La implementación de cuartos oscuros móviles despertó algunas críticas y algunos electores clamaron por “más privacidad”
En el Jardín 912 y en la Casa del Deporte, dos establecimientos que fueron elegidos por primera vez para los comicios, se instalaron cuartos oscuros móviles que despertaron algunas opiniones encontradas entre los electores. Además, en el campus se registró una engorrosa situación por una duda respecto a si de podían sacar, o no, las urnas de las instituciones.
Debutaron en Tandil en estas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias los circuitos electorales y, con ellos, algunas escuelas y otros tantos jardines fueron elegidos por primera vez como escenarios para los comicios.
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Tal fue el caso del Jardín 912, ubicado en la calle Pavón al 900. Allí se desplegaron tres cuartos móviles donde votaron alrededor de 80 personas. Cecilia Eliceguy, directora del establecimiento, dialogó con El Eco de Tandil y contó que se registraron algunos faltantes: en primera instancia, no contaban con sobres de papel madera que son con los que deben votar el comando electoral. Por tal motivo, realizaron un descargo y les notificaron que podrían hacerlo igualmente en sobres comunes.
En segundo orden, tal como había denunciado por la mañana el precandidato a intendente por el partido Dignidad y Lealtad, Ricardo Huarte, faltaban sus boletas. Asimismo, según detalló Eliceguy, tampoco había fiscales de su fuerza.
Más allá de esas dos cuestiones, la directora del jardín aseguró que no hubieron mayores inconvenientes. No obstante, algunos de los electores aseguraron que los cuartos oscuros móviles “quitan privacidad”.
La denominación confundió a muchos vecinos que, lógicamente, les tocó votar por primera vez en la institución. El hecho de que sea móvil no significa que se pueda trasladar, sino que refiere a que a una misma sala la separan por un biombo de modo que las autoridades de mesa y las personas que ejercen su voto se encuentran en la misma habitación pero con una división en el medio que preserva la confidencialidad.
“Es un desastre. Está desorganizado y además no hay privacidad. Porque si vos querés cortar boleta, te escuchan todos. Están ahí adentro con vos“, manifestó una de las electoras. Conjuntamente expresó que le costó llegar al establecimiento ya que la dirección del jardín estaba mal y que a mucha gente le había sucedido lo mismo.
De todas formas, otros votantes señalaron que en realidad “no molestó” el hecho de que fueran móviles aduciendo que “es lo mismo”. Lo que sí clamaron fue por el tiempo de espera que, por lo que expresaron, fue de 60 minutos.
Al respecto, personal de las Fuerzas Armadas informó que el “horario pico” se registró alrededor de las 11 de la mañana, mientras que más temprano “no hubo mucho movimiento”.
Otra de las instituciones donde se votó por primera vez fue en la Casa del Deporte, ubicada en Juldain 51. Allí estaban estipulados cuatro cuartos oscuros, de los cuales dos eran móviles. El problema al que debieron hacer frente en el establecimiento fue a la falta de autoridades de mesa: contó la delegada que “de ocho que tenían que venir, solo lo hicieron dos“.
Por otra parte, señaló que no tuvieron ninguna indicación sobre cómo debían ubicar los biombos, por lo que decidieron instalarlos en dos esquinas del salón. Respecto a la denuncia de Huarte aseguró que sí contaban con boletas de él pero coincidió en que tampoco había fiscales de su partido.
Al igual que en el Jardín 912, la gente comenzó a congregarse pasadas las 11 de la mañana y las largas filas con tiempos de espera de una hora, aproximadamente, también se hicieron presentes.
El campus: primera vez en los comicios
y polémica por el voto de discapacitados
En el Campus, donde se votó por primera vez, se dispusieron 12 cuartos oscuros y uno especial para personas con discapacidad.
El hecho de que fuera el primer año de la Unicen para los comicios generó cierto revuelo en los electores, que manifestaron confusión al momento del arribo. De todas formas, el despliegue de personal de las Fuerzas Armadas ayudó para facilitar el flujo de personas.
El principal inconveniente se observó cuando un elector pidió que sacaran la urna para que su padre, un señor de 80 años que no podía movilizarse por sus propios medios, pudiera ejercer su derecho al voto.
La postura del hombre era clara: quería que la retiraran unos metros hasta donde estaba estacionado su auto para que su papá votara. “Por ley lo deben hacer ¿Qué pasaría entonces si estuviera internado?“, remarcaba. Sin embargo, las autoridades de su mesa le manifestaron que no podían hacerlo.
Ante la frustración del señor, que se mantenía firme en su posición, personal de la Universidad y de la Policía lo citó para aclararle los términos.
La ley en realidad señala que “bajo ninguna circunstancia la Autoridad de Mesa de Votación debe sacar la urna fuera del establecimiento“. De hecho, para facilitar el trámite se dispuso de un cuarto oscuro accesible (COA), pensado para los electores que presenten alguna discapacidad o limitación, adultos mayores y mujeres embarazadas y/o con niños.
Señalaron desde la Dirección Nacional Electoral que ese cuarto debía estar en el espacio de más fácil acceso y cercano al ingreso del establecimiento. Además, tenía que contar con señalización para que pudiera ser identificado.
Tal como lo establece la ley, en el Campus se fijó un COA próximo a la puerta de ingreso, el cual muchas personas utilizaron.
No obstante, algunos electores manifestaron a El Eco Multimedios que, dando cuenta de la situación, en oportunidades anteriores sacaron urnas de otras instituciones para que familiares suyos pudieran votar.
Incluso, autoridades de mesa confirmaron a este medio que mismo en estos comicios algunas urnas fueron acercadas bajo custodio policial hasta el lugar donde se encontraban las personas con discapacidad.