Casi la mitad de los adultos no cumple la rutina sugerida para protegerse del tétanos y advierten el riesgo
Si bien el tétanos es una enfermedad que ha ido perdiendo terreno, la semana pasada se conoció que un hombre falleció por esta causa en la provincia. El enfermero de un Centro de Salud Rural aseguró que los mayores son los más difíciles de vacunar. Explicó cómo es el calendario y en qué casos es necesario aplicarse la protección de inmunidad.
Días atrás a los Centros de Salud Comunitaria (Cesac o, más tradicionalmente, “salitas”) les llegó la noticia de que una persona de sexo masculino había perdido la vida en provincia de Buenos Aires por tétanos.
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A raíz de esta situación, el Enfermero del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA)y responsable de una de esas salas de primeros auxilios rurales del partido de Tandil, Gustavo Malagraba, consideró oportuno insistir sobre la importancia de esta vacuna
El tétanos es una enfermedad producida por una bacteria y puede tratarse requiriendo un tratamiento especializado, además existe una vacuna que previene su desarrollo y que tiene una eficacia del 100 por ciento. La misma se contrae a través de heridas contaminadas y los síntomas que produce afectan al sistema muscular y puede llegar a causar la muerte si la bacteria llega a los músculos respiratorios.
¨Quienes trabajamos como la extensión más lejana del sistema de salud, tratando de llegar a la gente allí donde vive y trabaja, procurando a través de la promoción y la prevención que esté sana, siga sana y que no se enferme conocemos la catarata de vacunas imposible de esquivar antes de llegar a la edad adulta¨, expuso.
A continuación, resumió la cantidad de estas dosis que debe recibir una persona desde que nace, pero también reveló cómo a veces los adultos son los que más se niegan u omiten la aplicación de la antitetánica cuando la necesitan.
¨Más fácil, imposible¨
El profesional explicó, entonces, que a los dos meses de vida, una persona ya comienza a recibir inmunización contra el tétanos, gracias a la vacuna quíntuple o pentavalente. Esta inmunización se repite a los cuatro, seis y 18 meses; luego al ingreso escolar con la triple bacteriana celular y a los 11 años, con la triple bacteriana acelular.
¨Son seis dosis que no dejan pasar al Clostridium tetaniy evitan esta enfermedad que, según las estadísticas más optimistas, se lleva puesta la vida de al menos la mitad de los que se enferman¨, aseguró. A la vez describió que los otros, los que sobreviven, no se olvidan nunca más de los dolores padecidos con las contracciones de la musculatura dorsal.
De acuerdo a sus palabras, después de los 11 años es sólo cuestión de recordar darse un refuerzo cada 10 años. ¨Más fácil, imposible¨, determinó.
Sin embargo, a veces puede suceder que alguien llegue a adulto sin la debida protección. ¨Parece mentira, pero en pleno siglo XXI y con uno de los calendarios de vacunas gratuito y obligatorio más envidiable posible, eso todavía es posible¨, expresó.
Relató que muchas veces sucede que los padres se preocupan por asegurarle a sus hijos la protección llevando un control estricto de su libreta sanitaria, pero no se acuerdan de la última vez que ellos se vacunaron.
Su experiencia lo ha llevado a encontrarse con personas mayores que le han dicho: “A mí ni loco me agarrás con una aguja”. ¨Suena irreal, pero me las he visto con tipos aguerridos y corajudos, que no le esquivan el bulto al trabajo más pesado y peligroso, que se enfrentan todos los días con vacas y toros, pero que a la hora de darse una vacuna hacen pucheros como si en eso les fuera la vida¨, contó el enfermero, que insistió con que lo que no saben es la cantidad de pinchazos que recibirán por rehusar uno y se llegaran a enfermar.
El 40 por ciento de adultos sin anticuerpos
En las últimas décadas, la incidencia del tétanos ha declinado debido a la cobertura alcanzada por la inmunización de rutina en la infancia y luego con la doble adultos.
A pesar de que está indicado el refuerzo cada diez años, este no se cumple en forma habitual. Por ese motivo, los casos de tétanos registrados en los países desarrollados, corresponden en su mayor número a la población adulta. Los estudios serológicos confirman que el 40 por ciento de las personas mayores de 60 años, y el 11 por ciento de los adultos de entre 18 y 39 carece de anticuerpos protectores contra la toxina tetánica.
¨No sé qué le pasó puntualmente al hombre de la semana pasada. Lo que sí sé es que quiero que nunca, jamás de los jamases, vuelva a pasar. No mientras la solución esté en una aguja que no duele más que la picadura de un mosquito¨, aseveró.
Entonces, para que esto no suceda ni con el tétanos ni con ninguna enfermedad inmunoprevenible, enumeró cuáles son las vacunas que necesitan tener al día los adultos para estar adecuadamente protegidos:
– Doble adultos (contra la difteria y el tétanos); esquema detres dosis más un refuerzo cada 10 años
– Triple bacteriana acelular (contra difteria, tétanos y tos convulsa); en cada embarazo desde la semana 20
– Anti hepatitis B; esquema de tres dosis que otorga inmunidad de por vida
– Triple viral (contra el sarampión, la rubeola y la papera); dos dosis que otorgan inmunidad de por vida, y que brinda protección de rebaño a los más vulnerables, que son los niños; en especial los que aún no pueden tener el esquema completo
– Antineumocócica, contra la neumonía por neumococo, según antecedentes y edad
– Antigripal, según edad, antecedentes y condición, por ejemplo embarazo)
Adempas, explicó que hay otras vacunas para situaciones y lugares especiales, como la vacuna contra la fiebre amarilla o la vacuna contra la fiebre hemorrágica argentina. Para esto aconsejó asistir a cualquier salita donde van a saber explicar cuál se requiere.
Finalmente, compartió un principio rector que manejan en ese sector de la salud y dice que “vacuna que no se puede constatar, vacuna que no está dada”. Aseguró así que es mucho mayor el peligro de no vacunarts, al de hacerlo dos veces.