Con el Oído Agudo
ATRAPADO EN LA PANDEMIA
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Nada feliz resultó el cierre de semana para el jefe comunal, quien en medio de las presiones lógicas de sectores que pugnan por la reapertura de sus rubros con los deberes de cuidados sanitarios (vía protocolos) y que incluso lo miran con desconfianza sobre su verdadero interés para acompañarlos en la iniciativa, se vio sorprendido por las declaraciones de la ministra de Gobierno provincial, quien elucubró una estrategia política partidaria de los jefes comunales de Cambiemos y la exgobernadora, a la hora de elevar una petición conjunta por la flexibilización de la cuarentena en los distritos del interior, diferenciándose de la realidad del conurbano.
Más allá de respetar la opinión de la funcionaria bonaerense, a priori parece descabellado que Lunghi confabule con la exmandataria provincial para armar una estrategia política partidaria en medio de la pandemia. Pero no sólo por el contexto sanitario, más bien por el distanciamiento que tiene –y tuvo- con María Eugenia Vidal, siendo incluso oficialismos por cuatro años.
Al parecer, la ministra no cuenta con mucha información de la cocina política del interior y menos de Tandil. Con sólo repasar las informaciones publicadas y recoger comentarios del mundillo político echaría por tierra esa hipótesis, conociendo que el pediatra nunca se llevó bien con la exgobernadora desde un comienzo, en el durante y en el final tampoco contó con la mejor de las despedidas, más allá del cuidado de las formas a la hora de entrecruzar un llamado telefónico una vez conocidos los resultados electorales. De allí en más, nunca se volvieron a ver las caras ni intercambiaron diálogo alguno.
TEMOR A REPRESALIAS
Pero allí no queda todo por el tenso cruce mediatizado entre Provincia y Municipio. Lunghi no dudó un segundo en salir a aclarar la situación por este medio, no sin antes comunicarse telefónicamente con la ministra para expresarle en primera persona que nada raro había en el planteo conjunto de intendentes ventilado y luego rechazado.
La necesidad de salir a calmar las aguas también tiene una razón lógica: la económica. No es tiempo de cortar lanzas ni llevarse mal con quien en definitiva dispondrá de los recursos económicos para surfear el tsunami económico que vendrá post pandemia.
La prudencia no fue sólo de Lunghi. También el intendente de Olavarría Ezequiel Galli, quien en medios colegas de la ciudad cementera salió raudo a aclarar que no se trató de “una jugada política” apelar a la regionalización para diferenciarse de otras zonas de mayor circulación. “No estoy dispuesto a ir en contra del criterio del Gobernador y de su equipo”, aseguró con contundencia el olavarriense.
LA REAPARICIÓN
Reapareció, cómodamente sentada entre la cúpula local de Anses, la exconcejal Corina Alexander. Fue en una elocuente foto de prensa, en una reunión de las autoridades locales del organismo de la seguridad social y de PAMI, junto a representantes de la flamante asociación de geriátricos y afines de Tandil y la región.
La dos veces edil por el peronismo la había pasado mal en Anses durante la gestión de Cambiemos. Tras una disputa judicial pudo sostener su puesto, pero quedó absolutamente relegada, como muchos otros “compañeros” que trabajan en la planta de la UDAI y de la Regional.
Con la nueva conducción, tomó aires y se involucró en un relevamiento de las residencias de adultos mayores de la ciudad, tema que conoce bien por su labor legislativa.
Con recelo, y por lo bajo, algunos peronistas especularon con su habilidad para renacer, cual Ave Fénix. En tanto, no dejaron de marcar que bien aprendió de su compañero Rubén Sentís, cuyo apodo –“la cucaracha”- podría aludir a que es muy difícil exterminarlo y siempre supo resurgir en escena desde algún rincón olvidado.
ENTRADAS Y SALIDAS
En medio de esta pandemia que tiene a los vecinos en cuarentena, comienzan a generarse distintas dudas sobre quiénes pueden ingresar y quedarse en la ciudad y quiénes no deberían hacerlo. Personal de la construcción y un distribuidor que trabaja con insumos médicos, ambos provenientes de Mar del Plata, están cumpliendo con sus habituales tareas.
Por un lado, los obreros retornaron a Tandil y durante toda la semana estuvieron abocados a los trabajos que habían quedado inconclusos. En tanto, el distribuidor se maneja con distintas ortopedias y centros de salud locales sin ningún tipo de inconvenientes.
Por lo averiguado por este Oído, al venir de una ciudad sin circulación del virus entre sus habitantes y tener el correspondiente permiso, pueden ingresar a Tandil para trabajar.
