Litto Nebbia, en una charla íntima y generacional con Cultura Zip
Una entrevista que pasó por varios temas, y que muestra a un ícono de la música nacional desde su lado más humano.

Litto Nebbia, uno de los pilares del rock nacional, y referente de un sinfín de artistas actuales, se aventuró en una profunda charla con Cultura Zip, una de las propuestas más frescas de El Eco Streaming, en la cual tocó diversos temas, mostrando su característica franqueza y sabiduría. Una nota que, a pesar de estar marcada por la diferencia generacional, encontró varios puntos en común entre el reconocido artista y la juventud de Manu, Martín y Nico.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl primer tema fueron las reuniones sociales, y su tendencia a charlar o retraerse en nuevos grupos, teniendo en cuenta el desgaste de la interacción social que conlleva la cantidad de shows que realiza en su cotidianeidad. “Yo misturo... si me siento a gusto en el lugar que estoy, la verdad que no importa el almanaque, la generación, el género... tengo mil cosas siempre de mi larga trayectoria para contar y ejemplificar”. Sin embargo, también admitió que a veces, y sobre todo después de giras largas, prefiere mantenerse al margen y dejar que los demás tomen el protagonismo.
Temas de conversación
Respecto a los temas a tocar en reuniones grandes, aseguró que trata de no meter la política, y explicó sus razones con una perspicaz reflexión: "Veo que lo que se está discutiendo a nivel general desde las redes sobre política es nada más que por la simple razón de que esas plataformas te dan esa posibilidad que cualquiera puede hablar, comentar y dar su opinión, muchas veces sin ningún tipo de fundamento”.
Si bien valora la libertad de expresión, lamentó la cantidad de "boludeces" con las que se cruza cuando enciende su celular. Como figura pública, prefiere centrarse en su arte: “Si me van a hacer una entrevista sobre la música que hago, sobre mi trayectoria, sobre cultura, sobre cine, sobre arte en general, prefiero estar dentro de esa onda y no desviarme”. Aclaró que, a través de sus canciones y comentarios, sus preocupaciones sociales, compartidas por "muchísimos argentinos", se hacen evidentes, sin tener que caer en la literalidad.
La nueva generación de artistas
Nebbia analizó el fenómeno de los nuevos artistas argentinos que alcanzan trascendencia mundial, un contraste con épocas anteriores donde la fama se consolidaba primero a nivel nacional. Para él, no se trata solo de la fama en Argentina, sino de un cambio en las pautas del negocio “acompasadas con lo que es la tecnología, las posibilidades digitales virtuales”. Esta nueva realidad, describió, “posibilita otra rapidez, otra suerte de comunicación”.
Respecto a cómo se lleva con esta nueva ola de talentos, Litto afirmó que se relaciona bien “en la medida que tengamos cosas para compartir de cariño por el arte y reglas básicas que tienen que ver con lo que es la belleza, el tema de la refinación artística en cuanto a armonías, melodías y modulaciones”. Reconoció que, como le ocurrió siempre, hay artistas que le gustan y otros que no.
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Destacó positivamente a Catriel y Paco Amoroso, señalando que su música tiene “atrás además una banda de muy buenos músicos que hacen unos arreglos impresionantes, unos contrapuntos impresionantes, hay improvisaciones musicales, hay líneas melódicas, hay un montón de cosas para destacar”. En contraste, expresó que con muchos artistas del rap, de los que valora el contenido social de sus letras e improvisaciones, se "aburre" con propuestas donde la música no existe porque “es toda una sola nota, con una persona hablando o rimando sobre determinado tema”.
Una divertida anécdota que guarda relación con Tandil
Litto compartió una graciosa anécdota de su relación con Tandil. A sus 30 años, tuvo un problema en la voz debido a "ciertos excesos de tomar alcohol y fumar", que le causaron un edema y un pólipo en la garganta, afectando sus notas agudas y graves. Le recomendaron un médico de Tandil, el doctor Magaró, a quien describe como "un mago" y quien también operó a Rubén Rada y Roberto Goyeneche. Tras la operación, y movido por el temor a los médicos, Nebbia confesó haberse "escapado del hospital" para ir a un bar y pedir un licuado de whisky helado. Dos días después, tenía una gira y se recuperó milagrosamente: “Al segundo o tercer día se va abriendo la garganta y al cuarto día parecía un tenor”, bromeó. Un método si se quiere particular, pero que a él le resultó efectivo, así que no se lo vamos a discutir.
El músico también explicó que su apretada agenda, con giras constantes desde los 12 o 13 años, le impide conocer a fondo las ciudades que visita: “No hay tiempo porque vos manejás, por una cuestión de lo que es no solamente lo vertiginoso de este laburo, sino también el tema de producción de los costos del tiempo”. Asimismo, destacó que habitualmente le gusta "darle el espacio a músicos de la ciudad" donde se presenta, como fue el caso de Tandil, el pasado sábado, en el que Julieta De La Canal, una artista local, abrió su show.
El Litto de todos los días
Llegando al final de la charla, reveló su lado más cotidiano, admitiendo ser "noctámbulo" y dedicarle mucho de ese tiempo de trasnoche a una de sus máximas pasiones, el cine. Colecciona películas, especialmente westerns, thrillers y cine noir clásico, pero también disfruta de las nuevas producciones, particularmente las nórdicas, las cuales, según él, le permiten encontrarse con nuevas historias que hoy el cine de sala no tiene, por haberse transformado “en una cosa excesivamente comercial”.
Opinó que muchas de estas producciones, que vamos a llamar encomilladamente ”alternativas", son “dirigidas por muy buenos directores, muy buenos iluminadores y muy buenos artistas que no tienen trabajo en el cine tradicional”. Consultado por una recomendación que le haya gustado recientemente, destacó "Mobland", una serie inglesa protagonizada por Helen Mirren y Tom Hardy.
Lo más lindo y lo más difícil de la fama
Nebbia sostuvo que lo mejor de ser músico es “dedicarse con este ánimo de vocación, que te da una apertura, una actitud frente a la vida que es impresionante porque vos te vas a dedicar, vas a trabajar y vas a vivir de lo que a vos te gusta”. Para él, el arte es una “dedicación que está muy bordeada de la cuestión espiritual”, y toma las adversidades y los traspiés como “motores de adversidad para poder seguir adelante haciendo lo que uno le gusta”.
Actualmente, brinda shows de "mínimamente una hora y media" de duración, por el cual navega entre canciones "viejas, nuevas, e inéditas", y se permite un momento para explicar sus composiciones y narrar algunas anécdotas unidas a sus creaciones. Aunque suele incluir "tres o cuatro de las canciones que son más conocidas históricamente", el resto son temas menos difundidos, buscando que el público descubra su vasto repertorio. Define como una "bendición" poder congregar a distintas generaciones en sus shows, lo que, según él, se logra siendo “fiel a vos mismo, en lo que vos comenzaste a hacer, y en la conciencia de ir optimizando tu música todo el tiempo”.
Por último, para quienes deseen adentrarse en su discografía, Litto recomendó uno de sus últimos álbumes, el penúltimo, que lleva por título “Nunca encontraré una casa como la que hay en mí”.
Sobre el autor
Lic. en Comunicación Social y periodista digital.