El auge de la limpieza del hogar a base de productos naturales, pensando en la salud y el medioambiente

A día de hoy, todo lo relacionado con lo ecológico o sostenible está en auge. Hay que reciclar, hay que cambiar nuestros hábitos, hay que pensar en verde, reforestar nuestros bosques, reducir la emisión de carbono, reducir la emisión de compuestos orgánicos volátiles y hay miles de ideas para decir que somos más respetuosos con el medio ambiente.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSin dudas, uno de los asuntos que se ha vuelto central desde el comienzo de la pandemia es el de la higiene, tanto personal en el lavado de manos, como la limpieza de superficies y el cuidado en general.
Podría decirse que la continuidad de estas prácticas ha llegado para quedarse, y en ese contexto, donde el exceso del uso de alcohol, amonio cuaternario, lavandina y unas cuantas sustancias nocivas más comenzaron a generar irritaciones, alergias, cortaduras en la piel y hasta intoxicaciones, mucha gente pasó de desinfectar sin parar con productos tóxicos, a buscar alternativas más saludables y ambientalmente equilibradas.
Así nació la tendencia de la limpieza sustentable, que está representada por emprendimientos que trabajan bajo criterios de sostenibilidad y economía circular, que rápidamente se han expandido y tan bienvenidos resultaron para una gran parte de la comunidad al reconocer su eficacia.
De esta manera, detergentes sólidos o líquidos, desengrasantes, jabones para la ropa, polvos abrasivos, limpiadores multiusos, blanqueadores y hasta esponjas hechas de yute o vegetales están experimentando un auge que busca seguir colándose en más hogares.
Más allá de dejar de contaminar el agua y con ella las napas, la tierra y el aire, este tipo de artículos conllevan el concepto de cuidado medioambiental y salud en su integridad, porque la mayoría son elaborados mediante métodos ecológicos y con materia prima orgánica, así como también buscan que sus recipientes sean retornables o bien biodegradables.
Conciencia ambiental
Tere Macario es de La Plata y luego de recibirse de profesora de Historia del Arte decidió salir a recorrer un poco el país, sin saber que se quedaría más de lo esperado en el sur, precisamente en El Chaltén.
En esa villa del Parque Nacional Los Glaciares, en la provincia de Santa Cruz, empezó un camino de conexión con la naturaleza casi inevitable, ya que como ella misma recuerda, podía ver árboles y montañas desde cualquier perspectiva, invitándola a una reflexión profunda sobre el medioambiente y todo lo que tenemos a nuestro alcance para cuidarlo.
Además, ahí conoció a su compañero de vida con quien decidieron y eligieron instalarse en Tandil. Fue acá que se definió por ofrecer a la comunidad productos ecológicos para emplear en la vida cotidiana.
Como compartió con “Hábitat y Conciencia” de El Eco de Tandil, primero como usuaria realizó un estudio de la disponibilidad de este tipo de valores en la ciudad, y si bien encontró mucho relacionado a la alimentación y la cosmética, poco vio sobre artículos sin químicos para la limpieza del hogar.
Después de eso llegó la decisión de encaminarse hacia Limonia, el emprendimiento a través del cual invita a ser más consciente y cuidar el planeta, que tienen sus bases fundamentales en el consumo responsable, la vida sustentable, economía circular y cooperativismo, y en valorar la salud integral y el cuidado del cuerpo.
Hacer cultura
La convicción de Tere es clara. Dejar de contaminar con productos que son posibles de reemplazar por otros confeccionados a base de plantas, materia prima ecológica y sustentable; y concientizar sobre ello.
Además, su compromiso va mucho más allá porque como aseguró, ella es “una persona política” que hace acciona y se entromete con fervor en aquello que cree justo. Así fue que manifestó su preocupación por la instalación de granjas porcinas en nuestro país, por el uso indiscriminado de agroquímicos para la producción de alimentos y la búsqueda constante en tratar de revertir la cultura del consumo y deshecho sin fin.
“Generalmente, en nuestro día a día, tendemos a vivir desde la comodidad y la rapidez, sin tiempo, y muchas veces nos olvidamos de frenar a pensar en lo que hacemos, cómo lo hacemos, hacia dónde vamos”, planteó.
Su emprendimiento, entonces, nació para saldar esas distancias, con el objetivo de promover un estilo de vida dónde se respeten los tiempos de la naturaleza, se repiense el ritmo de vida y se cuestionen los modos de consumos establecidos.
Además de los productos de limpieza sustentable, a través de Limonia Tere es embajada en Tandil de Gigabrick, un ladrillo ecológico desarrollado por Proyecto Reciclemos, que con la colaboración de la gente recolecta colillas de cigarrillos de playas, plazas y calles. Con ellos se rellenan botellas plásticas limpias y sin roturas, las tapan bien y luego se transforman en ladrillos.
Los indispensables
Los elementos de limpieza que priorizan la salud ambiental y personal, proponen la reducción del consumo de plástico, ofreciendo envases retornables para volver a ser utilizados, y son elaborados a partir de materia prima con ingredientes nobles y naturales.
En el caso de los detergentes sólidos, por ejemplo, son más duraderos y se evita el residuo plástico. Entre sus otras tantas ventajas, permite ahorrar dinero, y es capaz de cuidar las manos a la vez de cumplir con el objetivo de dejar la vajilla súper. Idealmente debe aplicarse con esponja de yute o vegetal y conservarse en una jabonera de madera seco.
Generalmente las esponjas de yute son tejidas artesanalmente, y las de vegetal (luffa) se pueden conseguir entera o en “rodajas”. Estas resultan alternativa sustentables a la esponja plástica tradicional, y como si fuera poco duran muchísimo más, son muy cómodas y cuando se terminan de usa pueden ir tranquilamente al compost.
En el caso de los desengrasantes, lo que hacen es combinar el ácido cítrico de las frutas con el ácido acético del vinagre, su uso es muy amplio ya que sirve para placas de horno, hornallas, rejillas y todo lo que esté sucio. La sugerencia es aplicarlo y dejarlo actuar por unos minutos para luego limpiar con cepillo o esponja y jamás mezclarlo con lavandina.
Otro de los indispensables dentro de la gama de productos ecológicos para el hogar es el polvo limpiador, que tiene poder abrasivo. Entonces, donde sea necesario pulir, dar brillo o quitar sarro, se puede humedecer la superficie y aplicar el polvo, frotar y luego enjuagar. A tener cuidado con la ropa porque el ácido cítrico que contiene podría desteñirla.