Hope Aesthetic
Rejuvenecimiento de tercio superior facial con Ácido Hialurónico y Toxina Botulínica
Por Dr. Martín A. Fernández (Especialista en cirugía plástica y reparadora. Director médico de Hope Aesthetic. Director de área quirúrgica de la Clínica Modelo de Tandil. Miembro de SACPER. Miembro de SCPERMDP)
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La zona del tercio superior facial abarca la frente, el entrecejo, el parpado superior y las zonas temporales. Hasta no hace mucho tiempo lo único que se realizaba de manera rutinaria en este sector era el tratamiento con toxina botulínica para disminuir la formación de arrugas dinámicas.
En época de pandemia, las recomendaciones de expertos, nos llevó a utilizar barbijos, los cuales tapan el tercio inferior facial y gran parte del tercio medio, por lo que la atención, gesticulación y comunicación, paso casi con exclusividad al tercio superior, volviéndose un centro de atención.
El proceso de envejecimiento de este sector, está caracterizado por la formación y profundización de arrugas gestuales, disminución del tejido celular subcutáneo, disminución de colágeno y elastina, y reabsorción osea, lo que produce como consecuencia que predominen los resaltos óseos, que los tejidos blandos caigan, y la expresión de la mirada sea cadavérica. Así mismo, un proceso similar se da en quienes bajan mucho de peso o en personas jóvenes deportistas, que disminuyen sus depósitos de grasa del cuerpo pero también del rostro, luciendo más envejecidos.
Hoy desarrollaremos dos de los muchos tratamientos posibles que nos permitirán mejorar el tercio superior en pocos días.
Por un lado el tratamiento con toxina botulínica, ya hemos desarrollado el mismo hace pocas semanas, pero vale refrescar que disminuye la acción selectiva de ciertos músculos faciales y como consecuencia la formación de arrugas de expresión, sobre todo en entrecejo, la región frontal, y las zona periocular. El efecto es menos cara de enojado por no poder fruncir el entrecejo, menos arrugas en la frente, cejas más elevadas, ojos más abiertos y mirada más descansada y fresca. El tratamiento se realiza en consultorio, demora 15 minutos, y el efecto comienza a verse entre el 4to y 5to día. La duración es de 4 a 6 meses, por lo que se debe aplicar 2 o 3 veces al año.
Por otra parte el Ácido Hialurónico lo utilizaremos para contrarestar esa pérdida de volumen, esa laxitud y la reabsorción ósea. El ácido hialurónico es una sustancia natural que tenemos en el organismo pero que se produce de manera sintética y se comercializa en jeringas prellenadas de 1cc generalmente. La aplicación se realiza en consultorio y demora alrededor de 45 minutos. Debe realizarse con mucha destreza y sin apuro alguno, ya que son zonas delicadas para trabajar por la enorme vascularización que presentan. Según el diagnóstico que se realice las zonas a trabajar pueden incluir:
Las zonas temporales, es el área lateral a las cejas que cuando se ve envejecida se encuentra deprimida, hundida, se realiza aplicación de ácido hialurónico de forma profunda y superficial, evitando los vasos temporales, el resultado es un sector recto en vez de cóncavo y la elevación de la ceja y el párpado.
Cejas, hace unos años se descubrió que poseen un compartimento graso que diminuye de volumen con el tiempo, al restaurarlo podemos elevarlas y disminuir la transición con el reborde óseo superciliar.
Frente, se realiza la aplicación en la zona media de toda la frente, zona que se encuentra deprimida y cóncava para conseguir la convexidad asociada a la juventud. Se debe tener precaución con los vasos supraorbitarios y supratrocleares para evitar la inyección intravascular o la compresión externa. En esta zona se trabaja con agujas pero también con cánulas. Las cánulas son delgadas, flexibles y se punta roma, por lo que no pinchan ni traumatizan los vasos de la misma manera que lo hacen las agujas. Como resultado la frente adquiere convexidad nuevamente, pierde protagonismo el arco óseo superciliar, característico del envejecimiento o de la masculinización de la mirada, y se obtiene elevación de las cejas y una miomodulación del musculo frontal, adicional al efecto de la toxina, como consecuencia la frente se arruga menos aún y luce rejuvenecida.
Entrecejo, la aplicación de toxina botulínica hará que no se formen arrugas o que no se profundicen las existentes, pero no hace desaparecer las que ya se formaron y observamos en reposo. Para estas marcas aplicamos ácido hialurónico, como si quisiéramos rellenar un valle entre dos montañas. De esta manera el área se ve más plana y juvenil. Aquí tenemos una alta concentración de vasos sanguíneos por lo que se debe ser cauto y no es algo tan trivial como rellenar una arruga, las aplicaciones se realizan con agujas de manera superficial. Así mismo debemos colocar poco producto para evitar ensanchar el sector y que las cejas se separen.
Zona periocular externa, en la misma zona que aplicamos la toxina para disminuir las llamadas patas de gallo, podemos poner una pequeña cantidad de ácido hialurónico para dar estructura y turgencia, logrando miomodulación y menos formación de arrugas. Como consecuencia se eleva minimamente el canto externo del ojo.
Zona de transición entre parte interna de parpado superior y parte inferior interna de la ceja, esta zona ha sido de gran atención de un tiempo a esta parte, y su entendimiento ha llevado a cambiar el paradigma de embellecimiento de la zona del parpado superior. Anteriormente solo realizábamos blefaroplastía superior, pero los pacientes no siempre se veían mejor, aunque estaban contentos porque se veía menos piel colgando en el parpado. Al aplicar ácido hialurónico en esta zona podemos eliminar la forma de A que se forma y crear un contorno más plano y pleno, quedando la órbita más llena y el ojo menos perdido. La aplicación se realiza con cánula, y en dos o tres sesiones con mínimas cantidades cada vez para evitar sobrecorrecciones.