Disertación
“Amplísima convocatoria” en la jornada de concientización sobre violencia económica
En el marco del ciclo de charlas para concientizar sobre la violencia de género ejercida a través del incumplimiento de la cuota alimentaria, se realizó una convocatoria en el club Ferro. El encuentro fue organizado por el Frente de Todos (FDT).
Representantes del Frente de Todos impulsaron una jornada para debatir y reflexionar acerca de los temas que integra la violencia económica de género. El encuentro se llevó a cabo en la tarde de ayer, desde el salón del Club Ferro y contó con importante presencia de profesionales de distintos ámbitos y promotoras territoriales.
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Con el fin de acompañar y contribuir a la toma de conciencia de las madres que maternan solas, la concejal por el FDT Guadalupe Garriz junto a la directora de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, Maru Breard y el abogado especialista en derecho de Familia Diego Oscar Ortiz, abordaron un nutrido intercambio abierto a toda la comunidad.
En el mismo el equipo de profesionales, convocaron a los presentes a repensar esta situación de violencia que es invisibilizada por la sociedad en general.
“Así como se constituye en una relación de violencia hacia las mujeres, también se constituye una situación de vulneración de los derechos de los niños y los adolescentes” afirmó Maru Breard, a la hora de hacer uso de la palabra.
La licenciada continuó con sus aportes a la jornada, y expresó “desde la dirección de equidad de género de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, entendemos que es una problemática que atañe no solamente a los niños y adolescentes, sino que también afecta directamente la economía, la libertad y la salud mental de las mujeres”.
“Es importante empezar a hablarlo así”
En el encuentro realizado, se debatió sobre las profundas consecuencias que trae consigo el incumplimiento de una cuota alimentaria. Los especialistas, pusieron en relieve que este flagelo no tiene que ver solamente con un incumplimiento, nada más y nada menos que de un derecho irrenunciable, que es el alimento.
“No se puede renunciar al alimento de nuestros hijos, eso me parece súper importante remarcarlo”, subrayó Breard y problematizó “pero ¿A qué costo las mujeres se deben exponer para poder reclamar esa cuota alimentaria? ¿Qué es lo que tienen que hacer para poder acceder a ese dinero en cuenta gotas?, o bien ¿Qué es lo que la mujer tiene que hacer para poder acceder a la justicia?”.
Ante estas preguntas, la trabajadora social reflexionó “en este sentido, desde el ámbito legislativo, si bien existe la ley del registro de deudores alimentarios, actualmente en el departamento judicial de Tandil existen 133 personas registradas como deudores alimentarios, de los cuales 132 son varones”, y agregó “si nos ponemos a pensar acá, todos conocemos a alguien que está luchando por la cuota alimentaria, pero nadie conoce a un deudor”.
Breard profundizó “también podemos decir que 133 no puede ser el número de personas deudoras en un departamento Judicial tan grande como es el del territorio de Tandil”, y añadió que “hay listas que no acceden a la justicia, el registro de deudores alimentarios es una buena herramienta, es importante que los podamos conocer”.
Sin embargo, destacó que “como defensoras de derechos sabemos que existe, pero esto llega en un momento consumado, una vez que la mujer accedió, cuando ya pudo obtener una sentencia, cuando esa madre o progenitora pudo acceder a un patrocinio gratuito o pudo pagar un abogado, para poder obtener esa cuota alimentaria”, y explicó “en esa instancia se refleja que el deudor alimentario incumple con esa cuota y aparece recién en el registro de deudores alimentarios, una vez que tuvo sentencia y que incumplió tres cuotas consecutivas”.
Una problemática social
“Entendemos que la problemática no es solo desde el aspecto jurídico, sino también desde una óptica social”, aportó Breard, y argumentó “hay una indolencia social hacia esta situación, desde la que parece que todos pensamos que esta es una problemática que las mujeres debemos arrastrar”. Asimismo, resaltó que “muchas veces venimos de generaciones de padres incumplidores. Todos conocemos a alguien que tiene a su padre o su abuelo que ya no cumplían con las cuotas o no se hicieron cargo de la familia en su momento”.
La licenciada enmarcó la problemática “es una cuestión estructural, patriarcal que tenemos que empezar a poner en palabras y empezar a llamarla como lo que es, violencia económica”, y destacó que “primero es una vulneración del interés superior del niño y adolescente y después violencia económica”.
“Incumplir con la cuota alimentaria corresponde que la mujer se endeude más, tome trabajos más precarios para poder cuidar. Que las madres tengan que pedir muchos favores más de los que venían pidiendo, para poder cumplir con su trabajo y esto afecta directamente a su salud mental”, enumeró la especialista en género.
“No sólo están generando que un hogar sea más pobre, si no que generan maternidades empobrecidas, precarias, están generando infancias que no sean dignas de ser vividas”, enfatizó Breard, y resaltó que “cuando alguien incumple con la cuota alimentaria, no solamente esta incumpliendo con el alimento, ese dinero que no ingresa a la casa, es también un dinero que se pierde en invertir para la potencialidad de ese niño, por ejemplo en una clase de guitarra, futuros deportistas”.
Entre otras conclusiones compartidas en el conversatorio, la licenciada concluyó “cuando un padre dice no puedo, hay una madre que siempre tiene que poder y eso se tiene que terminar” y aportó una reflexión sobre el rol de las madres en la sociedad en comparación de los padres: “nosotras tenemos una condena social respecto a la maternidad, que tiene que ver con cumplir a toda costa nuestro rol de madre, y eso siempre está señalado con el dedo y visto desde el afuera, si una mujer no viste bien a sus hijos, si no cumplimos con los deberes de madres, pero pareciera que el progenitor puede desligarse de cualquier responsabilidad sin que suceda nada”.
Por su parte, Guadalupe Garriz compartió con esta Redacción un balance muy positivo acerca de la jornada y expresó que “fue una convocatoria amplísima, con una necesidad de participar, escuchar y de intervenir muy notable”, y detalló que “luego de las disertaciones iniciales se abrió un espacio de intercambio de preguntas que estuvo absolutamente rico”.
“Fue un encuentro muy bueno y muy fructífero, nos encontramos tanto con una gran cantidad de profesionales de distintos ámbitos, como con caras que no conocíamos” comentó la funcionaria.
Finalmente, la representante del FDT compartió una breve, pero profunda reflexión “son problemáticas que tenemos que poder pensarlas y abordarlas desde muchas aristas diferentes, y con una perspectiva de trasversalizar la problemática y también las alternativas para su abordaje” y añadió “las devoluciones de los concurrentes fueron muy interesantes, se problematizaron varios temas que, sin duda, ponen sobre el tapete un montón de cuestiones vinculadas a los procesos de desigualdad que impacta muchísimo”.