Una asamblea multitudinaria le puso fin a la toma del Campus, pero sigue la lucha por la educación
Por unanimidad, estudiantes, graduados, no docentes y docentes se pronunciaron a favor de levantar la medida de fuerza que mantenía paralizadas las actividades en Arroyo Seco. Además, una amplia mayoría votó un plan de acciones para visibilizar el malestar por los recortes en educación. Hubo un fuerte llamado a la comunidad universitaria para que participe en las movilizaciones.
Con la caída del sol, llegó a su fin la primera toma de la historia del Campus de la Unicen, tras dos jornadas donde las actividades estuvieron paralizadas en todas las facultades. Tras la votación en una masiva asamblea, cientos de estudiantes, graduados, no docentes y docentes desandaron a pie el camino por Reforma Universitaria hasta Los Ombúes, donde estaba el vallado que dispusieron los estudiantes desde el miércoles para bloquear el acceso.
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Además del levantamiento de la medida de fuerza impulsada por los estudiantes con apoyo de no docentes y dirigentes sindicales, los claustros aprobaron un cronograma de acciones que se desarrollarán entre mañana y el jueves venidero, cuando se realizará una movilización a la sesión extraordinaria del Consejo Superior. En el medio, se plegarán a manifestaciones convocadas por actores de la educación y trabajadores, ampliando a otros sectores las bases de la defensa de la educación pública.
Desde las 15, frente al acceso al comedor universitario, desfilaron decenas de oradores de las distintas unidades académicas. Muchos coincidieron en que la toma ya había cumplido su objetivo, teniendo en cuenta que logró reunir a más de mil personas para el debate y votación en asamblea.
En la mitad del encuentro ya se dejaba entrever que la comunidad universitaria se inclinaba por terminar con la primera toma en la historia del Campus de Tandil, aunque sus dirigentes lanzaban un fuerte llamado para concretar acciones que permitan visibilizar el ajuste presupuestario que el Gobierno nacional ya aplica sobre las 57 universidades nacionales.
“Incomodidad”
Durante la mañana, sesionó en la Biblioteca Central el Consejo Universitario y los reclamos de los claustros por los ajustes en las políticas socioeducativas ocuparon buena parte de la reunión del órgano de conducción de la casa de estudios.
En ese ámbito, surgió el término “incomodidad” entre los representantes de algunas unidades académicas, al describir los problemas que les ocasionaron los dos días de inactividad en el Campus. Allí, distintos actores se pronunciaron en contra de la modalidad de protesta, aunque aclararon que coincidían en la defensa de la educación pública.
Más tarde, durante la asamblea, oradores destacaron que lo que realmente incomoda es que se apunte a dividir a las facultades y se alimenten rivalidades internas, cuando todos acuerdan en defender el presupuesto y rechazar el ajuste, aunque no comulguen con la modalidad de la protesta.
Por otra parte, se puso en valor la participación de muchos estudiantes que no militan en agrupaciones políticas y, al mismo tiempo, enfatizaron el apoyo de la Mesa Intersindical, la CTEP y el Sindicato de Camioneros que se acercaron para expresar solidaridad con el movimiento universitario.
En otro pasaje, informaron que, ayer, los estudiantes de Olavarría tomaron el Campus y la Facultad de Salud, impulsados por la protesta que se estaba desarrollando en Tandil desde el último miércoles.
Además, representantes de los estudiantes reconocieron que pudo haber diferencias en cuanto a la toma del predio universitario, pero no así en torno a la defensa de la educación pública, al tiempo que revalorizaron otras conquistas importantes como el comedor autogestionado, la Biblioteca Central y las residencias estudiantiles.
