En épocas electorales, los políticos locales afinan estrategias en redes sociales
Salvo algunos casos puntuales, la comunidad política de Tandil no tiene un norte claro en el tema digital y se van sumando a las redes en busca de un electorado cada vez más difuso.
Marketing político. Una frase de la que muchos dirigentes reniegan pero que saben que tarde o temprano deberán entenderla, comprenderla y aplicarla. Son las técnicas, procedimientos y herramientas que se deben utilizar para generar empatía con el electorado, sobre todo, en un año que se irá a las urnas para elegir representantes.
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Las técnicas no son novedosas. En países como Estados Unidos, España y Brasil, por citar algunos casos, el uso de las redes sociales por parte de los políticos ha logrado influir directamente sobre los votantes, hoy ya más alejados de las estructuras partidarias históricas y más abiertos a poder ser seducidos por ofertas concretas.
Sin ir más lejos, Cambiemos utilizó durante 2015 una estrategia de campaña que tuvo sus frutos concretos con la llegada al poder de sus dos máximos exponentes: Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. El mentando “manual de campaña PRO”, ideado por el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, se vio traducido en acciones en el mundo real y en el virtual, saliendo de la lógica que se venían desenvolviendo los candidatos.
En una nota publicada días atrás por La Nación, señalaron que para los comicios 2019, se vienen desarrollando “clases digitales sobre campaña macrista en la sede del partido, a cuatro cuadras de la Casa Rosada. Los candidatos que asisten son medidos en sus performances en el mundo virtual y se les brinda acceso al sistema de bases de datos de voluntarios, así como capacitaciones sobre el diseño que deben seguir las páginas web y entrenamientos exprés en análisis de datos, segmentación de audiencias, llamadas telefónicas, uso de motores de búsqueda online, mail marketing y uso de herramientas que ofrecen las mismas redes sociales”.
El poder de las redes
Con la campaña tradicional de entregar boletas y realizar actos en las semanas previas a las elecciones va perdiendo terreno. Hoy las discusiones que se generan a través de las redes sociales son el “caldo de cultivo” para las sensaciones que tendrán posteriormente los votantes al ir a las urnas. Y es posible, según señalan diferentes artículos, que los votantes elijan personas que trasmitan sensaciones de responsabilidad, confianza y decisión.
Las redes sociales crecieron vertiginosamente y ya no son futuro, sino que son hace tiempo presente. Hablar de Facebook, YouTube, WhatsApp, Instagram y Twitter, entre otras herramientas, resulta vital a la hora de planificar una campaña política. Los usuarios de las redes, los ciudadanos, utilizarán esas vías para conocer las propuestas, pero además, para generar interacciones con otras personas sobre las mismas. Eso puede ser positivo o negativo y pueden determinar finalmente el resultado de una elección. Las redes sociales se han convertido en poderosos activos en lo que a comunicación política se refiere, como también lo ha hecho el big data y otras nuevas herramientas de juego.
La esencia de lo que hace que la publicidad y el marketing digital interesen a los políticos y a sus jefes de campaña no ha cambiado. Internet y las redes les permite hoy llegar a audiencias concretas, con mensajes creados para ellas, y seguir además su reacción (que es lo que en general interesa a los anunciantes de la red). Lo que ha cambiado es que ahora parece que las zonas grises de lo que se hace en la red han ido creciendo.
En la ciudad
La máxima autoridad de Tandil, el intendente Miguel Lunghi, incrementó su presencia en las redes sociales en los últimos años y hace algunos meses se sumó a Instagram (@miguel_lunghi), donde no llega a los mil seguidores. Claro, su equipo. Es que la algunos políticos delegan a sus equipo de trabajo la compleja tarea de tener actualizados sus canales de comunicación digitales y generar interacción con el público.
