Las nuevas estrategias de fertilización asistida aumentan las tasas de embarazo
Entre las mismas se encuentran desde las evaluaciones para determinar el momento óptimo para la transferencia de embriones, hasta estudios genéticos preimplantatorios con el fin de seleccionar el embrión más apto.

Desde dosis de medicación específicas para la estimulación ovárica controlada, evaluaciones para determinar el momento óptimo para la transferencia de embriones, hasta estudios genéticos preimplantatorios con el fin de seleccionar el embrión más apto, son algunas de las instancias para las que hoy la medicina reproductiva cuenta con mejores herramientas que pronostican un mayor éxito en los tratamientos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailConcebir un hijo es el sueño de muchas parejas, un deseo que actualmente se hizo más alcanzable a la luz de los avances de la ciencia y de los cambios en materia legislativa.
En los últimos años, además, se incorporó un concepto clave en medicina: la "personalización de los tratamientos", que entiende que cada individuo es único y, por lo tanto, aspira a la realización de una terapéutica a medida.
La medicina reproductiva no es la excepción y en la actualidad hay nuevas tendencias en el abordaje de estrategias promueven aumentar las tasas de embarazo.
Este fue uno de los principales temas abordados durante la Conferencia denominada "LATAM Fertility acadeMe, Estrategias hacia la personalización de las Técnicas de Reproducción Asistida" que se llevó a cabo en Buenos Aires organizada por Merck, compañía alemana de ciencia y tecnología.
"Sabemos que la fertilidad natural es relativamente limitada, alcanzando una probabilidad de éxito del 20 por ciento en el mejor de los casos y puede incrementarse a 25 por ciento a través de las técnicas de reproducción asistida", señaló el doctor Marcos Horton, especialista en Medicina Reproductiva.
Horton, quien es Director del Laboratorio de Reproducción Asistida de Pregna y expresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), añadió: "Sin embargo, si consideramos a los embriones genéticamente testeados, esa cifra se eleva al 50 por ciento y en el caso de las pacientes menores a 30 años asciende al 70 por ciento".
"Si bien uno de los factores determinantes es la edad de la mujer, hay que evaluar en cada caso diversos parámetros que permiten diseñar estrategias terapéuticas para optimizar los resultados", manifestó.
Horton indicó además: "Hoy se puede seleccionar mejor a qué paciente se le hace un tratamiento y de qué manera. Muchas veces, las expectativas suelen ser bajas, pero es posible mejorarlas a través de distintas estrategias vinculadas actualmente con la revolución tecnológica y la genética".
"Por ejemplo, tradicionalmente en fertilización in vitro se extraían los óvulos, se transfería el embrión a los 5 días y se esperaban 15 días más para ver qué pasaba. Hoy aprendimos que en algunos casos es necesario cuantificar los niveles de una hormona en el día de la punción (para la extracción de óvulos). Si está normal, se transfiere el embrión y en caso contrario, se congelan y se transfiere al mes siguiente", explicó el profesional.
En tanto, Fernando Neuspiller, médico tocoginecólogo y director General del Centro WeFIV Buenos Aires, indicó: "Protocolos personalizados para la estimulación ovárica, determinar el momento óptimo para la transferencia de embriones y estudios genéticos preimplantatorios nos permiten seleccionar el embrión más apto evitando someter a la paciente a múltiples procedimientos; son algunas de las herramientas con las que hoy contamos a diferencia de 15 o 20 años atrás, y que nos permiten obtener un mayor éxito en los tratamientos".
La posibilidad de personalizar un tratamiento de fertilidad está presente tanto en las técnicas de baja como de alta complejidad y un ejemplo claro es la realización de estudios genéticos de los embriones, que permiten conocer la constitución y el metabolismo de cada uno para seleccionar el más apto.
"Por ejemplo, en una paciente de más de 40 años, se puede optar por hacer dos tratamientos seguidos para acumular embriones y luego estudiarlos para transferirle únicamente aquellos que sean genéticamente normales: la personalización es un concepto que aplica no sólo a los tratamientos sino a los diagnósticos", subrayó Neuspiller.
Registro
De acuerdo con datos del Registro Argentino de Fertilización Asistida (RAFA) de 2019, en el país se realizaron en ese período unos 15.555 procedimientos, con una tasa de embarazo entre el 16,23 y el 34,05 por ciento, dependiendo de la edad materna y de la acreditación del Centro Médico.
En tanto, la tasa de embarazos por transferencia de embriones congelados fue del 30,68 por ciento, mientras que, a su vez, se confeccionaron 4.060 registros de ovodonación, de los cuales devinieron 2.944 transferencias que impactaron en 1.072 embarazos.
"El panorama de la fertilización asistida cambió completamente, inicialmente la ley posibilitó la cobertura social, aumentando el número de tratamientos debido a una demanda contenida; eso masificó el tema, se hizo más popular y conocido, hoy se habla más y se presentan más parejas a la consulta. Luego, la ley de matrimonio igualitario, que permitió el acceso de mujeres solteras y de mujeres del mismo sexo para hacer tratamientos", aseguró Horton.
Por su lado, Neuspiller señaló: "Además de todas estas estrategias, hay una nueva herramienta que está cambiando la vida reproductiva del planeta: la preservación de la fertilidad a través de la criopreservación de óvulos. El año 2007 fue bisagra en nuestro país ya que nació el primer niño con óvulos vitrificados".
"La técnica de criopreservación es importantísima para mujeres que desarrollan un cáncer, por ejemplo, porque les permite conservar óvulos aptos antes de someterse a tratamientos que podrán impactar en su fertilidad. También lo es para un grupo numerosos de mujeres que por distintas razones deciden retrasar la maternidad para más adelante", concluyó.