Las mociones
Cerca de las 17.40, repasaron las mociones que propuso la veintena de oradores que utilizó tres minutos de micrófono para transmitir diversas ideas. Surgieron varias propuestas de acción, como movilizar a la sesión del Consejo Superior, apoyar la toma del IPAT, participar en la marcha de la Mesa Intersindical, coordinar acciones en asambleas interclaustros, levantar la toma, hacer una olla popular, solicitar que los jóvenes científicos universitarios participen en los espacios de decisión y continuar con tomas itinerantes que incluyan en CCU, el Rectorado, Arte y la Universidad Barrial.
Al momento de la votación, las mociones se resumieron en dos. La primera fue levantar la toma. En segundo lugar, un plan de lucha con el siguiente cronograma: hoy, a las 17, apoyar el abrazo simbólico al IPAT; mañana, corte de 9 de Julio y Belgrano, con una volanteada; domingo, olla popular en una varieté que tendrá lugar en la Universidad Barrial de Villa Aguirre; el lunes, jornada de concientización en el Campus, con asambleas de los claustros; martes, a las 19.30, sumarse a la marcha de la Mesa Intersindical; el miércoles, asamblea interclaustro y el jueves próximo, movilización a la sesión extraordinaria del Consejo Superior.
Luego de la votación, se escucharon los típicos cantos del movimiento estudiantil. Entonces, desde el micrófono interpelaron a la comunidad universitaria a actuar con responsabilidad y no sacarle el cuerpo a la lucha por la educación pública. Además, llamaron a ordenar y limpiar los espacios que utilizaron durante la ocupación del Campus para no sobrecargar a los no docentes.
Con buen ritmo, todos comenzaron a caminar hacia Reforma Universitaria, en una tarde que terminó con cantos a favor de la universidad no arancelada. A paso firme, la extensa columna avanzó y se fue dispersando tras escribir otro capítulo local en la historia de la educación pública que, en forma cíclica, se ve amenazada por los recortes presupuestarios.
Las demandas del estudiantado
Alumnos de las cinco unidades académicas de la Unicen nucleados en la toma pacífica del Campus hicieron circular un comunicado y explicaron que si bien realizan asambleas desde mayo debido a las “medidas económicas, sociales y políticas que se vienen tomando desde el comienzo de la gestión del Gobierno de Cambiemos”, ahora se unieron a los claustros docente, no docente y graduados “para empezar a pensar un plan de lucha que visibilice nuestras demandas como comunidad educativa y de la educación pública en general”.
Tras describir la situación, advirtieron que “el presupuesto destinado, pese a su aumento en comparación con el año pasado, no equipara el aumento de la inflación” y aseveraron que “el recorte presupuestario afecta los programas de becas, ya sea Progresar, becas Unicen, residencias universitarias -las cuales en la actualidad albergan a 140 estudiantes en Tandil-, el menú estudiantil que se enmarca en el comedor autogestionado que nos permite comer a un precio accesible, y becas de iniciación a la investigación (CIN), donde los compañeros recibieron en la última semana un email informando el no pago de las mismas, ya que la Secretaría de Políticas Universitarias no hizo la transferencia de los fondos correspondientes por falta presupuesto”.
Los estudiantes consideraron que “agotamos las instancias de diálogo”, teniendo en cuenta la “indiferencia y menosprecio por parte del Estado nacional que sigue sin enviar las partidas presupuestarias”, situación que “afecta el desarrollo de las unidades académicas como también los proyectos de extensión o áreas de vinculación directa con la sociedad como la Universidad Barrial, adultos mayores, talleres de cultura o extensión”.
Sumado a esto, anunciaron que “nos hemos hermanado en la lucha” con el IPAT, Polivalente y el Conservatorio de Música, quienes reclaman por edificios dignos, y que entienden como “propios” los paros de docentes, nodocentes, graduados y trabajadores en general.
“Creemos en una universidad donde quienes estén no sean solamente quienes pueden económicamente, sino que sea para todos. Estamos hoy defendiendo la educación pública porque somos quienes la transitamos en lo cotidiano, pero también la defendemos para quienes van a venir o aún no pudieron acceder”, señalaron.
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