La comunicación del jefe comunal a través de las redes es meramente oficial. Con claro trabajo de un equipo detrás y sin mostrar otro perfil más que el de intendente, las publicaciones en Instagram se basan, en su mayoría, en videos y en Facebook -donde tiene más de 17 mil seguidores-, en un mix de fotos y videos que si tienen repercusión en sus seguidores, que utilizan los comentarios para felicitar a la gestión municipal o para reclamar cuestiones puntuales.
La contienda en la que posiblemente se enfrenten los candidatos de Cambiemos hizo aparecer a varios de los aspirantes en las redes sociales. Dos de ellos, Marcos Nicolini y Gonzalo Santamarina, con fuerte impronta en las últimas semanas.
El caso de Nicolini fue particular. Ni bien comenzó a usar las redes sociales (hasta este momento no tenía ningún tipo de perfil público) tuvo un problema por la utilización de una imagen en una escuela. Más allá del aclarado caso, el concejal versa sus publicaciones con un estilo que no se lo había visto hasta el momento: selfies en los actos y eventos donde participa y videos de entrevistas. Su página de Facebook con apenas unos 500 seguidores y su perfil de Instagram (@marcoslnicolini) con unos 300 seguidores, dan cuenta de su pertenencia en Cambiemos, con logos y tipografías propias del espacio.
En tanto, el funcionario de la Secretaría de Trabajo de la Nación, Gonzalo Santamarina, apostó directamente a la publicidad para su irrupción en las redes, aunque previamente ya venía trabajando en los canales sociales, sobre todo en Twitter (que en Tandil no tiene mucha influencia). En su cuenta de Instagram (@gonzasantaok) -con 1200 seguidores-, en su página de Facebook -con 2500 seguidores- y en su perfil de Twitter, Santamarina es fiel a los designios de comunicación del PRO. Se lo puede ver en la mayoría de las fotos y videos con gente a su costado, mostrando alguna cuestión relacionada a la gestión y poniendo el foco, en sus últimos días, en la frase “trabajando por Tandil”.
Cruzando la vereda ideológica se lo puede encontrar al concejal de Unidad Ciudadana, Rogelio Iparraguirre, que también utiliza activamente las redes sociales, con diferentes ejes: la gestión como edil, sus pensamientos políticos y su vida privada, algo que no suelen hacer los otros políticos, combinando fotos de su actividad deportiva y la reciente llegada de su primera hija. Su cuenta de Instagram (@iparraguirrerogelio) -con 1800 seguidores-, su Facebook -con 5300 seguidores- y su perfil de Twitter, tienen publicaciones y archivo de varios años de trabajo.
Quizás el caso de más seguidores e influencia en las redes es la del concejal Mauricio D´Alessandro, producto de su presencia constante en los últimos años en la televisión nacional, el edil de Integrar tiene 75 mil seguidores en Facebook, unos 16 mil en Instagram (@maumau50) y 181 mil en Twitter. El abogado utiliza hace varios años las redes y comunica, fiel a su estilo, todo lo que le va sucediendo, ya sea público como privado, sin ninguna guía de comunicación.
También vale mencionar algunos otros casos, que seguramente no integren listas en puestos expectantes, pero que ayudan al ecosistema de políticos en redes sociales en los últimos años. Por caso el diputado nacional Carlos Fernández utiliza activamente Instagram (@cfernandezucr), al igual que el jefe de gabinete, Julio Elichiribehety ( @julioelichiribehety). El diputado Diego Bossio tiene más llegada a través de Facebook, donde tiene 260 mil seguidores producto de su gestión al frente de Anses en el gobierno anterior. Organizaciones como Patria Grande, Movimiento Evita, Unidad Ciudadana y el propio Comité UCR y la Juventud de la UCR también son activos en sus publicaciones e interacciones.
Durante éstos meses se verá cómo los posibles candidatos y aquellos que finalmente participarán de la contienda incrementarán su presencia en las redes sociales buscando, como se dijo previamente, al público cautivo de las mismas que validarán su sufragio de acuerdo a sus gustos.