La Vidriera
Enfrentado a un policía más guapo, terminaron las andanzas del siniestro “Tabaquera”
INDIVIDUO IMPUDICO Y DEPRAVADO, CON LA CABEZA GACHA SIMULABA QUE CARGABA TABACO EN SU PIPA PARA DISIMULAR SUS MALAS INTENCIONES.
Los años treinta comenzaron siendo de gran actividad para la policía local, a la cual le tocó ser protagonista de la llamada “década infame”. También de gran inquietud para la población que debió asistir, en muchos casos al amparo de la misma policía liderada por los caudillos de turno, a abusos de diversa índole, lo que posibilitó también la proliferación de la delincuencia.
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