Nadal va por su décima consagración en París
El español Rafael Nadal, considerado el mejor tenista de la historia sobre polvo de ladrillo y ganador de Roland Garros en nueve ocasiones, la última hace tres años, buscará hoy su décima corona en París para aumentar su leyenda frente al suizo Stanislas Wawrinka, un rival que si está en un buen día puede complicarlo, así le ganó la final de un Grand Slam en Australia 2014, aunque esa vez sobre superficie rápida.
Nadal, ex número uno del mundo y actualmente cuarto en el ranking de la ATP, se medirá con Wawrinka (3) desde las 10.10 (hora de Argentina) en una definición en la que los antecedentes previos favorecen ampliamente al español, con quince victorias contra apenas tres del suizo, la mencionada en Australia de hace tres años, más Roma y París en 2015.
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El tenista nacido en Mallorca hace 31 años se instaló en la final del torneo que se juega en Bois de Boulogne merced a dos semanas en un nivel extraordinario en las que no cedió ni un set y venció en fila al francés Benoit Paire, al holandés Robin Haase, al georgiano Nikoloz Basilashvili, a sus compatriotas Roberto Bautista Agut y Pablo Carreño Busta, y en semifinales arrolló al austríaco Dominic Thiem, considerado su sucesor sobre polvo de ladrillo.
Wawrinka, por su parte, ganó tres Grand Slam en su carrera, Australia 2014, Roland Garros 2015 y el US Open 2016, se instaló en la final tras haber superado al eslovaco Josef Kovalik, al ucraniano Alexandr Dolgopolov, al italiano Fabio Fognini, al francés Gael Monfils, al croata Marin Cilic y en semifinales al número uno del mundo, el británico Andy Murray por 6-7 (6), 6-3, 5-7, 7-6 (3) y 6-1, en el mejor partido que tuvo el torneo.
“Nadal sigue siendo un monstruo contra quien es casi imposible jugar en Roland Garros. Pero en una final todo es posible”, adelantó el suizo de 32 años.
El suizo, ganador de 16 torneos de la ATP, el último el mes pasado en Ginebra, es consciente de que el favoritismo estará del otro lado de la red, pero fiel a su estilo no se dará por vencido e intentará que su perfecto revés le haga daño al mallorquín, y además deberá estar fuerte mentalmente y lastimar con su servicio. (Télam).
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