El Bar El Cerro tiene 142 años de vida; fue almacén, peluquería y bar de copas. Desde hace un año, Juan Cadona y Nale Ruiz agarraron una posta familiar que viene de larga data y se animaron, después de la pandemia, a reversionarlo como un espacio para la familia. 

Los chicos están atrás de este emprendimiento, junto a Baltazar, su bebé de poquitos meses y, salvo los martes, todos los días desde las 10 de la mañana hasta la noche, ofrecen desayuno, almuerzo, merienda y cena. 

El lugar no ha perdido la esencia y cualquiera que se acerque puede trasladarse a la época de los canteristas de Cerro Leones, porque nada se ha tocado ni movido de lugar. Fotos, cuadros, heladeras, máquinas, botellas, jarrones, teléfonos e, incluso, el olorcito a bar de campo, hacen del ambiente un lugar ideal para pasar un momento inolvidable. 

En el Bar El Cerro se pueden celebrar cumpleaños, organizar eventos, disfrutar de un show musical, o tan solo juntarse entre amigos a comer unas empanadas, pizzas o alguna minuta. Hay picadas, menú vegetariano y, también, menú apto celíacos.

Los Cadona hacen hincapié, además, en los productos regionales y ofrecen cerveza, gin, miel, dulces, quesos y alguna que otra artesanía local.

A tan sólo diez minutos del centro de Tandil, en Basso Aguirre 2498; un desperdicio no hacer una escapada. 

Para comunicarse, lo pueden hacer a través de las redes, a la cuenta de Instagram: @bar_el_cerro o a través de Whatsapp, al 249 4069892

 

Sobre el autor

Sofía Rojo