Paro general contra Javier Milei: ¿a favor o en contra?

Por José Di Bártolo
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Accedé a las últimas noticias desde tu email"Los sindicatos durante cuatro años vieron una inflación galopante y no hicieron nada". Con esa frase, el máximo referente en Tandil del gobierno nacional, Gonzalo Santamarina, fustigó el accionar de los gremios por las protestas contra las medidas de Javier Milei. Esta semana que pasó, precisamente el miércoles, se llevó a cabo un fuerte medida contra el DNU y la Ley Ómnibus. La grieta vuelve a estar presente en la discusión cotidiana: ¿a favor o en contra del paro?
Tandil viene siendo epicentro de diversas protestas y manifestaciones contra las medidas adoptadas por el gobierno central. El miércoles pasado se registraron tres momentos fuertes durante la jornada: primero el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Movimiento Evita, frente a la fachada del Municipio; luego, el grueso de los gremios y movimientos políticos y sociales de la ciudad, en un abrazo simbólico en el Banco Nación y posterior movilización hasta la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, donde fueron despedidos ocho personas; finalmente, un "callerolazo" por las calles céntricas de la ciudad, en el que participaron cientos de vecinos que no están encuadrados en ningún esquema de representación.
"Vagos", "cuatro años callados estuvieron", "no dejan gobernar", "hay que trabajar y no estar de paro", algunos de los tantos argumentos que se leyeron en las redes sociales. Pero no solamente en Internet y sus herramientas, sino también que hay un sector de la población, que tiene poder a través de su voz y que se ampara en su lugar de privilegio, para denostar toda manifestación contraria a su pensamiento. La cancelación del otro está a la orden del día.
Está claro que hay un juego político detrás de lo que está sucediendo. Se sabe que el descontento contra determinada medida o gobierno es un canalizador que luego se puede potenciar en una propuesta de gobierno. Así llegó Milei al poder. Siendo la voz del descontento contra la casta política que vació el país, según sus palabras. Pero cuando llegó, al menos por ahora, poco hizo por luchar contra ese eje dialéctico que pregonaba.
¿A favor o en contra?
Resultan interesantes las diferentes posturas sobre la temática. En el plano local, son varios los actores que se han manifestado. "Hace dos meses la cosa no estaba mejor que ahora y no decían nada", señaló Gonzalo Santamarina; "esto recién comienza", dijo por su parte Juan Manuel Carri; "para mí tuvo que ser antes la medida de fuerza", resaltó el concejal Darío Méndez; "me parece bien que la gente se manifieste cuando lo deba hacer", dijo la edil Marideé Condino. Los ejemplos siguen.
Uno de los idas y vueltas más picantes durante la semana que pasó, lo protagonizaron las autoridades de la Cámara Empresaria de Tandil y el Secretario General de Asociación Bancaria Tandil, Juan Manuel Carri. El martes, un día antes del paro, la CET difundió un comunicado y señaló: "Sin desestimar las razones que impulsan dicha medida ni derecho a la huelga y a la protesta, la dirigencia de los sectores productivos locales interpreta como apresurado asumir una medida de fuerza en esta coyuntura". La respuesta llegó ante los cientos de tandilenses que se concentraron en Pinto y Rodríguez en la calurosa jornada de miércoles: “Imprudente es la devaluación del 118%, imprudente es que Caputo, el que nos metió en una deuda que van a pagar mis nietos, hoy sea el ministro”.
El Presidente Milei, atrapado en su lógica, no puede avanzar con el tratamiento de la Ley Ómnibus en el recinto. De repente, se encontró con el Congreso de la Nación y sus múltiples vericuetos que no hacen otra cosa que empantanar los deseos del libertario de poder tratar en enero, las medidas que considera "bases" para el país. Pero también, hay un manejo amateur por parte del gobierno nacional: se anunció días atrás que se había logrado un dictamen en Diputados y que iba a ser tratado en el recinto, pero luego, por múltiples cambios que aparecieron en la publicación del dictamen, se trabó la posibilidad real de que eso suceda.
Está claro a esta altura que el juego de palabras que hacían de Milei un personaje atractivo para la sociedad, quedó simplemente en eso. ¿Sabrá el vecino, que se encantó con sus dichos anti política, que tuvo que negociar con la política desde el día 0 de su mandato? Los periodistas con acceso a los pasillos del Congreso nacional, lo detallan en sus columnas: "El Presidente debe controlar la relojería de un dilema. Para alimentar su popularidad necesita mantener un enfrentamiento incesante con “la casta”. Cuando la popularidad no le sonría, su poder estará desfondado. Por eso para Milei gobernar no es poblar, ni educar, ni explicar. Gobernar es hacer campaña", señalaron en una columna de opinión de un medio porteño.
