Rumbo a la última sesión del año, que se celebrará el lunes 29 de diciembre, la agenda del Concejo Deliberante se centra principalmente en el Presupuesto de Gastos y Cálculo de Recursos para el ejercicio 2026.

Sin definiciones en torno a la suerte que tendrán las proyecciones económicas para el tercer año del sexto mandato del intendente Miguel Lunghi, la dinámica de estos días transcurre entre reuniones y negociaciones entre los bloques en la búsqueda de consensos para que la herramienta llegue al recinto para su eventual aprobación.

En ese marco, y mientras mantiene pleno análisis de los lineamientos contemplaos en la ordenanza madre, el concejal de Hechos - Alternativa Tandil, Marcos Nicolini, adelantó algunas observaciones frente al proyecto de presupuesto elevado el 10 de diciembre por el Gobierno y evitó formalizar un posicionamiento en virtud de la continuidad del estudio. “Me parece que hay que hacer un esfuerzo en la administración de los recursos”, reclamó.

Asimismo, amplió detalles de la iniciativa presentada junto a su compañero de bloque, Matías Meli, que busca declarar a Tandil como una Zona Calma, libre de estruendos, con el objetivo de proteger a personas con hipersensibilidad auditiva y animales.

El Presupuesto 2026 y la presión tributaria

En diálogo con el ciclo Último Bondi (104.1 Tandil FM, EcoTV y El Eco Streaming), Nicolini realizó un análisis de la evolución de las finanzas municipales, marcó una desproporción entre el crecimiento del gasto y la inflación proyectada y explicó la actualización de las tasas por la caída de la coparticipación estimada. 

“Veo lo mismo que veía en los presupuestos anteriores”, alertó en referencia al aporte externo que realizaba al bloque durante el estudio de las proyecciones económicas del Gobierno comunal.

En detalle, el concejal recordó que el presupuesto aprobado para el ejercicio 2024 fue de 45 mil millones de pesos, mientras que para 2025 la cifra escaló a 102 mil millones de pesos, “eso implicó un aumento de la tasa de servicios sanitarios del 120 por ciento”, dijo a modo de ejemplo.

Para el ejercicio 2026, el Departamento Ejecutivo proyectó recursos por alrededor de 152 mil millones de pesos, lo que representa un incremento cercano “al 49 por ciento”.

“La inflación se estima entre el 27 y el 29 por ciento, pero el presupuesto aumenta casi un 50 por ciento”, advirtió Nicolini como primera cuestión.

El edil puntualizó que la propuesta oficial contempla incrementos del 20 por ciento en el segundo bimestre para la tasa de salud, seguidos por ajustes basados en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el segundo trimestre y un nuevo aumento fijo del 20 por ciento en el cuarto bimestre.

Según su visión, este esquema “supera ampliamente la inflación” que ya viene incorporada en el “presupuesto ejecutado porque lo fueron agregando a medida que avanzaba el año de modo bimestral”.

El referente de Alternativa Tandil consideró que “no hay un esfuerzo por parte de la administración local para acompañar al contribuyente” en un contexto económico complejo. “Creemos que se puede hablar de un reconocimiento de la inflación, pero aumentos de esta magnitud no nos parecen correctos”, afirmó.

Respecto a la composición de los ingresos, Nicolini observó un cambio en la matriz histórica de Tandil. Mientras que tradicionalmente los recursos de origen municipal y los provinciales se repartían de forma equitativa, en el nuevo presupuesto los recursos propios representan el 58 por ciento, mientras que los provinciales el 42 por ciento.

El concejal atribuyó este fenómeno a la previsión de una baja en la coparticipación bonaerense, aunque puso sus reparos al señalar que el incremento en el Impuesto Inmobiliario rural y urbano podría tener su impacto en los fondos calculados por el equipo económico local.

De todos modos, opinó que esa sería la razón por la cual el Gobierno propone el esquema de actualización de los tributos en el presupuesto 2026. “Están previendo que habrá menores ingresos provinciales”, observó e insistió que “lo pongo entre paréntesis por el fuerte incremento que tienen los coeficientes por los que se calcula el Impuesto Inmobiliario provincial”.

