Independiente se despabiló justo a tiempo y se puso 1-0
Tras dilapidar una ventaja de 24, el equipo de Hartstock se aferró a un apretado 88-83 sobre Ferro de General Pico. Puente, de fabuloso primer cuarto, lideró el goleo del juego con 31. La serie continuará el jueves en la capital pampeana.

Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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Cuando todo se le desmoronaba, Independiente reaccionó a tiempo para adelantarse en su primer playoff de la Liga Federal de Básquetbol. En el Duggan Martignoni, doblegó por 88-83 a un Ferro Carril Oeste de General Pico que se restableció de un déficit de 24 tantos, disfrutó de manera efímera de la delantera y se fue con las manos vacías de Tandil pero dejando una imagen final muy distinta a la que irradió en determinados pasajes del juego en los que directamente se vio avasallado.

Lo ocurrido en el cuarto inicial invitaba a los rojinegros a ilusionarse con una noche sin sobresaltos. En esos primeros diez minutos, el equipo de Hartstock pasó por encima de su rival, con sostenido dominio en ambos costados del rectángulo.
Prevaleció en defensa con cortes en primera línea, selló cada camino hacia su canasto, mostró capacidad para asegurar el rebote en cristal propio (con Zulberti como abanderado en esa tarea) y no dejó siquiera ilusionarse a los pampeanos con el uno contra uno de Cadillac, habitualmente dominante ante los bases rivales a la hora de trabajar de espaldas al cesto.
En ataque, hubo dos líderes bien establecidos. Yarza hizo estragos con sus cortes por el eje, mayormente para definir pero también abasteciendo a sus compañeros, y Puente jugó el mejor cuarto de su carrera con una descomunal puntería en tiros lejanos, cerrando el parcial con 21 puntos, incluidos seis bombazos desde el perímetro.

La tendencia tuvo continuidad en el arranque del segundo capítulo. Yarza siguió siendo indomable, Puente acertó una vez más desde atrás de la medialuna y Weisbeck, también desde allí, encontró sus primeros puntos de la noche para que el superávit rojinegro toque su techo (56-32).
Era lógico que el juego, en determinado momento, comenzara a equipararse y así fue. Sin el vértigo que mostró su rival para conseguir tan holgada ventaja, la recuperación pampeana fue paulatina pero firme.
La salida de Zulberti le dio otro tipo de licencias a la visita en el tablero ajeno, que con la insistencia de Núñez comenzó a reducir la desventaja. Ello obligó a Hartstock a plantar una zona 2-3, en el marco de un trámite más nivelado y una ofensiva local que comenzaba a sufrir cierta merma.
Tras aquel fatídico 56-32, Ferro respondió con un furioso parcial de 16-0, iniciado en el cierre de la primera mitad y propagado hasta el arranque del tercer cuarto, tramo en el que el local demoró 3’40” en anotar por primera vez.

Si bien, más tarde Independiente logró despegarse hasta márgenes cercanos a los quince tantos, aquella sensación de partido definido que comenzaba a sobrevolar el Martignoni ya no era tal.
A esa altura, los tandilenses extrañaban horrores los puntos de Puente y Yarza, muy desmejorados en su andar, sin las herramientas colectivas necesarias para paliar la crisis ni individualidades que tomasen la posta. La ráfaga de Zulberti, con un par de dobles y un triple inverosímil lanzado sin ningún tipo de equilibrio corporal, le permitió al ganador mitigar la euforia pampeana pero no eludir ese final cerrado que empezaba a palparse.
La explosión de Abdala y la fortaleza de Núñez en la pintura hicieron el resto para que los de Arce piensen decididamente en la victoria.
Fugazmente, la visita se fue arriba -por primera vez en el partido- a falta de 4’30” para el epílogo (73-74). Emergió entonces la figura de un Weisbeck decisivo para el desenlace. El olavarriense enderezó la noche discreta que venía teniendo con un puñado de apariciones de implicancia sideral en el destino del partido. Aportó 8 puntos casi consecutivos (sólo se interpuso un libre de Yarza), con los que no sólo puso nuevamente arriba a los suyos, sino también estableció un margen tranquilizador dada la cercanía del final.

Con un libre de Tobías Rodríguez, Independiente se puso 84-81 a 25” del cierre y comenzó a sentirse vencedor en la acción siguiente, cuando Bilat falló desde inmejorable posición.
Así, hubo un gigante desahogo rojinegro tras eludir lo que hubiese sido un golpe demoledor de cara al desafío de conquistar tierra pampeana.
INDEPENDIENTE 88-FERRO CARRIL OESTE 83
Tobías Rodríguez 9
Ariel Weisbeck 13
Álvaro Yarza 20
Manuel Puente 31
Ignacio Zulberti 14
Francisco Saucedo 1
Segundo Lasarte 0
Francisco Ullúa 0
Bautista Pedone Diez 0
Renzo Montoya 0
DT: Emmanuel Hartsock
Cristian Cadillac 1
Sahir Abdala 21
Ignacio Alem (x) 14
Matías Núñez 20
Ramiro Paz 9
Valentín Campano 4
Pablo Bilat 12
Valentino Occhi 2
Joaquín Otier 0
DT: Emiliano Arce
Cancha: Independiente.
Árbitros: David Suárez y Alejandro Chantiri (ambos, de Olavarría).
Parciales: 32-13, 56-40 y 70-63.
El destacado
Ariel Weisbeck
Sacó la cara por el rojinegro cuando sobrevino su más álgida crisis. Con varias apariciones oportunas en el tramo final, reactivó una ofensiva en caída libre.
-Los Indios de Junín 78-Atenas de La Plata 61
-Colón de Chivilcoy 77-Somisa de San Nicolás 73
-Estudiantes de La Plata 68-San Martín de Junín 69
