Dos hombres domiciliados en Tandil resultaron detenidos en las últimas horas tras ser señalados como los responsables de un importante robo perpetrado en un campo ubicado sobre la Ruta Nacional 3. 

El operativo, coordinado por el personal del Comando de Prevención Rural (CPR) de Azul y con la colaboración de sus pares de Tandil, se concretó luego de meses de tareas investigativas que permitieron desbaratar una conexión delictiva que operaba en la región y que involucró además a un comerciante de la vecina localidad de Ayacucho.

El hecho que dio origen a la pesquisa se remonta al 3 de junio. En aquella oportunidad, el encargado del establecimiento rural “La Soñada”, situado a la altura del kilómetro 343 de la mencionada ruta, radicó una denuncia penal tras constatar que autores ignorados habían ingresado al predio con fines de robo. 

Según el reporte, los sospechosos violentaron el candado de la tranquera de acceso por el camino Martín Fierro y, posteriormente, forzaron ventanas y cerraduras de un galpón principal para alzarse con un botín de gran valor técnico y económico.

Entre los elementos sustraídos se detalló una bomba solar marca Fiasa de 1 HP, acompañada de sus respectivos paneles solares, baterías de gel, un inversor y un regulador de voltaje. Asimismo, se llevaron picanas eléctricas con paneles solares, diversos alargues, una bomba de agua marca Motoarg y una serie de utensilios de campo.

La causa recayó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11, bajo la dirección del fiscal Adrián Peiretti, quien ordenó el inicio de las actuaciones judiciales correspondientes. A partir de ese momento, el CPR de Azul comenzó un trabajo de inteligencia que tuvo su primer hito el 25 de junio, cuando se logró establecer la presunta autoría de dos individuos radicados en Tandil.

Con la anuencia del Juzgado de Garantías 3, a cargo del juez Juan José Suárez, se realizó un primer allanamiento en un domicilio de la calle Figueroa al 2800 de nuestra ciudad. En aquel procedimiento se secuestraron tres teléfonos celulares y dos vehículos: un Volkswagen Gol de color rojo y una camioneta Ford F100, elementos que resultarían vitales para el avance de la causa.

Peritajes, rastreos y detenciones

Los peritos de la policía llevaron adelante un examen exhaustivo de más de 720 horas de contenido digital extraído de los dispositivos telefónicos secuestrados. Este análisis permitió a los investigadores acceder a un cúmulo de evidencia incriminatoria, que incluyó mensajes de texto, audios de voz y registros de llamadas.

Según confiaron fuentes del caso, el material recuperado evidenciaba la planificación del robo en el establecimiento “La Soñada” y también las gestiones posteriores para la comercialización de los elementos sustraídos. Los imputados mantenían diálogos buscando potenciales compradores en la zona rural de la región. La prueba técnica se robusteció con informes de geolocalización de la empresa Movistar.

Con estos elementos, el juez Juan José Suárez ordenó la inmediata detención de los sospechosos. Durante la tarde del pasado 18 de diciembre, las fuerzas de seguridad desplegaron un operativo en Tandil. La primera detención fue la de José Martín González, interceptado en su domicilio de la calle Figueroa al 2800. En simultáneo, otra comisión policial capturó a Ramiro Urso en la intersección de la calle Juan Manuel de Rosas y la Ruta Nacional 226.

Ramificaciones en Ayacucho

La investigación continuó extendiéndose hacia otras localidades vecinas. El pasado viernes, una nueva línea investigativa permitió a los efectivos del CPR de Azul determinar el destino final de parte del equipamiento robado. Los indicios señalaban que los mismos habían sido adquiridos por un comerciante de la ciudad de Ayacucho, identificado como Diego Erquiaga (39).

Erquiaga es propietario de un local dedicado a la compra y venta de maquinarias agrícolas. Ante la sospecha firme, se libró una nueva orden de allanamiento para el comercio. Durante la diligencia en Ayacucho, el personal policial secuestró una escopeta recortada y un revólver, además de una importante cantidad de municiones de diversos calibres, careciendo de la documentación para la tenencia de armas.

Como consecuencia de este hallazgo, el hombre quedó formalmente imputado y también se le iniciaron actuaciones paralelas por infracción al artículo 189 bis del Código Penal, con intervención de la UFI 5 del Departamento Judicial Dolores. La investigación permanece abierta y no se descartan nuevas medidas judiciales.

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