La huella hídrica de la Inteligencia Artificial, intangible para los usuarios, pero con impacto real
Así como cualquier industria, la de la IA toma recursos del medioambiente. Su aplicación se ha vuelto omnipresente y masiva, sin embargo, un aspecto menos conocido de esta revolución tecnológica es el considerable consumo de agua asociado a su funcionamiento. Evitar su uso compulsivo y ser más efectivo en los prompts, son algunas de las acciones ideales.

La generación de contenidos con Inteligencia Artificial (IA) depende de servidores ubicados en centros de datos, los cuales requieren grandes cantidades de energía eléctrica. Esta energía, a su vez, utiliza sistemas de refrigeración para mantener los servidores a una temperatura segura, lo que resulta en un consumo significativo de agua.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Está bueno hablar de este tema con claridad porque hay que evitar el doble discurso”, anticipó Esteban Sarabia, fundador de Q4Tech y presidente del Clúster Tecnológico de Tandil. “Se cree que como la tecnología es intangible, es limpia, pero la verdad es que no es tan así”, afirmó.
Se estima que la generación de una imagen con IA, utilizando modelos como Stable Diffusion o DALL-E 2, puede consumir entre 0.5 y dos litros de agua por creación, dependiendo de la eficiencia del centro de datos.