distendido y la tranquilidad que refleja por estos días Agustín Usandizaga se sustentan, dicen en su entorno, en la percepción de que se respira un clima diferente en el vínculo de la Cámara Empresaria de Tandil con buena parte de sus socios. Y en cierto modo, con el resto de la ciudad.
Los padecimientos cotidianos que desde abril tornaron eternas cada una de las jornadas signadas por las escaladas del dólar y la inflación, tuvieron como contrapartida un antídoto a nivel gestión tan sencillo como eficaz: el programa “La Cámara te Visita”.
A lo largo de todos estos meses la iniciativa hizo presente en nada menos que alrededor de 70 empresas a los principales directivos (juntos suelen arribar Usandizaga, Ezequiel Lester, Gabriel Fuente, Guillermo Cravea y muchos otros) con el propósito de generar in situ un nuevo vínculo con quienes hacen posible la existencia de la Cámara, los propietarios de los comercios y las empresas socias.
“En el marco de un programa más amplio, este tipo de acciones como La Cámara te Visita nos generó mucho más de lo que parece y constituye la representación más cabal de lo que aspiramos: que cada socio vea que sus representantes están al tanto de su realidad, que nos pueden hacer planteos, sugerencias y reclamos, pero también enterarse que existen algunas herramientas muy valiosas que cuenta la Cámara para actuar en su favor y que a su vez se pueden generar otras precisamente a partir de estos encuentros desarrollados en el ámbito donde cada pequeño, mediano o gran empresario día a día despliega su actividad”, precisó Usandizaga.
El titular de la entidad de Mitre al 800 celebra estas salidas porque ellas, asegura, permiten “comprender la importancia que tiene cada negocio. El objetivo de representar al empresariado local implica saber interpretar a cada sector, sin dejar de lado a ninguno. Y para eso es indispensable que se escuche y se atienda desde el local más pequeño de Tandil hasta el empresario de mayor magnitud. Por supuesto, entre otras cosas escuchamos testimonios durísimos de gente que cada mañana tiene un reto a duelo con la crisis, pero en este desafío de salir hacia ellos creo dimos un paso muy importante, porque en casi 70 ocasiones pudimos saber qué piensa, qué necesita y hacia dónde va cada uno de esos asociados. Y, estoy seguro, buena parte de ellos entendió que además de algunas soluciones que podamos aportar, estamos realmente juntos en este tránsito”.