El rector de la Unicen pidió la aplicación de la Ley de Financiamiento
El rector Marcelo Aba aseguró que “no estamos pidiendo más recursos, sino recuperar lo perdido por la inflación”.
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El rector de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) Marcelo Aba destacó la decisión del Congreso de rechazar el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, al considerarla “un paso muy importante” para el sistema de educación superior del país. