Trastornos alimenticios
Alimentación selectiva: qué es y cómo tratarla
Cuando los chicos no quieren comer es necesario hacer una consulta.
Es común que, en casa, alguno de nuestros hijos pase por una etapa en la que no quiera comer nada, o sólo fideos con manteca. Esto, obviamente, suele ser un estrés para la familia y puede haber muchos factores que hagan que esto suceda, y por eso es importante consultar a un especialista, a tiempo. Desde Tatetí, hablamos con Valeria Bralo, Terapista Ocupacional* especializada en tratar la alimentación selectiva en niños para saber de qué se trata y a qué señales debemos estar atentos los padres o adultos a cargo de la alimentación de los más pequeños.
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Cuando hay dificultades en un niño para lograr una alimentación equilibrada, es el pediatra quien debe evaluar la derivación al profesional correspondiente. Es imprescindible consultar ante cualquier duda que tengamos con respecto a esto. Puede haber un problema fisiológico, emocional o funcional. El fonoaudiólogo, psicólogo o terapista ocupacional será el encargado de ayudar a resolverlo, dependiendo de cada caso.
La alimentación no es una ocupación como el juego o el baño, que se da pura y exclusivamente por el sujeto que realiza la actividad. Por el contrario, alimentarse desde un primer momento y por un largo tiempo, es una tarea en la que el niño depende de otro. Hay una co-ocupación. Es tan importante el trabajo del padre como el del niño y así lo será también, en el tratamiento de esta afección.
Muchas veces cuestiones tales como la presentación de un plato, la cantidad, la forma y el color son más importantes de lo que uno cree; y, en gran parte, es tarea y responsabilidad de la madre, el padre o el encargado de llevar esta tarea a cabo, la relación que su hijo tenga con la comida.
El terapista, nos cuenta Valeria, debe evaluar el motivo por esta negación a comer, si es selectivo porque elige algunos colores, texturas, si prueba cada tanto algunos alimentos, si tiene algún trastorno alimenticio, si padece la alimentación y no la disfruta.
Muchas veces hay cuestiones orgánicas, tales como gastritis, mocos, reflujo que hacen que el niño rechace los alimentos por el malestar que la alimentación le genera; cuando no hay cuestiones orgánicas, ni dificultad en la masticación o deglución, el terapista ocupacional entra en acción.
Son más de 10 los pasos que hay que atravesar y recorrer para que el niño pase de evitar el alimento a llegar a ponérselo en la boca. Hay que realizar ajustes para que eso se logre. Es un trabajo en equipo que se da tanto en el consultorio como en casa, también para desmitificar conductas y creencias acerca de la comida. Las remanidas frases que nos acostumbramos a escuchar de chicos y a repetir de grandes, tales como no se habla en la mesa, o no se juega con la comida y comé rápido, no te distraigas, según Valeria, deben correrse a un costado, principalmente, en estos casos.
Es importante saber que, como en cualquier cuestión de salud, cada caso es individual y puede ser reversible de manera más fácil o más difícil según cada uno, pero siempre el camino es lento y largo.
Cuando se llega a establecer la causa, la familia suele estar ya cansada de enfrentar el tema y, generalmente, no cuenta con estrategias para encararlo. Se recomienda, entonces, hacer la consulta ante la primera señal de alerta para no llegar a esa instancia de agotamiento del grupo familiar.
Otro de los consejos de la Terapista Ocupacional Bralo es no llevar la contra sino, por el contrario, siempre acompañar y mostrar que existen otras opciones.
Si al niño le gusta todo en puré, pues le damos todo en puré, pero le enseñamos que un mundo en cubos es posible. Es necesario flexibilizar y no ser tan tajantes. También es fundamental saber que cerca de los 3 años, es cuando los chicos empiezan a dejan de comer gran variedad de alimentos y se enfocan en la alimentación más industrial o procesada.
El desafío del terapista, acompañado por la familia, es pasar de la dificultad al placer, y que los alimentos se disfruten en ese maravilloso encuentro que se da alrededor y durante una comida.
*(MP 779)