Docentes rechazaron la nueva oferta salarial y exigen que se garanticen sus derechos
En el marco de la negociación paritaria, la administración provincial ofreció una recomposición salarial 2018, aumento por inflación 2019 y un 5 por ciento a pagar en enero de 2020. Desde gobernación indicaron que hicieron su mejor esfuerzo, pero los gremios rechazaron la propuesta porque consideran que significa el achatamiento de la escala salarial docente.
La paritaria docente bonaerense tuvo ayer un nuevo y estéril capítulo. En el segundo encuentro paritario realizado el miércoles al mediodía -a dos días hábiles del inicio del año escolar- la Provincia propuso, según informaron fuentes oficiales, una recomposición salarial por el año 2018. La misma contemplaba un salario mínimo de 20.150 pesos para el mes de marzo para un docente ingresante con turno de medio día (un cargo), y una propuesta para 2019 que contempla la inflación del Indec más 5 puntos porcentuales, pagaderos en enero de 2020.
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La propuesta se hizo en el marco de la mesa paritaria que se reunió en el Ministerio de Economía, de la que participaron los ministros de Educación, Economía y Trabajo, Gabriel Sanchez Zinny, Hernán Lacunza y Marcelo Villegas, y los representantes de los sindicatos docentes bonaerenses.
“La intención de la administración de Vidal es que empiecen las clases por eso estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, asegurando que ningún docente esté por debajo de la línea de pobreza y dando aumentos que para el 2019 superarán la inflación”, sostuvieron desde el Gobierno provincial.
Sin embargo, los gremios de maestros del Frente de Unidad Docente (Suteba, FEB, Udocba, Amet y Sadop), rechazaron la propuesta. “Es una recomposición salarial 2018 con un salario mínimo garantizado de 18.450 pesos que, en la práctica, significa el achatamiento de la escala salarial docente”, afirmaron. De este modo, sólo se contempla a los docentes que cobran sueldo inferior a 18.450 pesos en el caso de maestros de grado y de 16.490 pesos para preceptores.
Con la propuesta de recomposición 2018, un maestro de grado con 12 años de antigüedad cobraría casi lo mismo que uno que recién se inicia. Y un preceptor cobraría lo mismo hasta los 20 años de antigüedad, de acuerdo al análisis efectuado por el Frente Gremial.
La educación pública en conflicto
Hugo González, referente local de Suteba, en comunicación con el Eco de Tandil, indicó que “ofrecen una garantía salarial de un salario inicial de maestro de grado de 18.450 pesos a diciembre de 2018, sobre esa base se aplican los reajustes y el resto de las cláusulas, como la gatillo, pero esa oferta no es para todos, el que tiene antigüedad no recibe aumento”.
El referente gremial ponderó que “la propuesta es inaceptable, esa figura de la garantía que armaron está en negro, no tiene alcance a jubilados, achata la pirámide salarial, no respeta el escalafón ni la antigüedad. Se pierden los derechos por antigüedad y escalafón. Cumplieron con la formalidad de convocarnos, pero es un aumento parcial”.
A menos de una semana del comienzo del ciclo lectivo, con un escenario trabado y un frente de conflicto latente, González expuso que hoy y mañana decidirán las acciones a seguir en distintas asambleas y plenarios.
En ese orden, destacó que a nivel nacional la situación también es complicada porque no hay paritaria. La instancia de negociación de los trabajadores y el Estado fue cerrada por decreto presidencial en 2016. “Hay 5 provincias que pudieron cerrar, una por decreto, que es Santiago del Estero, y el resto estamos sin ningún tipo de solución. El escenario está complicado”, agregó.
Según precisó, la mesa paritaria nacional permitía la fijación de un piso salarial para entablar las negociaciones en cada distrito, circunstancia que quedó trunca y posibilita la existencia, ahora, de brechas salariales muy marcadas entre los docentes de las diferentes provincias.
“A nivel de las provincias tenemos salarios de 12500 pesos y otros de 30 mil, hay mucha desigualdad”, recalcó, sin dejar de lado que, en la región, los trabajadores de la educación perciben haberes que los colocaron a fines de 2018, en un 80 por ciento por debajo de la línea de pobreza establecida por el Indec.
Pero los reclamos no se agotan en la mera cuestión salarial, sino que abarca todos los aspectos que configuran la educación pública estatal, por ejemplo, la quita de presupuesto para la formación docente, el congelamiento de los programas de infraestructura en todos los niveles y la implementación de cambios profundamente lesivos del paradigma educativo vigente.
“Como el programa de los 30 mil jardines de infantes que Macri no cumplió, eso se discutía en el ámbito de la paritaria nacional, ahora no tenemos dónde exigirlo”, cerró.