POR EFECTO DEL CLIMA
En la zona núcleo, la aplicación aérea bajó más de un 70 por ciento
La aviación agrícola no es ajena a la crisis de sequía que atraviesa el sector, de acuerdo a un trabajo realizado por la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas.
Hace tres años consecutivos que el país transita una sequía, pero durante este último las inclemencias climáticas azotaron fuertemente a casi toda la región productiva nacional, no solo debido a la seca sino también por las heladas tempranas registradas durante febrero.
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Eso hizo que se pierda gran parte de la fina y se pronostica una gruesa muy mala. Los productores agropecuarios se encuentran abrumados ante estas inclemencias climáticas sumado a todas las variables económicas que está padeciendo nuestro país. La cadena de la aviación agrícola no es ajena a estos factores externos ya que es parte de la cadena de la agrobioindustria.
Desde la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (Fearca). algunos referentes quienes plantearon cómo ven el panorama, cuáles pueden llegar a ser las consecuencias y qué medidas tendría que tomar el gobierno para paliar esta crisis.
El vicepresidente de Fearca y aeroaplicador de la zona de La Carlota, Córdoba, Francisco Casajús, contó que “el impacto de la sequía se puede considerar grave, nunca vimos una situación similar en los años que llevamos trabajando. Además del bajo nivel de precipitaciones, lo que más daño produjo a los cultivos fueron las altas temperaturas, sumado a una helada entre medio”.
Por otro lado, Casajús sostuvo que “la campaña fue muy tranquila, aunque aún no terminó estimamos un 50 por ciento menos de trabajo”. De esta manera, el aeroaplicador opinó: “No tengo dudas de que habrá un retraso en la cadena de pagos, refinanciación en muchos casos y esto se va a reflejar a nivel nacional”.
“Los proveedores del sector acusan la merma de ventas drásticamente”, destacó Casajús y opinó: “Un Gobierno Nacional serio debería tener un plan para años como este, teniendo en cuenta la importancia del aporte de nuestro sector. No sólo es la falta de trabajo por sequía, sino que venimos arrastrando problemas de pago en el exterior por falta de dólares”.
Por su parte, el aeroaplicador de la Cámara de Aeroaplicadores de la provincia de Buenos Aires (Capba), Alcides Di Piero, contó que “en Chacabuco la sequía afectó en un cien por ciento al cultivo de trigo, en un 70 al maíz, en un 50 a la soja de primera y un 95 por ciento en soja de segunda aproximadamente”; y agregó que “mi empresa trabajó sólo un 20 por ciento con respecto a un año normal”.
Haciendo alusión a las consecuencias que acarreará esta crisis, Di Piero sostuvo que “nos va a afectar muchísimo por la falta de ingresos y por la brecha cambiaría” y agregó que “deberíamos pedir una línea de créditos de muy baja tasa de interés, la eliminación de impuestos por lo menos por un año y que se pueda volver a importar repuestos al dólar oficial”.
El presidente de Fearca, Walter Malfatto, contó que “lamentablemente se perdió la cosecha de trigo y la gruesa va a ser muy floja” y resaltó que el Gobierno tiene que devolver las retenciones de cinco años como ayuda al productor ya que durante 21 años nos saquearon”.
Con respecto al trabajo aéreo, en la zona de Bragado bajó muchísimo y “a los proveedores de insumos de aviación agrícola le afecta de lleno”, sostuvo Malfatto, y opinó que “en el corto plazo se va a cortar la cadena de pago porque mucha gente no va a poder cubrir lo que adelantó”.
“El aeroaplicador cumple una un rol fundamental en la sociedad, cuando se trata de ayuda, lo hace y es importante en la cadena de alimentos”, resaltó Malfatto y dijo: “El avión cumple una tarea fundamental, solamente se tiene en cuenta cuando hay inundaciones que vienen plagas y el terrestre no puede entrar. Creo que el Gobierno tendría que tener algún plan para los aeroaplicadores como, por ejemplo, combustible subsidiado”.
Por su parte, Mauricio Fargioni, aeroaplicador de la Cámara de Empresas Agroéreas de Santa Fe (Ceasfe), contó: “En mi zona de trabajo que está repartida en Santa Fe y Entre Ríos, fue verdaderamente catastrófico, la cosecha de trigo se perdió casi en su totalidad, el maíz y soja vienen muy mal”.
Agregó que “impactó directamente en las aplicaciones aéreas porque desalienta a los productores a gastar en un cultivo perdido. Nuestro trabajo mermó en más del 70 por ciento, verdaderamente creo que esto va a traer consecuencias irreparables en la economía regional y nacional”.
Por otro lado, Fargioni resaltó que “todos los sectores están perjudicados, desde el mecánico o albañil de nuestros pueblos hasta la cadena de insumos y servicios, ya deberíamos tener un plan de gobierno para paliar esta situación, hasta el momento ajeno a esta crisis histórica”.