El legado de Amalia Indart de Otero: Un aporte crucial para la UNICEN
La licenciada Verónica Otero, sobrina-nieta y ahijada de Amalia Indart de Otero, brindó en el desayuno de Tandil Despierta el rol fundamental que tuvo su tía abuela en la gesta inicial de la Universidad de Tandil, hoy la Universidad Nacional del Centro (UNICEN).
Amalia Indart de Otero, aunque no era oriunda de Tandil, se casó con Manuel Otero, un miembro de una antigua familia de la ciudad. Quedó viuda muy joven y no tuvo hijos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailPersonalidad: Era una persona con muchísimo carisma, sumamente alegre y con un gran ímpetu y compromiso social.
"La Renga Otero": Padeció polio, lo que la obligaba a usar zapatos especiales y la hacía renguear. Sin embargo, no se ofendía por el apodo, demostrando una gran fortaleza de carácter.
Alegría de vivir: Su alegría era tal que celebraba sus cumpleaños con gran entusiasmo; su cumpleaños número 60 fue festejado durante tres días seguidos.
Compromiso social y político: Estaba afiliada a la Unión Cívica Radical y participaba activamente a través de los medios.
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La donación "secreta" para la Universidad
La Lic. Verónica Otero relató la historia familiar transmitida oralmente sobre el momento en que Amalia Indart de Otero se sumó a la iniciativa liderada por el Dr. Sarini, principal impulsor de la universidad.
El pedido: El Dr. Sarini visitó a doña Amalia buscando contribuciones voluntarias para comprar el primer espacio físico de la universidad.
La respuesta: Después de escucharlo, Amalia Otero pidió su cartera, sacó la chequera y miró a Sarini preguntando: "¿De cuánta plata estamos hablando? ¿Le parece bien esto?"
Ads Una cifra Importante: La donación fue un cheque por una cifra importante. Sarini se quedó atónito y le preguntó si estaba segura, temiendo un error en la cantidad de ceros.
El motivo: La respuesta de Amalia fue el corazón de su gesto: "No, porque yo quiero que mis sobrinas nietas y otros chicos de Tandil y de la zona puedan estudiar acá y no tengan que irse."
Destino de los fondos: La contribución de Amalia fue destinada a la compra de la casa de la calle Pinto, la primera sede propia que marcó el inicio de la universidad.
El secreto: Amalia Indart de Otero pidió a Sarini que la donación quedara en secreto, "entre usted y yo". La familia Otero mantuvo esa historia desde la oralidad, sabiendo que la identidad de la generosa benefactora no era conocida por todos.
Los frutos del Gesto
La licenciada reflexionó sobre el significado del aporte de su tía abuela, que se enmarca en un contexto donde la educación era un valor central para la sociedad de Tandil.
Visión de progreso: Doña Amalia y su generación tenían el ideal de que la educación aportaría progreso y tendría consecuencias "inmedibles" para la ciudad.
Ascenso social: La llegada de la universidad permitió el ascenso social y el acceso a estudios universitarios a hijos de familias que nunca antes habían pisado una universidad.
Ver el Sueño Cumplido: Amalia Indart de Otero murió en 1984 y tuvo la satisfacción de ver a tres de sus cuatro sobrinas nietas egresadas de la Universidad Nacional del Centro.
Hasta el final: En sus últimos años, a pesar de las limitaciones de una silla de ruedas, su sobrina la sacaba a pasear por Tandil, permitiéndole visualizar el crecimiento del Campus y las obras de la UNICEN.