Iparraguirre destacó la “experiencia invaluable” que le dio su paso por Diputados
Aprendizajes y algunas frustraciones formaron parte del balance legislativo antes de asumir como concejal.
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Con la experiencia de cuatro años en la Cámara de Diputados de la Nación, Rogelio Iparraguirre se prepara para iniciar una nueva etapa en Tandil, ya que el 10 de diciembre asumirá formalmente como concejal. Ese mismo día cerrará un ciclo legislativo en la cámara baja, con un “balance muy positivo y un aprendizaje muy importante”, resumió.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailInvitado al espacio del desayuno del ciclo televisivo Tandil Despierta (EcoTV y 104.1 Tandil FM), reflexionó sobre el final de su etapa como diputado nacional por Buenos Aires y su inminente regreso al Concejo Deliberante.
El legislador expresó su satisfacción por la labor realizada y el cúmulo de experiencia adquirido. “Vuelvo muy contento, verdaderamente muy conforme, sabiendo que hemos podido estar a la altura de las circunstancias”, afirmó y agregó que “acumulé una experiencia invaluable que no imaginaba tener”.
Valoró la posibilidad de trabajar cuatro años con personas con “muchísima experiencia”, que además fueron “muy generosas a la hora de compartir conocimientos”, aunque reconoció haber conocido también la “miseria humana” de algunos actores de la política.
El legislador tandilense dimensionó el esfuerzo personal y familiar con una cifra: “Hicimos 263 mil kilómetros. Cinco vueltas a la Tierra”, precisó. Esta labor no solo implicó el traslado frecuente entre Tandil y Capital Federal, sino también a La Plata, donde impulsó gestiones por proyectos para la ciudad.
La conformación de un equipo de trabajo en la Cámara de Diputados fue otro de los puntos que destacó de su mandato, una especie de “Jenga” que les permitió “jugar en todos los campos en los que nos tocó desarrollarnos”.
Entre esos espacios, citó la labor en la Comisión de Agricultura, en la que Iparraguirre desarrolló una actividad “muy intensa”. El diputado había comenzado a estudiar el sector agroindustrial, clave para la economía de Tandil, años antes de asumir su banca.
Este paso por el ámbito de la cámara baja le permitió profundizar sus conocimientos, participar en congresos nacionales sobre maíz, semillas y lechería, y recorrer diversas provincias con economías regionales.
“Trabajé muy bien con colegas de otros espacios políticos y esa es otra de las cosas que me traigo del balance”, y que sumó como una enseñanza fundamental al mencionar la importancia de “construir vínculos y relaciones desde el trabajo". En esa dinámica, dijo, se plantea "un objetivo claro, pero por más prioritario y urgente que a uno le parezca, hay que entender que no necesariamente al resto de los actores les va a parecer lo mismo”.
Entonces, lejos de resignar posturas, apostó por una visión que apunte a “bajar un poco el entusiasmo para entender a los otros”. A partir de ahí, “saber leer los tiempos; hay que ser un poco más paciente, hay que cultivar la paciencia. Aprendí mucho de eso y vuelvo contento también”, reflexionó.
“Al servicio de mi ciudad”
Tras un diagnóstico general de su mandato, Iparraguirre se enfocó en el trabajo realizado. Durante sus dos primeros años, asumió un rol marcadamente de gestión, aprovechando el “lugar circunstancial” que le otorgaba ser diputado nacional para impulsar obras y proyectos para Tandil.
“Me puse al servicio de mi ciudad y con una consigna muy clara: todo aquello que pudiera gestionarse para Tandil, hacerlo sin especular un segundo sobre si le convenía más a uno o a otro”, sentenció.
En ese sentido, señalo que “no hubo” dependencia nacional o provincial que “no hayamos recorrido”, modalidad que le valió la “fama de tipo intenso”, que incluso reconoció el gobernador Axel Kicillof en un acto en Tandil.
“Tenés que tener el proyecto y la carpeta, pero ese es apenas el comienzo”, sentenció para repasar entre los resultados de esa labor, la concreción de la iluminación de la rotonda de las rutas 226 y 30, la construcción de cisternas, las viviendas municipales y el impulso al Parque Ambiental, entre otras iniciativas.
