Atlético Ayacucho lo hizo suyo sobre el final
Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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Atlético Ayacucho se llevó anoche los tres puntos de un emotivo partido con el que se abrió la tercera fecha de la segunda etapa en el torneo de primera división de la Unión Regional Deportiva. En el Agustín F. Berroeta, doblegó por 3-2 a Independiente, alcanzando su línea en las posiciones de la zona denominada Segunda Fase.
Los ayacuchenses sacaron dos goles de ventaja, el local reaccionó, pero cuando todo parecía destinado al reparto de unidades la visita aprovechó un error de su adversario para quedarse con todo.
Los de Juan Gómez golpearon por primera vez a poco de iniciadas las acciones. Iban 9’ cuando Olavarrieta trepó por derecha y, de testarudo, llegó hasta el fondo, su centro encontró una floja respuesta de Triviño, que dio un rebote insospechado y le permitió a Julián Aguirre abrir el marcador.
En su búsqueda de nivelar, Independiente evidenció sus carencias y apenas se acercó con un zurdazo de Avila que Martiarena controló sin apremios, y un tiro libre de Safenreiter que, pese a irse cerca, estuvo siempre bajo el control del arquero.
Cerca de la media hora, Atlético amplió la ventaja, sacando máximo rédito a su segunda llegada a fondo. Un despeje de Olaechea hacia el medio permitió que la acción no se diluya, algo que aprovechó Vicente, cuyo zurdazo superó a Triviño tras un desvío en el mencionado defensor.
Algo de alivio encontró el rojinegro en el descuento de la etapa inicial. Cuando inquietar a Martiarena se le había hecho una misión imposible por su falta de juego (el balón salía limpio de los pies de Heredia pero de tres cuartos hacia adelante escaseaban ideas y precisión), en acción aislada achicó la diferencia. La armó Parolari maniobrando en espacio reducido y finiquitó Franceschetti, tocando a la red desde el área chica.
El empate llegó a los 11’ del complemento. Safenreiter mandó el balón al área, Parolari dominó ayudándose con su brazo y, luego de que la defensa ayacuchense le permita girar, despachó un remate ajustado al palo derecho para el 2-2. A través de una acción que debió ser invalidada, el rojinegro niveló y a partir de allí comenzó a disfrutar de un pasaje favorable.
Los anfitriones empezaron a ganar en la zona media, zona en la que la lucha les había resultado adversa en otros tramos del partido, y se fueron decididamente por el triunfo. No tuvieron mayor profundidad, al igual que en la etapa inicial, e incluso sufrieron en una pelota detenida cuando entre Triviño y el travesaño impidieron el gol de Scandroli.
Con un cuarto de hora por delante, Villar subió la apuesta colocando a Porta para acompañar en la delantera a Parolari y Turri. Así, sobrepobló el área rival, pero ello no le significó que su equipo sea punzante. Y para colmo, en el cierre se quedó con las manos vacías. Olavarrieta volvió a escapar por derecha, su centro no fue preciso pero contó con la invalorable colaboración de Cadona, cuya pifia le permitió a Aguirre conectar al gol, de cabeza, ante la desesperada embestida de Triviño.
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