Con reflexiones diversas, tuvo lugar un debate sobre el proyecto que busca legalizar el aborto voluntario
Diversos aportes desde lo legal, médico, político y humano se pusieron sobre la mesa en el primer debate sobre el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la sede del Comité de la UCR. De la mano de Soledad Sarvia y Macarena Isely de Más Vida, Mabel Bianco y Karina Banfi se expusieron diferentes posturas, enfrentadas y en sintonía, a favor y en contra de la legalidad del aborto.
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Ante más de cien personas que se hicieron presentes a pesar de la lluvia, la apertura estuvo a cargo de un agradecido presidente del Comité Radical, Matías Civale. En sus palabras hizo referencia a que el partido nunca ha tenido un pensamiento único, sino que desde sus comienzos han dado lugar a las discusiones y debates para fortalecer las ideas de cada uno y de la democracia.
A cada asistente le fue entregada una copia del proyecto para que estén informados y luego de escuchar el debate, acercaran por escrito sus preguntas a las expositoras.
Cabe recordar que el 5 de marzo pasado se introdujo por séptima vez consecutiva en la Cámara de Diputados de la Nación el Proyecto de Ley de IVE redactado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Se viene presentando en esa Cámara desde el año 2007 sin lograr su tratamiento y aprobación, a pesar de que el mismo ha sido apoyado por un amplio espectro de legisladores de casi todas las fuerzas políticas, ahora ya cuenta con 71 firmas de diputados.
De acuerdo a lo explicado constantemente desde la Campaña que dio forma al proyecto, la legalización del aborto no supone tomar una posición moral acerca de la interrupción legal del embarazo sino decidir, como sociedad, si una mujer que aborta dentro del primer trimestre debe estar presa.
Todas las vidas valen
Soledad Saravia es médica clínica y junto a la contadora y abogada Macarena Isely forman parte de Más Vida. Ambas apostaron en sus presentaciones que están a favor de cuidar las dos vidas, de la madre y del hijo.
Particularmente, Saravia hizo referencia, entre otros aspectos, al tercer punto del proyecto que dice: “Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo primero, y más allá del plazo establecido, toda mujer tiene derecho a interrumpir su embarazo en los siguientes casos: 1. Si el embarazo fuera producto de una violación, con el solo requerimiento y la declaración jurada de la persona ante el profesional de salud interviniente. 2. Si estuviera en riesgo la vida o la salud física, psíquica o social de la mujer, considerada en los términos de salud integral como derecho humano. 3. Si existieren malformaciones fetales graves”.
Sin poder contener su indignación la disertante dijo “Esta parte me enferma”, haciendo referencia a que es el que aprueba que se permita el aborto casi hasta el nacimiento. Poniendo en jaque que no se entiende a qué tipo de vulnerabilidades psíquicas y sociales refiere, ya que no tienen un límite explícito y claro. Pero principalmente lo que peor le cae de este artículo es el tercer punto, que habla de las malformaciones y discapacidad. Es que ella, desde que tuvo a su tercera hija y nació con Síndrome de Down, se volvió una amante, estudiosa y luchadora por los derechos de estos niños.
Ambas coincidieron en que, además, muchos de los planteos resultan inconstitucionales.
En este sentido la palabra autorizada fue para Isely, que se basó más que nada en los fundamentos de la ley. Aseguró que hay números y cifras que invocaron en el proyecto como para “justificar la necesidad de urgencia del mismo”, ratificando que hay datos que no le resultan creíbles o que, por lo menos, deberían tener otra mirada. Con esto hizo alusión por ejemplo al número de los quinientos mil abortos y a las miles de mujeres que mueren por esta causa, que fueron tomados como referencia. “Para mí son cuestionables”, remarcó, y respaldó su postura brindando una serie de informaciones provenientes del Ministerio de Salud de nuestro país.
“Es mentira que si se legaliza no pasa nada y no van a aumentar los números de abortos, porque la experiencia internacional determina que se duplican y hasta cuadriplican”, manifestó. Además, aseguró que no siempre disminuye la mortalidad materna. “Me parece un precio demasiado alto como para que este último índice no sufra variaciones”.
Recordaron que en esta localidad desde hace nueve años que la mortandad de madres es de cero por ciento y el año pasado se han hecho 65 abortos.
Una deuda de la democracia
Por su parte, Mabel Bianco también es médica especialista en salud pública y epidiemología, además preside la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer, desde donde trabaja por los derechos de las mujeres, niñas y adolescentes desde hace 28 años.
Ella manifestó entusiasta que el hecho de que llegara este proyecto de Ley al Congreso es algo que estaban esperando hace años que pasara. Asimismo agregó que desde que el país recuperó la democracia se han avanzado en una serie de derechos para posibilitar su ejercicio y este tema estaba quedando como una gran deuda.
Además aclaró que no se trata de estar a favor o en contra del aborto, sino que consiste en pensar que es un hecho que ocurre y cómo se le da a las personas que eligen hacerlo la posibilidad de acceder a una forma que no ponga en riesgo ni su vida ni su salud. “Después cada uno elige”.
También enfatizó en que estos asuntos no se tratan en abstracto, sino que se hacen en base a la realidad. “Yo hoy puedo tener una posición muy clara, hasta que tengo una vivencia directa personal o muy próxima y vea otra necesidad y cambio de idea”, ejemplificó.
En consonancia, Karina Banfi, que es diputada nacional por el espacio de Cambiemos y ya es de público conocimiento su postura a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, también hizo alusión a que es una deuda que tiene la democracia. Dijo que se trata de un proyecto que amplía derechos sin generar obligación alguna, pero que principalmente apunta a terminar con la criminalización de la mujer. En este sentido remarcó que el actual Código Penal criminaliza al sexo femenino dentro de la decisión de una planificación familiar, porque el hombre no está en ese artículo.
Cree que la habilitación al debate por parte del presidente Mauricio Macri, incluso con su posición manifiesta en contra de la despenalización, ayuda a tomar conciencia porque “el aborto existe y es en un marco clandestino y de marginalidad que pone en riesgo la vida de las mujeres”.
A continuación realzó la necesidad de tener un contexto de salud pública que proteja la salud de las personas, por lo que ve imperioso escuchar a cada uno y oír todas las voces. Contó que con este propósito desarrollaron un sistema de audiencias en la que participan más de mil personas todos los martes y jueves, y a partir del cual ella aprende mucho. “Creo que la sociedad está aprendiendo”, enfatizó. “Este proyecto va a ser ley porque lo va a sacar la gente a la calle”.
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