El paisaje urbano de Tandil sumó esta semana un nuevo hito con la inauguración de Paz 343, la tercera pieza de una secuencia de edificios proyectados por el estudio de arquitectura Trazos Urbano. El camino comenzó en el 2020, en plena pandemia, cuando el equipo liderado por Mariano Jiménez ez inició el diseño de Paz 465. Aquella primera incursión, marcada por una estética austera y una paleta de colores tranquila, sentó las bases para lo que luego se convirtió en una unidad conceptual. Tras el éxito de esa primera etapa y de la posterior construcción de Paz 571, el estudio presentó ahora la obra de Paz al 300, un proyecto que representó la maduración de una línea estética y funcional pensada para el clima y la dinámica de la ciudad.

Esta serie de tres edificios, descrita por sus creadores como una trilogía de diseño, mantuvo una coherencia visual y material a lo largo de las cuadras, aunque cada uno se adaptó a las particularidades de sus terrenos. A pesar de las diferencias en el ancho de los lotes, la identidad se mantuvo inalterable a través de una paleta de tonos blanco, negro y gris, y la elección de materiales de bajo mantenimiento. En el caso de Paz 343, la obra demandó exactamente dos años de ejecución, un plazo que Jimenez consideró “óptimo” dada la complejidad de las terminaciones y la incorporación de tecnologías de vanguardia en el acceso y la distribución de los espacios comunes.

El desarrollo de este último edificio se realizó bajo la modalidad de fideicomiso, lo que garantizó la previsibilidad de los tiempos y la inversión. Desde el momento del proyecto ejecutivo, el grupo inversor adjudicó las 14 unidades funcionales a los fiduciantes, permitiendo que el planning de obra se respetara rigurosamente sin las intermitencias propias de las ventas de pozo tradicionales en contextos económicos volátiles. Esta estructura financiera, sumada a la alianza estratégica con la empresa constructora Cammanresa, permitió que la entrega de las unidades se concrete durante este diciembre, cumpliendo con las expectativas de quienes apostaron por un estilo de vida diferente en el radio céntrico.

Espacios funcionales y tecnología aplicada al confort

El edificio de Paz al 300 se estructura en siete pisos de semipisos, lo que garantiza que cada propietario comparta el palier con un solo vecino, aportando un grado superior de privacidad. Las unidades, de aproximadamente 100 metros cuadrados cada una, fueron diseñadas con un esquema de dos dormitorios. Uno de ellos se concibió como suite principal, incluyendo vestidor y baño completo, mientras que el resto de la planta se distribuyó en una cocina integrada y un estar-comedor de amplias dimensiones. La búsqueda de la luminosidad fue el eje rector del diseño interior, logrando que todos los ambientes principales tuvieran ventanales de gran porte con apertura hacia el exterior.

Una de las particularidades más destacadas de esta construcción es el diseño del acceso en la planta baja. A diferencia de otros desarrollos, Trazos Urbanos proyectó una entrada con rampas y escaleras combinadas de forma integrada, apostando por una inclusión con diseño. Esta solución arquitectónica no solo resuelve la accesibilidad para personas con movilidad reducida, sino que se convierte en un elemento estético distintivo del frente del edificio. Asimismo, la seguridad se gestionó a través de sistemas tecnológicos avanzados, reemplazando las llaves tradicionales por controles de acceso digitales y porteros visores con claves, brindando una mayor tranquilidad a los residentes.

Por su parte, el sector de cocheras presenta una innovación técnica relevante para el mercado local. El edificio cuenta con espacios de estacionamiento tanto en el subsuelo como en la planta baja, vinculados por una rampa móvil automatizada. Este sistema mecánico permite optimizar el espacio disponible del terreno: “la rampa desciende para permitir el ingreso al subsuelo y se desplaza para habilitar el paso hacia las cocheras de planta baja”, explicó el arquitecto. Esta sofisticación técnica, aunque ya vista en grandes urbes, resulta una característica distintiva para un edificio de siete pisos en Tandil, demostrando la capacidad del estudio para integrar soluciones de ingeniería al servicio de la funcionalidad.

Arquitectura bioclimática

Más allá de la estética, Paz 343 se posiciona como un referente de la arquitectura bioclimática. El estudio Trazos Urbanos partió de la premisa de que la construcción debe amigarse con el medio ambiente y ser eficiente en el uso de los recursos. Para lograrlo, se trabajó sobre la envolvente térmica del edificio. El uso de aberturas de PVC con doble vidriado hermético y materiales con un buen coeficiente aislante permiten que las viviendas mantengan un confort térmico interior con un consumo energético reducido, tanto en los rigurosos inviernos tandilenses como en la época estival.

