UN SÍMBOLO DEL AURINEGRO
“Tony” Bertoya, a diez años del ascenso
El histórico arquero de Santamarina se refirió al salto de categoría conseguido en 2014. Remarcó que las frustraciones anteriores sirvieron para alcanzar el objetivo.
En medio de su álgido momento deportivo, Santamarina cumplió ayer los diez años del ascenso conseguido a la B Nacional.
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Aquel 29 de abril de 2014, el aurinegro se impuso a Juventud Unida de Gualeguaychú, y se adjudicó el primer puesto en la ronda final del Argentino A, para dar el ansiado salto a la segunda categoría.
Para recordar una fecha tan cara al sentimiento aurinegro, el programa Último Bondi (104.1) contactó a Daniel “Tony” Bertoya, arquero del equipo que dirigía Duilio Botella.
-¿Qué es lo primero que recordás al repasar aquella campaña?
-Una sensación de alivio. Después de haber luchado durante tantos años, haber perdido finales o instancias cercanas al objetivo, esa vez se nos dio. Sufriendo hasta el final, pero de manera merecida redondeamos una gran campaña.
-¿El triunfo anterior frente a la CAI de Comodoro Rivadavia, en Tandil, les hizo pensar que ya no se escapaba el ascenso?
-La verdad que nos fortaleció. Nosotros habíamos perdido con Tiro Federal de Rosario y quedamos alejados de la punta. Me acuerdo que tuvimos una práctica en las canchas de El Potrero, un día de mucha lluvia, y el profe De la Piedra nos hizo una charla muy valiosa. Desde ese momento el equipo creció, ganamos mucho y logramos el ascenso.
-Era un equipo fuerte en cuanto al relieve de sus individualidades y un cuerpo técnico capacitado. ¿Qué otros puntos considerás como clave para ese logro?
-Nombraste una gran base de lo que te lleva a conseguir éxitos. Nos alineamos detrás de la idea del cuerpo técnico, que predicó con el ejemplo del trabajo. Cuando no hay tantos recursos pero sí calidad humana, todo se suplanta con esfuerzo y dedicación. Después, teníamos jerarquía en ciertos puestos. Por nombrar uno, el año que tuvo Pablo Vilchez fue impresionante. Con Martín Michel, conformaron una delantera tremenda.
-Hablabas de las chances anteriores perdidas, como la de 2010 ante Patronato y la de 2013 con Sportivo Belgrano. ¿Qué recordás de esas situaciones?
-En la de Patronato, el equipo llegó muy diezmado en lo físico. Era un plantel demasiado corto y jugamos demasiados partidos seguidos. De hecho, tuvimos otra posibilidad en la Promoción con la CAI, pero estuvimos lejos.
Y en San Francisco quedamos muy cerca, empatamos los dos partidos y ellos ascendieron por ventaja deportiva, con un penal que mejor ni acordarnos. Menos mal que pasó rápido y al año siguiente logramos el objetivo.
-¿En tu caso, en 2010 jugaste mucho tiempo lesionado?
-Sí, tendría que haber estado parado dos meses. Jugué diecinueve partidos con un grado 2 de lateral interno. Justo en ese semestre nos pasó lo del problema de salud del “Mono” Ijurco, y el otro arquero era Esteban Poli, que era muy chico. Hacíamos lo que podíamos.
-En la tarde del ascenso estuvieron 1-1 al cabo del primer tiempo. ¿Aparecían los fantasmas o tenían la convicción de ganar?
-Me acuerdo de ese entretiempo. La sensación era que el equipo estaba muy fuerte, estaba convencido de que no se nos iba a escapar. Había esa seguridad, a partir del carácter que teníamos. Lo que habíamos vivido antes, nos sirvió para que no vuelva a pasar.
-El regreso a Tandil fue con una caravana inolvidable.
-Sí, lo de la gente fue emocionante. No recuerdo otra movilización similar por el fútbol en estos niveles. Cada vez que estoy en Tandil, los que vivieron esa época me lo recuerdan. También habían viajado muchos a Gualeguaychú, llenaron la tribuna esa tarde.
-¿Seguís la actualidad de Santamarina?
-Lo sigo por los resultados, pero no he visto partidos. Sé que todavía no tuvo victorias, en una categoría en la cual la localía es muy importante. Supe del cambio de cuerpo técnico, ojalá sirva para que el equipo mejore.
-¿Mantenés vínculo con los compañeros de aquel ascenso?
-Sí, estamos en contacto. Incluso está la idea de juntarnos por este aniversario. Yo estoy en Rosario por temas personales, pero la gran mayoría se va a reunir.
-¿Cómo fue tu última experiencia formando parte de un cuerpo técnico en Chile?
-En febrero, terminé mi vínculo con Audax Italiano, después de catorce meses. Una experiencia inolvidable en todo sentido, con un crecimiento personal. Encontré una liga organizada, tal vez no tan competitiva como la argentina, pero con una infraestructura muy buena.