A esto se le suma la visión disruptiva, al menos en sus palabras, del gobernante de turno en el Foro de Davos, lugar por excelencia del círculo rojo para decirle al mundo: "Vengan a invertir". En vez de eso, Milei usó sus minutos de discurso para poner en escena un discurso que atrasa, hablando de occidente, capitalismo y socialismo. En el medio, mientras viajaba a tan importante reunión, se peleaba por Twitter con una cuenta de fake del gobernador Kicillof. Todo, en unos pocos días.
Milei criticó la medida de fuerza: "Hay una Argentina que se quiere quedar en el pasado y en la decadencia, y otra que nos pone en el camino de ser un país desarrollado, que es el que nosotros proponemos". A decir verdad, el paro nacional tuvo dispar acatamiento. En Tandil, al menos, comercios y otras actividades funcionaron con normalidad. Sí, y esto también es importante remarcar, los tres momentos del día con manifestaciones, contaron con cientos de personas.
Si se analizan todos los mandatos presidenciales desde el regreso de la democracia, el gobierno de Raúl Alfonsín fue quien debió afrontar más paros generales durante su mandato: 13, luego Menem y De la Rúa con 8. Esta cifra contrasta con el número que registra la gestión de Alberto Fernández, quien no tuvo ningún paro general durante su gobierno. Si bien Cristina Fernández de Kirchner culminó su primer mandato sin paros generales, en su segunda etapa de gobierno tuvo 5 paros nacionales; número similar las medidas de fuerza durante la gestión de Mauricio Macri. Eduardo Duhalde tuvo 2 paros y Néstor Kirchner 1 paro. Ahora, con 43 días de gobierno, Milei sufrió su primer paro nacional.
En el año 1957, una modificación del Artículo 14 Bis de la Constitución Nacional, reglamentó el derecho de huelga. Es un logro consagrado por la máxima ley que rige la vida de la sociedad. Por lo tanto, en un país con libertad, como es Argentina, los trabajadores y trabajadores pueden ejercer su derecho a parar para manifestarse. La discusión "a favor" o "en contra" del paro, es un capítulo más a la dicotomía constante en la que estamos inmersos, una grieta cansadora y exacerbada donde no hay lugar para el disenso. "La gente discute para ganar y eso es una pavada. Yo discuto para que alguien me de argumentos y me llegue para que yo abandone lo que creo porque hay algo nuevo que me lleva a creer otra cosa". La frase corresponde al Indio Solari, en su última entrevista. ¿Seremos capaces alguna vez, en Argentina, de llegar a ese estado de las cosas? ¿O estaremos en 30 años más, con los mismos problemas y ninguna solución?
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La devaluación del 120% decretada por el gobierno de Javier Milei más las profundas desregulaciones impuestas en el DNU vigente , fueron un golpe de lleno a la economía diaria de los vecinos y vecinas. Alimentos, nafta, servicios contratados, un combo letal contra el poder adquisitivo de las personas que buscan opciones para hacerle frente a esta situación.
Entre las desregulaciones, la de los alquileres, también significó un golpe al sistema inmobiliario, sobre todo, a los inquilinos, que quedaron desprotegidos y librados a la “buena del mercado”. Sin contratos con plazo estimado, sin forma de medir la variación de precios, con un propietario con mayor poder sobre el inquilino, se viven horas de profunda angustia para millones de argentinos que no tienen casa propia.
Pero también, otro golpe directo en los hogares será el tema de las tarifas de los servicios como la luz y el gas. En especial, para Tandil, lo referido al gas, ya que actualmente se cuenta con el régimen de Zona Fría. El gobierno nacional decidió quitar en la Ley Ómnibus ese beneficio. El ex diputado nacional tandilense, Alejandro “Topo” Rodríguez, advirtió que “asistimos al espectáculo de un poder político sumiso y permisivo ante el brutal tarifazo que pretenden las compañías, con aumentos que oscilan entre el 421% y el 700%”. Rodríguez señaló que “estos aumentos monumentales, junto con la quita total de subsidios a la clase media trabajadora -como lo propone el gobierno nacional- son una combinación nefasta que se suma al aumentazo de la nafta, de los alimentos y del costo de vida en general”.