Murió Ozzy Osbourne, cantante de Black Sabbath y leyenda del heavy metal
El artista falleció rodeado de su familia pocos días después de su última aparición junto a Black Sabbath. Su carrera marcó la historia del rock con una impronta única e irrepetible.

Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y figura indiscutible de la música mundial, falleció en la mañana del martes rodeado por su familia, según confirmó un comunicado firmado por su esposa Sharon y sus hijos Jack, Kelly, Aimee y Louis. La noticia llega pocos días después de su última actuación en Villa Park, Birmingham, junto a los miembros originales de Black Sabbath.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Con una tristeza mayor de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estuvo acompañado de su familia y rodeado de amor”, señaló el mensaje difundido por la familia, que pidió privacidad en este momento de duelo.
Durante esa última presentación, el “Príncipe de las Tinieblas” compartió el escenario con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, en lo que fue promocionado como “el mayor espectáculo de heavy metal de la historia”. Ozzy interpretó un repertorio breve de cinco canciones y se despidió del público con una sonrisa, en un show que incluso incluyó un momento familiar emotivo: Sid Wilson, pareja de su hija Kelly, le propuso casamiento durante el evento.
Una vida marcada por la música, la oscuridad y la reinvención
John Michael Osbourne nació en Birmingham en 1948. Tuvo una juventud difícil. Abandonó la escuela a los 15 años, trabajó en distintos oficios y cumplió dos meses de cárcel por robo antes de encontrar en la música su destino. Inspirado por The Beatles, formó sus primeras bandas a fines de los años '60, hasta consolidar junto a Iommi, Butler y Ward la histórica agrupación Black Sabbath.
El álbum debut del grupo en 1970 y el éxito rotundo de “Paranoid” convirtieron a la banda en pionera del metal, gracias al sonido oscuro de sus guitarras y las letras que exploraban lo oculto y lo existencial. Sin embargo, los excesos de la vida en la ruta pasaron factura y, en 1978, Ozzy fue despedido del grupo tras una etapa marcada por las adicciones.
Lejos de apagarse, el artista renació como solista con el disco Blizzard of Ozz en 1980, que incluyó clásicos como “Crazy Train”. Su carisma, excentricidad y mística oscura lo elevaron al estatus de leyenda. Aquella imagen de Osbourne mordiendo la cabeza de un murciélago en pleno concierto quedó para siempre grabada en la cultura popular.
Junto a su esposa Sharon —quien se convirtió en su mánager clave— y sus hijos, Ozzy también conquistó la pantalla chica en 2002 con el reality The Osbournes, que rompió récords de audiencia en MTV y mostró el costado más íntimo del cantante.
Enfermedad, despedida y legado
En 2020, Ozzy reveló que padecía Parkinson, un diagnóstico que marcó el comienzo del retiro. El desgaste físico fue notorio en los últimos años, aunque nunca se apartó del todo de la música. Su reencuentro con Black Sabbath, la creación del festival Ozzfest y sus álbumes en solitario lo mantuvieron vigente hasta el final.
La última reunión con Sabbath cerró un ciclo. En ese mismo escenario donde empezó todo, Ozzy Osbourne se despidió del público como una leyenda viva. Hoy, ese capítulo se cierra para siempre.