La microbiota y el futuro de la salud personalizada
Se impulsa una nueva visión de la medicina, centrada en la prevención y el bienestar integral. Cómo con pequeños cambios en el estilo de vida, junto a una mirada clínica interdisciplinaria, pueden mejorar la calidad de vida individual y colectiva.
Un tema que ha ganado notable relevancia es el estudio de la microbiota, especialmente la intestinal, considerada por muchos como el "segundo cerebro" por su profunda conexión con diversos sistemas del cuerpo.
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Fernando Traverso, bioquímico especialista en Microbiología Clínica y Magister en Microbiología Molecular, explicó que la microbiota “es el conjunto de microorganismos que habitan nuestro cuerpo. Aunque existen en diversas áreas como la piel, la más estudiada y vinculada a la salud y enfermedades es la microbiota intestinal, anteriormente conocida como flora intestinal”.
En diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios, el bioquímico apuntó que “esta conexión se da a través de mediadores que producen las bacterias intestinales, los cuales viajan por el torrente sanguíneo y alcanzan diferentes órganos, como el cerebro y el hígado”.
Factores que influyen y cómo se estudia la microbiota
La microbiota “se hereda y se modifica con el tiempo por múltiples factores. Algunos son inalterables, como el tipo de parto y la lactancia, mientras que otros sí pueden ser modificados, como la alimentación, la actividad física y factores ambientales”, indicó Traverso.
“Hoy en día, existen kits comerciales que permiten analizar la microbiota intestinal a partir de una muestra de materia fecal. El proceso implica extraer el ADN de las bacterias, secuenciarlo para determinar su código genético, y así "ponerle nombre y apellido" a cada bacteria o a sus productos metabólicos, generando un "mapa" informativo de cada individuo”, indicó.
Sin embargo, Traverso enfatiza una salvedad importante: estos tests “no son diagnósticos, sino informativos. Un comité de expertos reunido en febrero de este año estableció que aún falta mucho camino por recorrer para establecer una relación causa-efecto definitiva entre una bacteria específica y una enfermedad”.

Por ello, “es fundamental que la interpretación de estos resultados sea supervisada por un grupo de profesionales, como un médico clínico, un nutricionista o un gastroenterólogo. La idea es utilizar esta información para evaluar posibles modificaciones dietarias o de estilo de vida y, quizás, reevaluar al año siguiente para ver cambios”, enfatizó.
Y apuntó que, aunque en la Argentina ya se pueden realizar estos estudios, “no hay tantos estudios de correlación de laboratorio con la clínica como en otros países como España o Reino Unido. Además, todavía no hay consenso sobre su uso generalizado para toda la población, y son estudios que pueden ser costosos y no siempre cubiertos por obras sociales o prepagas”.
La medicina en la era de la prevención y la personalización
El laboratorio hoy desarrolla una tendencia hacia una medicina más preventiva. En este punto, Traverso observa “cambios en el perfil de pedidos de laboratorio, con una mayor solicitud de estudios hormonales, de oligoelementos o marcadores nutricionales, como dosajes de selenio o zinc, que antes no eran comunes”.
Y destacó que “la tecnología ha hecho que estos métodos de medición sean más accesibles, proporcionando un mapa más completo de la salud del paciente”.
Y esa evolución lo que busca es que sea “una medicina más personalizada, centrada en la prevención, sin dejar de lado el diagnóstico y tratamiento de enfermedades agudas o crónicas. Un seguimiento continuo, contrastando distintas muestras en diferentes períodos, permite evaluar la evolución del paciente ante tratamientos o cambios en el estilo de vida”.

Y por ello destacó que el rol del bioquímico es fundamental en este proceso. “No solo se trata de realizar análisis con exactitud y precisión, sino de aportar desde la clínica, conociendo al paciente, su medicación y sugiriendo análisis complementarios si fuera necesario. Esto implica un trabajo en tres fases: preanalítica (toma y conservación de la muestra), analítica (uso de técnicas y equipamiento) y post-analítica (verificación de resultados y sugerencias)”, detalló.
Conciencia en el cuidado personal y la comunidad
El bioquímico apuntó que “en general, se observa que la gente está tomando mayor conciencia de la importancia de los controles anuales (médicos, de laboratorio, de imágenes)”. Esta actitud, “sumada a una mayor coordinación interdisciplinaria entre los profesionales de la salud, busca un beneficio integral para el paciente”.
En definitiva, “el avance continuo en el estudio de la microbiota y la tecnología de laboratorio promete un futuro con enfoques más preventivos y personalizados en medicina, aunque aún con desafíos en validación y acceso”.

La clave, según Traverso, “radica en adoptar pequeños cambios hacia una vida más equilibrada, una alimentación variada y consciente, y una mayor conexión con uno mismo y la comunidad”.
Al bioquímico Fernando Traverso lo pueden encontrar en MicroLab: @microlabtandil / 2494 674849