Tras la salida de Raúl Cascini, sumada a la ya anunciada de Mauricio Serna, se terminó oficialmente la era del Consejo de Fútbol en Boca. Con ese ciclo cerrado, Juan Román Riquelme encara una etapa de reconstrucción que por ahora genera más dudas que certezas. El objetivo es incorporar un mánager. Pero el principal apuntado, Néstor Pékerman, comienza a alejarse del radar por un motivo concreto.

El exentrenador de la Selección Argentina no estaría dispuesto a aceptar un rol dirigencial. Su deseo es seguir vinculado a la dirección técnica y no reconvertirse en un coordinador o responsable de una secretaría técnica, como pretende el presidente xeneize.

Desde el club niegan haber hecho un ofrecimiento formal, aunque reconocen que Pékerman es uno de los nombres que mejor encajan en el perfil buscado por su experiencia, mirada formadora y fuerte vínculo con Riquelme. Sin embargo, puertas adentro admiten que su incorporación es complicada.

¿Es un no rotundo? Todavía no. El propio Riquelme podría intentar una última carta, apelando a la buena relación personal que mantiene con Pékerman, especialmente en medio del delicado momento deportivo e institucional que atraviesa el club. Sin embargo, la chance es remota.

Mientras tanto, en Boca aclaran que no hay apuro. A pesar de la impaciencia de los hinchas y las urgencias del equipo, el proceso de reestructuración post Consejo de Fútbol se tomará su tiempo. La prioridad es tomar decisiones sólidas que permitan al club salir del desconcierto actual.

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Roger Rotonda

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