Empiezan los calores de fin de año en la ciudad, pasamos de campera y pantalón largo a cortos y musculosa de la noche a la mañana. La piel empieza a asomar y entonces nos acordamos del protector y salimos a buscar.  La dermatóloga pediátrica, Gabriela Benítez*, nos aconsejó acerca del cuidado de los más chicos de la casa. 

Más allá del verano, es importante que a la piel la cuidemos siempre. Ya sea cuando está expuesta al sol, o después de, por ejemplo, un baño. Para ello, hay cientos de productos elaborados en laboratorios de calidad, y testeados previamente, disponibles para todo tipo de pieles. Es fundamental, explica Benítez, que consultemos a un dermatólogo de confianza para saber qué tipo de piel tienen nuestros hijos, y con qué productos debemos tratarlos.

Media hora antes de exponerse al sol, debe aplicarse el protector y luego renovar cada dos horas. En caso de que los chicos se metan a la pileta o al mar, o se sequen con una toalla, debería ser más reducido el tiempo para renovar. Pero siempre renovar. La cantidad indicada más precisa es una cucharadita de té, para cada zona del cuerpo. 

Luego de estar al sol, no se recomienda aloe vera ya que, si bien refresca la piel en un principio, luego tiene un efecto astringente. El gel o una emulsión, post solar sería lo más indicado.