Sin embargo, la segunda parte de su mandato encontró un escenario diferente, con un cambio en el Gobierno nacional a partir de la asunción de Javier Milei y una provincia que afronta una situación de “enorme complejidad económica y financiera”.
-Además, las relaciones entre kirchnerismo y el espacio que responde al Gobernador no estaban en el mejor momento…
-Es cierto, no es el caso de las relaciones de trabajo que he construido con el Gobernador y con todo su equipo donde al día de hoy seguimos trabajando. Casi todos los días hay un mensaje o una gestión con un ministro. Siempre fue muy claro lo que era trabajo para Tandil. Así como lo hicimos con el Intendente, cómo no voy a hacerlo con mi Gobernador, por más que existan diferencias.
Sinsabores de la tarea legislativa
El recorrido de un proyecto de ley, desde una buena idea hasta su aprobación, fue otro de los aprendizajes de la tarea en Diputados, lo que Iparraguirre describió como “un calvario”, en el que “se cruzan intereses y cosas que no tienen que ver con la propuesta”.
Esta dificultad la ejemplificó con dos iniciativas que lo tuvieron como principal impulsor y que, a pesar de los esfuerzos, no lograron convertirse en ley. La más destacada fue la propuesta de ley de prevención y abordaje integral de las ludopatías y apuestas online, que logró media sanción, pero finalmente “se cayó”.
Se trató de un marco normativo para abordar una problemática “enorme” que, según el diputado, “no para de desbordar por el lado de los pibes” y que además es el reflejo de una sociedad donde “los adultos hemos infantilizado y ‘gamificado’ la relación con el dinero y con los modos de hacer dinero y las ideas de éxito”, en un contexto de “aislamiento y fragmentación”.
El proyecto de ley sobre ludopatía tuvo un recorrido “espectacular”, que permitió sortear “dificultades muy grandes” en la Cámara de Diputados, donde fue girado a seis comisiones, “algo completamente inaudito”. Sin embargo, observó que esta maniobra terminó fortaleciendo la iniciativa. “Le terminamos dando una legitimidad muy grande al proyecto”, subrayó.
La propuesta era integral: modificaba artículos del Código Penal para las apuestas ilegales, otorgaba atribuciones al Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) para “bajar sitios” y establecía control biométrico para el ingreso, prohibía el uso de tarjetas de crédito y las opciones binarias, limitaba el monto diario de apuestas y “prohibía en todo tipo, forma y color la publicidad de apuestas online, especialmente, en el mundo del fútbol”.
Aprobado en la Cámara de Diputados en noviembre del año pasado, el proyecto pasó al Senado, pero no fue tratado durante el período legislativo, por lo que cayó el 30 de noviembre al cumplirse los dos años de vigencia parlamentaria de una media sanción.
Iparraguirre no ocultó su “bronca” e “impotencia” ante esta situación, y reflexionó sobre “la capacidad que tienen otros de manejar tiempos para que algo no se logre”.
Mencionó intereses vinculados a “un mundo ilegal muy grande que mueve miles de millones de dólares”, como lo demuestran las cifras de inversión en publicidad de las casas de apuestas, que pasaron de “630 millones de pesos en 2022 a 39 mil millones en 2024” solo de una de estas plataformas, ejemplificó ante El Eco Multimedios.
“Es un sinsabor con el que me voy porque me parece una injusticia lo que pasó”, lamentó el diputado.
Otra iniciativa en la que puso gran esfuerzo y que no prosperó fue la reforma de la Ley del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), que proponía un “salto cualitativo histórico para el deporte” y que contaba con el acompañamiento de federaciones, el Comité Olímpico Argentino y la Confederación Argentina del Deporte.
“Soy un convencido que el deporte es una de las mejores herramientas para reconstruir comunidad, espacios de encuentro, identidades, autoestimas y vínculos reales”, actuando como una “contracara” del aislamiento que promueven las problemáticas como la ludopatía. “Es el desafío de la época”, concluyó.
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