Estructura municipal y gasto político

Otro de los puntos que se presume generará debate legislativo gira en torno a la propuesta de modificación del organigrama comunal. Nicolini, que transitó por la gestión pública ocupando cargos en el Ejecutivo, criticó que la eliminación de la Jefatura de Gabinete no se traduce en un ahorro para las arcas públicas ya que, si bien desaparece esa figura, se compensa con la división de la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas en dos áreas diferenciadas: Planeamiento y Servicios.

“A nivel costos no se reduce nada; sigue habiendo 10 secretarías, igual que antes”, sentenció el concejal., que advirtió que “hay muchas cuestiones que, cuando uno va empezando a ver en profundidad el presupuesto, se pueden ver”.

-¿Cree que hay una mala organización, que creció demasiado la estructura municipal? ¿Pasa por ahí el aumento del presupuesto que es desmedido?

-Hay varias cuestiones. La estructura creció, en algunas cuestiones justificadamente, como el Hospital de Niños por ejemplo, que incrementó mucho el personal en el Sistema Integrado de Salud Pública. Pero también creció la estructura política de Gobierno con muchos cargos que en 2003 no existían. Tandil creció, pero me parece que hay que volver a estructuras con racionalidad para administrar la ciudad. Si un director antes podía hacerse cargo de su área, no es necesario que tenga dos o tres coordinadores. Esas cuestiones hay que reverlas y empezar a eliminarlas y quien se tiene que hacer cargo de las gestión es el director, el secretario o el subsecretario del área y el secretario, pero hasta ahí y no seguir incrementando la planta política con cargos que se denominan coordinaciones que bien podrían ser cubiertos con personal municipal por concurso.

-¿Cree que no habría demasiados cambios en términos presupuestarios?

-No, presupuestariamente no porque se elimina la Jefatura de Gabinete, que es una secretaría igual que el resto de las secretarías a nivel presupuestario. Se elimina esa figura de jefe de Gabinete, pero se genera una nueva en Obras Públicas porque se divide en dos, con lo cual sigue habiendo 10 secretarías igual que antes. No hay un ahorro presupuestario. Es más una cuestión de gestión y de reorganización de la gestión política. Son maneras de ver cómo se lleva la gestión. El jefe de Gabinete era el que tenía la representación institucional y el secretario de Gobierno la gestión interna del gobierno. Si puede hacerlo una sola persona, bienvenido sea, pero están dividiendo en dos otra secretaría, con lo cual no es para decir que es por un ahorro y para achicar la estructura municipal. No es para nada eso.

-Fue este Gobierno el que instaló la figura de la Jefatura de Gabinete…

-Cuando se creó la Jefatura de Gabinete, que fue Carlos Fernández el primer jefe de Gabinete de la gestión, era para que tuviera el rol institucional de representar al Intendente con las instituciones de la ciudad, hacia afuera, y el secretario de Gobierno, que era yo en ese momento, tenía la gestión a cargo. Es decir, el contacto con las áreas municipales. Eso duró mucho tiempo. Evidentemente ahora han tomado la decisión de volver al esquema de Secretaría General, que era el que había cuando asumió este Gobierno.

-Desde el oficialismo dejan entrever cierto acercamiento o gestos de su parte, más allá de las diferencias, con la participación en determinados eventos, ¿qué lectura hace al respecto?

-Cuando asumo una función como la que estoy asumiendo como concejal me invitaron a una presentación de la Secretaría de Seguridad y me parece que hay que estar. Eso no quiere decir que coincida en todo con el Gobierno, pero si antes al bloque nuestro no le llegaban las invitaciones y ahora le llegan, bienvenido sea y nosotros vamos a concurrir. Son cuestiones importantes para la gestión del Municipio, como la inauguración del Centro Oncológico. Desde el bloque, no coincidimos con el incremento que está planteando en las tasas municipales el Ejecutivo y ya se lo hemos adelantado en el Concejo Deliberante, que sí tenemos predisposición a acompañar lo que es la inflación bimestralmente, pero no más que eso. Es una cantidad de dinero importante que quedaría en los bolsillos de los contribuyentes de Tandil para que decidan ellos en qué gastarlo y no el Municipio.

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