Así siembran pejerreyes en el Lago: un trabajo que mantiene el ecosistema y ayuda a la pesca deportiva
Lo hacen dos veces por año desde el Centro Náutico del Fuerte. Preparan un nuevo estudio del agua del lugar.

Existen actividades en Tandil que son fundamentales para la ciudad, pero que suelen no conocerse mucho más allá del círculo de personas que las llevan a cabo. Una de ellas es la siembra de pejerreyes en el Lago, una práctica que desde el Centro Náutico del Fuerte (CNF) realizan desde hace 30 años, y que es clave para el resguardo del ecosistema de la zona, el desarrollo de la pesca deportiva y hasta para fomentar el turismo. Desde la costa del Dique, dos referentes del CNF contaron a El Eco de Tandil cómo es que -junto a la Estación Hidrobiológica de Chascomús- hace pocos días volcaron al agua miles de crías y huevas, y adelantaron que preparan un estudio de la flora y la fauna del lugar.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Desde el año 1995 que tenemos acá una Escuela de Pesca –libre, gratuita y sin límite de edad-, y desde ese momento se hace la siembra. La Estación Hidrobiológica de Chascomús es el criadero, por llamarlo de una manera. Provee a distintos espejos de agua, obviamente a aquellos que están activos, y que se preocupan, como en este caso. Traen los alevinos que son los pichoncitos, las crías del pejerrey. Y se siembran 30, 40 o 70 mil según dependa de la Estación. Vienen, hacen unas charlas, muestran las huevas y los embriones, la verdad que es muy lindo, más que nada para los gurisitos”, compartieron “Tucho” Méndez, actual presidente del CNF y “Kike” Martínez, quien desde hace 30 años lleva adelante la Escuelita.

Junto al lago, unos pescadores –no solo profesionales, sino de larga experiencia en la práctica y en el club-, se turnaron para mostrar algunos de los pejerreyes que habían sacado pocos minutos antes y que se disponían a cocinar más tarde. “Esto de la siembra no lo conoce nadie, pero ayuda un montón”, dijo uno de ellos mientras posaba para la foto.

Pero ¿Por qué se siembran pejerreyes y no otras especies? ¿Qué beneficios aporta al ecosistema? ¿Cómo se hace? Aunque pueda parecer una práctica compleja, son los propios integrantes del CNF los que la llevan a cabo –con asesoramiento profesional-, en unas jornadas en las que también aprovechan para aprender sobre los peces y su hábitat.
Sembrar pejerreyes en el Lago
Viajar hasta la Estación Hidrobiológica de Chascomús es una aventura para los amantes de la pesca. En el lugar –que depende del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia-, “ves a los pejerreyes padrillos saltando en los piletones, es una cosa muy linda”. De esa institución, los integrantes del CNF obtienen los alevinos para sembrar en el Lago.

“Nos los dan en bolsas con oxígeno. Cuando llegamos, metemos las bolsas un ratito dentro del lago, para que se vayan aclimatando, y también les agregamos unos litros de agua de acá”, contaron sobre el comienzo del proceso. La siembra, explicaron, se realiza por sectores para distribuir a las crías por todo el Lago.
Al momento de sembrar, también asiste un profesional de la Estación Hidrobiológica y brinda una capacitación a los integrantes del CNF. A través de microscopios tanto grandes como chicos observan las huevas y los alevinos. “Se los ve nacer, y hasta el corazón, es hermoso”, destacaron.

Si bien en el agua del Dique viven carpas, tarariras, mojarras y dientudos, el pejerrey es un pez “más delicado”, y precisa un particular cuidado. Además, ciertas características del lugar dificultan que la especie se mantenga y se reproduzca.
“Las lluvias muy fuertes hace que se barra todo. Y de los 70 mil, a muchos se los comen los peces grandes. Entonces el hecho de sembrar beneficia mucho, si no, no habría peces y se perdería la pesca deportiva como actividad”, precisaron.
Dos arroyos entran al Lago. Las compuertas del Dique se encuentra abiertas de forma permanente, por lo que las lluvias suelen arrastrar a los pejerreyes, que se van por el arroyo Langueyú, un cauce que cuando se une a El Perdido forman el Canal 1 que desemboca en el mar.

La presencia de peces no solo beneficia a la pesca, sino a que otras especies se instalen en la zona. “Vienen biguá, cuando hay muchos peces vienen. Esto es la naturaleza, uno come al otro y el otro sobrevive. El ecosistema es así. Hay algunos que se reproduce mejor en el ambiente en el que estamos, pero el pejerrey es más delicado. Igual, el agua está en condiciones, si no, no viviría”, sostuvo Kike.
En el último año llevaron a cabo dos re siembras, en el marco de un proceso de cuidado del Lago que incluye una veda para pescar 3 meses al año. El hecho de que existan pejerreyes, sumaron, también motiva el turismo vinculado a la pesca, y muchos de los visitantes que acampan o duermen en los dormis del CNF llegan al lugar motivados por la actividad.
Un relevamiento del Lago
Fue en el año 2014 cuando se realizó el último relevamiento profundo del estado del Lago del Fuerte, y desde el CNF se encuentran completando los trámites para avanzar con otro en el corto plazo.
El estudio se llevará a cabo con la Estación Hidrobiológica de Chascomús, cuyos profesionales tomaron una muestra para elaborar un testeo rápido durante la re siembra que concretaron pocos días atrás, y aseguraron que el agua se encuentra en condiciones.

“Se analiza el agua, se llevan peces para estudiarlos, se observa la comida que tienen, si hay poco o mucho plancton, y se determina un estimado de la población de peces a partir de muestras de determinada superficie”, explicaron. “Vienen con unas pequeñas redes, sacan pejerreyes, ven si están fuertes, y si cuentan con todas las condiciones que tiene que tener el pez”, ampliaron.
Durante la última re siembra, contaron, observaron que el agua se encuentra en condiciones y que cuenta con alimento para los peces. Sin embargo, avanzan con la presentación de formularios necesarios para realizar el estudio completo.
30 años fomentando la pesca
“Kike” Martínez es quien desde hace 30 años coordina la Escuela de Pesca del Centro Náutico del Fuerte. Se trata de una propuesta libre y gratuita para personas de todas las edades.

Aprovechando la veda –durante septiembre y octubre-, la formación consta de 4 encuentros en los que los alumnos aprenden la práctica desde sus principios básicos. “La Escuelita es sin límite de edad, puede venir una persona de 70 años como alguien de 5, y lo más importante es que es libre, gratuita y sin fines de lucro”, compartió el docente.
“Fomentamos la pesca con los chicos, se le enseña lo básico, pero tenemos alumnos que vienen todos los años porque cada vez aprenden más. Hay un chico que ganó Movediza de Bronce y salió de la Escuelita, tengo otro que en diciembre pescó con los grandes, con los profesionales”, destacó.
La Escuela ronda cada año en los 50 inscriptos, pero ha llegado a tener más 70 participantes. Además de transmitir la práctica, también organizan torneos –algunos nocturnos-, y participan en instancias competitivas de nivel provincial y nacional.
En agosto próximo, la Escuelita de Kike cumplirá nada menos que tres décadas formando a grandes y chicos en lo que para muchos –y en particular para Martínez- no es solo un pasatiempo sino una pasión.