Desde Apymet señalaron que el bono para el sector privado complica más a las pymes
La entidad observó que para muchas pequeñas y medianas industrias será muy difícil afrontar la bonificación de cinco mil pesos dispuesta por el Gobierno nacional y que las empresas deberán consensuar la medida con sus empleados.
Tras largas negociaciones, el Gobierno nacional acordó esta semana con las cámaras empresariales y la CGT el pago de un bono de cinco mil pesos a trabajadores del sector privado-al igual que se hizo con los estatales- suma obligatoria que tendrá carácter no remunerativo y será a cuenta de futuras revisiones salariales. El esfuerzo ofrecido por parte del Ejecutivo fue el de quitar las cargas sociales y lo acordado entre trabajadores y empresas es darlo lo antes posible.
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La negociación había generado complicaciones por el gran rechazo del empresariado. En ese entonces Agustín Usandizaga, presidente saliente de la Cámara Empresaria de Tandil señaló que “el poder adquisitivo volvió a caer y si bien es necesaria una recomposición salarial, hoy las pymes tienen una situación compleja para hacer frente a un sobrecosto” y objetó acerca de la decisión unilateral del gobierno de Macri de anunciar este bono sin elaborar una propuesta con los actores implicados y generar la expectativa en los empleados.
Lograr consensos
Tras la confirmación del bono Gustavo Dacovich, presidente de Apymet (Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Tandil) volvió a advertir sobre las complejidades de la implementación del pago, pero hizo la salvedad de la libertad de negociación para que los empresarios lo abonen según la capacidad de pago que tengan.
“Hay un problema de financiamiento real en las pequeñas y medianas industrias, pero endeudarse más no es una opción”, señaló en conversación con El Eco Multimedios. El referente de la entidad reconoció la necesidad de recomposición salarial de los trabajadores ante la fuerte depreciación de la moneda, pero indicó que todos los sectores sufren los embates de la crisis. Esta situación retroalimenta un círculo difícil de romper, en el que muchas pequeñas y medianas industrias están al 50 por ciento de su capacidad, en un mercado en el que ha caído el consumo y la inflación trepa al 52 por ciento.
“Contamos con que se puede hablar con el personal. Hay que afrontarlo y cada empresario deberá sentarse con sus trabajadores y consensuar”, expuso. De este modo, cada patrón podrá decidir la forma de pagarlo que se adapte a sus posibilidades, desdoblando la suma o con las alternativas que considere para cumplir con lo establecido en el decreto.
“Esto se agrega a los dos mil pesos dispuestos en septiembre y octubre a cuenta de aportes patronales. Son costos que no teníamos en cuenta y hay que buscar la vuelta para no engrosar el endeudamiento”, afirmó.
Panorama complejo
En declaraciones posteriores al cierre de la negociación con el Estado, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, aseguró: “las empresas que no lo pueden pagar, no lo van a pagar. Hay muchas pymes para las cuales va a ser difícil”.
En correlación, Dacovich afirmó que en Tandil las pymes pasan malos momentos y que, en un cuadro de crisis general, incorporar un bono provoca una conflictividad donde no la hay, al menos no en ese sentido.
“Por más que se sepa que hace falta algunos no lo pueden pagar. Hay empresas que podrán hacerlo, otras a las que se les va a complicar y otras que no podrán. Desde la entidad estamos abiertos a buscar un canal de diálogo para beneficiar a todas las partes”, indicó.