Con la ilusión de potenciar el trabajo digno y la economía popular, trabajadores apostaron al plan de Grabois
El Plan de Desarrollo Humano Integral se postula como la salida para la pospandemia. Pretende generar miles de puestos de trabajo y garantizar el acceso a la tierra y la vivienda. Desde el MTE Tandil adhirieron a la propuesta con la expectativa de contar con el Estado local para reforzar todo aquello que ya vienen logrando.
Un grupo de representantes de los trabajadores del sector público, privado y de la economía popular se unieron para impulsar un nuevo contrato social apostando a la ¨reconstrucción de la Argentina bajo nuevos paradigmas¨. Lo postularon como la ¨salida post pandemia¨ y fue denominado con el nombre de Plan de Desarrollo Integral Humano.
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La propuesta es de Juan Grabois, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quien lo presentó como un “Plan Marshall criollo”, y fue acordada con otros dirigentes sindicales y organizaciones sociales. En este plano, desde el MTE de Tandil adhirieron a la propuesta y resaltaron los puntos que abarca, considerando la importancia que suscitaría para el desarrollo local de trabajo genuino.
El proyecto estima la creación de cuatro millones de puestos de trabajo social y 170 mil empleos registrados regulados por convenio colectivo. Además promueve la integración urbana de los barrios populares, el acceso al suelo y la vivienda social, puntos de los más urgentes para el partido. Asimismo, el Plan habla de repoblar el país a través de nuevas ciudades, pueblos jóvenes, comunidades rurales organizadas y cinturones hortícolas protegidos.
Finalmente, se propone desarrollar nuevos emplazamientos industriales a través de una planificación territorial que contemple nuevos esquemas de transporte ¨multimodal¨; así como encarar la transición energética y desarrollar formas no contaminantes de producción para avanzar hacia un programa de ecología integral.
Generar empleo genuino
Si bien este plan de alcance nacional todavía no cuenta con un aval oficial, ya fue presentado ante el presidente de la Nación y su vice, Alberto Fernández y Cristina Fernández, respectivamente. Desde el MTE local, su referente Daniel Fernández, contempló que ¨la ayuda social siempre debe tener una perspectiva transitoria y transformarse en trabajo digno¨ y apuntó que para que suceda debe haber una decisión fuerte del Estado en todos sus niveles.
¨Este plan es justamente la herramienta que proponemos para fortalecer el trabajo ya existente en la economía popular y potenciar al sector, pero a la vez generar un nuevo empleo genuino¨, aseveró.
Por otro lado, según consideró Susana Díaz promotora y referente socio comunitaria de dicha organización social, el proyecto repercutiría en los trabajos que hace años vienen construyendo desde la economía popular. Explicó que lograría que se vea el esfuerzo y se valore el trabajo, a la vez permitiría tener programas y acompañamientos.
¨Es un plan post pandemia que busca que haya un seguimiento, que se abran las puertas hacia las propuestas que presentamos y que desde el Estado local exista un programa que acompañe¨, dijo.
Explicó que más allá de organizar la economía popular (EP), la intención es beneficiar a otros trabajadores informales que no son parte de ella y que atravesados por la pandemia han ido en aumento. La idea se manifiesta como ¨un círculo¨ para que la economía crezca y siga avanzando, con obras concretas.
Tierra, techo y trabajo
Tal como consignó Daniel Fernández al momento de manifestar la adhesión al Plan, ¨Tandil no está exenta de la crisis generada por la pandemia¨ y una de las respuestas para la reactivación y generar una ¨ciudad más justa¨ es trabajar en este Desarrollo Humano Integral.
Si bien desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) vienen manteniendo encuentros con distintas áreas municipales, las respuestas no están surgiendo de la manera que esperaban. A los dichos de Díaz, lo que buscan es que se amplíe lo que ya existe, los medios ya están, las personas para hacer el trabajo se van formando y organizando.
¨Buscamos reforzar los proyectos sobre viviendas¨, aseguró la referente socio comunitaria, que además recordó que acá hay 10 barrios populares aunque se desconoce la cantidad de lotes existentes, por lo que no se puede estimar cuántas viviendas se podrían construir.
Si esas casas lograran edificarse con mano de obra de la EP estos trabajadores incrementarían sus recursos y darían posibilidad a otras personas a acceder a un hogar. ¨En Tandil vemos el hacinamiento que hay, casas muy precarias, son condiciones muy venidas a bajo y el Municipio no se está dando cuenta, no está ahí pendiente o activo. Todos los vemos¨, enfatizó con la expectativa de que desde la comuna tengan en cuenta el plan.
Asimismo, espera que se acepte desde el Gobierno nacional para que cada intendencia lo pueda ir incorporando a su gestión para ejecutarlo y trabajarlo en conjunto.
Susana Díaz destacó el trabajo que vienen realizado tanto desde la recolección de materiales recuperables, como la construcción y mejoramientos en las viviendas, huertas, así como las actividades diversas en los espacios comunitarios de los barrios donde se están formando también promotoras en salud, además del cuidado de niños y merenderos entre otra serie de aristas más que abracan.
Si bien no está el número concreto, estimó que hay unas 400 personas abocadas a las actividades del MTE local. ¨Queremos que el Municipio reconozca ese trabajo que se está haciendo, porque la buena intención y las capacitaciones están¨, explicó. ¨A la Argentina la vamos a construir entre todos y de pie¨, dijo, replicando la consigna de Jackie Flores, secretaria de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (Faccyr) y Coordinadora Nacional del Programa Promoción Ambiental.
Principales puntos del plan
El programa incluye medidas como la realización de obras públicas, de cooperativas de recicladores y de circuitos de cuidado, la urbanización de barrios, la creación de colonias agrarias, y el desarrollo de polos textiles.
El Estado sería el empleador y se remuneraría con un salario social complementario, que hoy ronda los 10.000 pesos por trabajos con una carga mínima de 60 horas mensuales. Así propone reconocer a los inscriptos en el Registro de Trabajadores de la Economía Popular los aportes jubilatorios, obra social, Aseguradora de Riesgos de Trabajo, y el derecho a sindicalizarse. Se tratan de ¨derechos elementales para un empleo formal¨ y con un salario que es insuficiente para llegar a fin de mes.
Asimismo, el plan proyecta que se destine desde el Estado 750 mil millones de pesos por año, que representa 2,5 puntos del PBI. Una suma, explicaron, que representa lo mismo que lo que se destinó al pago de intereses de deuda en el período 2000-2019 (promedio sin considerar los años 2002-2004).
Según detalla la propuesta, parte de la inversión se autofinanciará a través de programas ya existentes (Salario Social Complementario, Hacemos Futuro y Tarjeta Alimentar, que rondan los 128 mil millones de pesos anuales). Lo restante se financiará “a través del retorno fiscal neto de la inversión de los programas actuales (el 36 por ciento), más una afectación específica del Impuestos a los Bienes Personales, una pequeña reforma del Impuesto a las Ganancias, un aumento del Impuesto a las Bebidas Azucaradas y otra parte a través del esfuerzo fiscal adicional del Estado Nacional.