Cuarenta años de desarrollo para garantizar el progreso en la ciudad y en el campo
En tiempos muy especiales, vecinos de la zona rural destacaron los avances que experimentó el partido de Tandil y que la convirtieron en una ciudad pujante que muchos eligen para vivir. El repaso por obras como el entoscado, los caminos rurales y las escuelas, entre otras.
En tiempos de pandemia, entre tanta incertidumbre y preocupación, surgió de un grupo de vecinos la necesidad de poner en valor el desarrollo que ha tenido el partido de Tandil en los últimos 40 años. Tanto la ciudad cabecera como las localidades rurales han experimentado un importante crecimiento, impulsado por personas dispuestas a trabajar por la comunidad. Sin duda, las mejoras impactaron en la calidad de vida de la comunidad, situación que saltó a la vista en los meses del aislamiento social que se volvieron propicios para la reflexión.
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Estas ideas acerca del progreso las transmitió Alfredo Goti, vecino de Gardey, quien acercó algunas líneas para compartir con los lectores de este Diario acerca de los avances de los últimos 40 años que transformaron la ciudad y, sobre todo, la vida en el campo.
Por otra parte, junto a un grupo de vecinos, propusieron que cuando termine la pandemia, Tandil debería hacer una gran reunión para celebrar el progreso y escuchar las voces de quienes colaboraron para la construcción de este presente.
En principio, recordaron que el entoscado de caminos fue “excepcional” y permitió, entre otros logros, desarrollar el girasol SPS y el contrato de 8 años con Asgrow SA para producir soja. Señalaron que esa empresa fue “fundamental” para pasar de exportar el 2 por ciento de soja en 1976, al 60 por ciento de los granos argentinos.
Destacaron que la comisión de caminos fue impulsada por José Zubiaurre, lo que “hizo posible vivir en el campo y en los pueblos”. Esa importante tarea la continuó el ingeniero Pablo Ceriani, garantizando la red de caminos para el traslado de la producción, como así también de los hijos de los habitantes del sector rural hacia las escuelas.
Además de mejorar la calidad de vida, también impactó de manera positiva por la aparición de nuevas producciones básicas, de gran poder económico e incluso, en el inicio de industrias.
En ese repaso, mencionaron la gran labor del ingeniero Miguel Jurado, quien desarrolló una gran tarea para el tendido eléctrico en Cretal, que hoy es continuada por el ingeniero Jorge Albanese.
Gracias a estos avances, en la zona rural hay pleno desarrollo de criaderos de pollos, gallinas y producción de huevos; han vuelto las ovejas de excelente lana; la producción de miel de abejas y la crianza de cerdos, en este último caso con la demanda exponencial de China que consume el 65 por ciento de su carne y ha tenido que matar el 30 por ciento de su millonaria producción.
Sin lugar a dudas, todas estas unidades productivas son una realidad gracias al avance de la tecnología, pero básicamente debido al entoscado de caminos, la electricidad y las comunicaciones.
Educación y salud
Sumado a todo esto, señalaron que otra de las claves que hacen que vivir en Tandil se convierta en un deseo radica en el desarrollo de la educación, sobre todo de las escuelas rurales de concentración.
Como otros hechos relevantes, enumeraron la renovación del Hospital Santamarina, la construcción del Hospital de Niños, la creación del Cuartel de Bomberos de María Ignacia (Vela) y el surgimiento de todas las instituciones vinculadas a la medicina, laboratorios y centros de diagnóstico.
En este tren de poner en valor, reconocieron el “entusiasmo” y “equilibrio” del intendente Miguel Lunghi en los años que lleva al frente de este proceso, donde administró las colaboraciones que ofrecieron vecinos y los aportes de la Municipalidad.
También subrayaron la colaboración de funcionarios y de los trabajadores de las distintas áreas, que han logrado construir una buena relación entre las autoridades y los vecinos.
“Mucha gente se ha venido a vivir a este lugar. Después de tantos años, sería una satisfacción encontrarnos para intercambiar ideas que continuaran la relación y el progreso económico y fundamentalmente social de todos los pobladores argentinos o extranjeros de desearon vivir en Tandil”, concluyeron.