Cientos de tandilenses fueron estafados con entradas truchas para ver a la Selección

En la mañana de ayer, cuatro micros de larga distancia, repletos de tandilenses que ansiaban ver a la Selección Nacional en su celebración del título mundial conseguido en diciembre del pasado año, llegaron al barrio capitalino de Núñez, con toda la ilusión de asistir a un evento de tal magnitud, que agotó las entradas en cuestión de horas. 

Todos los integrantes tenían ya sus tickets, que habían comprado en un combo que incluía también el viaje ida y vuelta desde Tandil a Buenos Aires. Una vez llegados, comenzaron a hacer la larga fila para ingresar, en el medio de un mar de gente que copó desde temprano las inmediaciones del estadio Monumental, donde horas más tarde, Argentina enfrentaría al seleccionado panameño.

Al llegar a los accesos, la gran mayoría se encontró con la desagradable situación de que, al pasar su entrada por el scanner, el mismo marcaba que el ticket no era auténtico, por lo que los efectivos de seguridad no les permitieron el paso. Desesperados por la situación, intentaron contactar al organizador del viaje, y gestor de las entradas, pero este brilló por su ausencia, sin responder en el grupo de Whatsapp que había creado para estar con comunicación con el contingente. 

El testimonio de los damnificados

Una de las damnificadas, Geraldina Antón, dialogó desde Núñez con El Eco Multimedios, explicando la difícil situación que les tocó vivir. 

“Hace unos cuantos días ya, arreglamos con Marcos Carrillo, que es el representante de la filial ‘Desde la Cuna’, un combo para venir a ver el partido de Argentina, nosotros le hicimos una entrega, nos pidió 25 mil pesos por persona, y después nos pidió 10 mil pesos más para venir a comprar las entradas supuestamente. Él es una persona que tiene acceso al Monumental por que viaja todos los fines de semana, conoce el tema, sobre las entradas y demás”, relató la mujer.

Según su testimonio, el coordinador les envió varios mensajes durante los días previos, contando que estaba en Buenos Aires, comprando las entradas. “El martes a las 6 de la mañana, en mi caso particular, me manda un mensaje diciéndome que ya tenía los tickets, con una foto que mostraba que estaba viniendo para Tandil, y me dijo que teníamos que llevarle, el miércoles antes de la 13, para que no se le cerrara el banco, el resto del dinero”. 

El total del viaje terminó siendo, en el caso de Anton, de 70 mil pesos por persona, aunque agregó que a otros les cobró 65 mil. 

Así fue como viajaron, felices, en los micros, esperando tener una noche de ensueño, pero al arribar al lugar y comenzar a hacer la fila, recibieron la primera señal de que algo andaba mal. “Llegamos acá, nos bajaron, caminamos hasta el estadio, cuando estábamos llegando, nos empezó a mandar mensajes avisando que si nos decían que las entradas eran truchas, siguiéramos intentando en otros accesos, porque se habían vendido entradas de más”, expresó.

Cuando llegaron a las primeras vallas de contención, pasaron la entrada por el scanner, y la maquina indicó no eran auténticas.  “Nosotros tuvimos la suerte de que no nos sacaron los tickets, pero nos rebotaron, empezamos a llamar a Carrillo, a pedirle que apareciera, él ni siquiera viajó en los colectivos, vino en su auto particular. Nos dijo que no podía ser, que tenía que ser un error, y no apareció más”, aseguró.

Lo mismo pasó con una gran cantidad vecinos del contingente, por lo que decidieron agruparse después del mal trago. “Las familias, los hijos, los grandes, todos llorando, porque teníamos una gran ilusión, y bueno, nos quedamos sin nada”. 

Pero la triste historia no terminó así, restaban más desilusiones. Carrillo no respondió más los mensajes, y la gente no estaba informada acerca de la ubicación de los micros. “Estamos a la espera porque en realidad él iba a mandar en un grupo de Whatsapp, donde solo el puede escribir, avisando la ubicación del micro, hasta el momento -por anoche- ni siquiera la mandó, no sabemos a dónde dirigirnos, y los choferes no nos pueden levantar porque necesitan que él los autorice”. 

Otro de los damnificados, comentó que los estafados fueron cerca de 200 personas, y que el organizador “vendió entradas de más, contrato los servicios de Serviplus, y la empresa le pidió veinte entradas para cederle los micros”. A su vez, afirmó que Carrillo ingresó al estadio acreditado como prensa, y se quedó allí para ver el partido, a pesar de estar al tanto de lo sucedido. 

Al momento del cierre de esta edición, los tandilenses continuaban en las inmediaciones del estadio, esperando por noticias del organizador, para emprender el magro regreso a casa.