Y continuando con los interrogantes que genera la presencia de foráneos en las sierras, desde el miércoles hasta el viernes de cada semana, un cardiólogo oriundo de CABA llega a Tandil para atender su consultorio ubicado en calle Chacabuco al 1.300.
Muchas quejas de vecinos recibió este Oído, ya que el profesional de la salud viene desde un lugar donde sí la circulación del virus hace que diariamente el número de infectados se incremente. Además el médico, que integra el denominado grupo de riesgo, no sólo está en contacto con distintos pacientes sino que también cuenta con una empleada. En tiempo de mucha desconfianza, el temor se genera porque pueda llegar a ser transmisor de la enfermedad, sin saberlo, y hacer que todo lo realizado en la ciudad en materia de salud y prevención se desmorone con una cadena de contagios.
Por su parte, las autoridades dijeron desconocer lo que ocurría con este profesional y señalaron que quizás esté habilitado a circular por contar con el debido permiso sanitario al ser trabajador de una actividad esencial.
PERSEGUIDOS Y DENUNCIADOS
Sin lugar a dudas, además de los puestos de control, las autoridades locales han lanzado una efectiva campaña para que los vecinos reporten a personas que regresan a Tandil desde lugares de riesgo y no hacen la cuarentena obligatoria.
La difusión parece haber dado sus frutos, ya que muchos se animan a avisar ante situaciones que ameritan una rápida intervención. Por caso, esta semana trascendió que el gerente de una planta industrial regresó de Capital Federal tras el feriado y se presentó a trabajar, sin acatar las recomendaciones sanitarias. Sin vueltas, uno de los empleados emitió el alerta y la policía llegó a la distribuidora para acompañar al viajero hasta su casa con la misión de que cumpla con los 14 días de vigilancia por Covid-19, sin entrar en contacto con otras personas.
En paralelo, salieron a la luz denuncias falsas, sobre todo a través de las redes sociales, sobre vecinos conocidos que habrían viajado y evadieron el aislamiento. En esos casos, además del nombre y apellido daban la razón social de su empresa.
Son tiempos de cuidarse y cuidarnos, de mantener un buen comportamiento social y de no creer todos los comentarios falsos que inundan los perfiles más seguidos por los tandilenses.
DIVIDE Y REINARÁS
Tras realizar una movilización por el centro de la ciudad que concluyó en la explanada municipal, los trabajadores de Loimar se reunieron para debatir acerca de las acciones a llevar a cabo de ahora en adelante.
En ronda y frente al Municipio, los delegados expusieron la situación frente a los restantes cincuenta operarios que se manifestaron el último jueves, por la mañana.
Advirtieron que la empresa está jugando con sus necesidades, lo cual catalogaron como “miserable”, y señalaron que la patronal está intentando dividirlos. Según manifestaron, la fábrica volvería a abrir con 25 empleados, de los cuales ninguno se encontraba allí presente.
Aparentemente, la reincorporación de esa veintena de empleados ya estaría acordada. No obstante, tras una votación unánime, los operarios eligieron continuar con el reclamo para que se les devuelva el puesto de trabajo a todos.
EL LENTO NAUFRAGIO DE LA SAPEM
La noticia de que el estacionamiento medido se reactivará mañana luego de dos meses y medio de parálisis, y la novedad de que el Municipio debió prorratear dos cuotas del contrato con Eycon, la firma prestataria del servicio de SUMO, originó algunas risas socarronas en ciertos sectores.
Es que los acuerdos con la empresa de Bahía Blanca siempre generaron la desconfianza y advertencia de aquellos que entendían de otra manera la gestión del transporte público, y que aún ven como una deuda que la ciudad nunca haya virado hacia el uso del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE).
Llegó a este Oído que un exmiembro parlamentario recordó que, al momento de implementarse los sistemas de boleto electrónico para el transporte público y estacionamiento medido en el partido de Tandil, el Ejecutivo propuso en paralelo la constitución de una Sapem (Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria) para su gestión y administración. Su conformación fue aprobada por el Concejo Deliberante en 2016, pero cuatro años después aún no finalizó el trámite para la obtención de la personería jurídica necesaria para que pueda operar formalmente. Tampoco hay novedades sobre una eventual implementación de esta herramienta que tanto trabajo y debate suscitó en su momento en el seno del cuerpo Legislativo
La sociedad de participación estatal mayoritaria fue concebida y creada con la intención, en parte, de que el dinero recaudado por el estacionamiento medido fuera puesto a disposición para cubrir salarios del personal e insumos dolarizados del transporte público, aliviando de esta manera el traslado de los costos a los usuarios y generando información transparente sobre la facturación de los sistemas.