El control del asoleamiento es otro de los puntos técnicos donde se puso especial énfasis. Mariano Jiménez explicó que el diseño aprovechó la ganancia solar directa durante los meses de invierno, cuando el sol está más horizontal y sus rayos penetran más profundamente en los ambientes para calefaccionar de forma natural. Por el contrario, en verano, los balcones del piso superior proyectaron sombra sobre los inferiores, evitando el sobrecalentamiento. Este criterio se complementó con la ventilación cruzada, facilitada por un patio interno que permite que el aire circule constantemente entre los ambientes principales y los espacios de servicio, mejorando la calidad del aire y la regulación térmica.

"La arquitectura hoy tiende a buscar materiales honestos, como el hormigón visto o la madera, que requieren poco mantenimiento y comunican a través de su forma", señaló el arquitecto. Bajo esta concepción, el edificio no necesitó de decoraciones superfluas como molduras o mármoles ostentosos. En cambio, Trazos Urbanos priorizó que la forma tuviera una función clara y que el diseño comunicara una identidad propia. Esta filosofía no solo responde a una tendencia estética, sino que se convirtió en un argumento de venta sólido para un público que busca habitar espacios que generen una huella de carbono mínima y sean sostenibles a largo plazo.

El valor de la terraza verde y los amenities

El octavo piso de la edificación se reservó para los espacios comunes, donde la terraza verde fue la protagonista absoluta. En la evolución de la trilogía de calle Paz, el estudio detectó que el contacto con la vegetación en altura era uno de los aspectos más valorados por los usuarios. Por este motivo, en Paz 343 se decidió ampliar esta propuesta, incorporando no solo sectores de parrillas, sino también dos jacuzzis rodeados de verde. Esta decisión se basó en la convicción de que tener un espacio natural a disposición cambia el ánimo de las personas y mitiga el efecto de isla de calor urbana.

La vegetación en la azotea cumplió funciones que excedieron lo decorativo. Además de ofrecer un lugar de esparcimiento con vistas privilegiadas de la ciudad, ayudó al reciclado de monóxido de carbono y mejoró la aislación térmica de las unidades del último piso. En la planta baja, el edificio completó su oferta de servicios con un amplio Salón de Usos Múltiples (SUM) y un lobby diseñado con austeridad, donde la iluminación nocturna se proyectó minuciosamente para resaltar las texturas de los materiales con la menor cantidad de artefactos posibles, logrando un efecto de elegancia y eficiencia.

El equipo detrás del trazo y la alianza con Cammanresa

La concreción de un proyecto de esta envergadura fue posible gracias a un equipo multidisciplinario consolidado dentro de Trazos Urbanos. El estudio, encabezado por Jiménez, distribuyó sus tareas para cubrir desde la gestión administrativa hasta la dirección técnica en obra con Ignacio Sánchez, abocado a la gestión de trámites y dibujo de proyectos; Javier Egaña, especialista en la dirección de obras; y Juan Ignacio Clocker, quien se sumó recientemente para colaborar en el diseño inicial y los procesos constructivos.

La ejecución de la obra estuvo a cargo de la empresa Cammanresa, una institución en el ámbito de la construcción en Tandil con una vasta experiencia en proyectos de "llave en mano". Esta alianza estratégica permitió que el estudio de arquitectura pudiera concentrarse en la dirección simple y en asegurar la correcta interpretación de los planos, mientras que la constructora asumió la logística integral, la coordinación de gremios y el planning de materiales. Esta sinergia entre proyectistas y constructores fue la clave para que la trilogía de calle Paz mantuviera sus estándares de calidad a lo largo de los cinco años que transcurrieron desde el primer boceto hasta la entrega de la última llave.

Para los profesionales de Trazos Urbanos, la culminación de Paz 343 no solo cerró una etapa constructiva, sino que reafirmó una visión sobre el futuro de la profesión en la región. La tendencia hacia una arquitectura más consciente, eficiente y honesta ya no es una opción, sino una demanda de los nuevos tiempos. Al mimetizarse con el entorno de Tandil sin ser disruptivo, el edificio logró comunicar su propósito: ser un espacio donde la técnica y la sensibilidad se encuentran para ofrecer una mejor manera de vivir la ciudad.

FICHA TÉCNICA Y DATOS TÉCNICOS

Ubicación: Paz 343, Tandil.

Proyecto y Dirección: Trazos Urbanos, estudio de Arquitectos.

Construcción: CANMANRESA.

Superficie: 14 unidades de 100 m² (semipisos).

Altura: Siete niveles más terraza de amenities.

Recuadro:

Conceptos de Arquitectura Bioclimática aplicados

* Envolvente Térmica: Uso de materiales con alto coeficiente de aislación para mantener la temperatura interna con bajo consumo energético.

* Asoleamiento Selectivo: Diseño de balcones que actúan como parasoles en verano y permiten el ingreso de luz en invierno.

* Ventilación Cruzada: Disposición de aberturas en fachadas opuestas y patios internos para generar corrientes de aire naturales.

* Huella de Carbono: Incorporación de vegetación en altura (terrazas verdes) para la captura de CO2 y regulación térmica del edificio.

Sobre el autor

Ivonne Guevara

Periodista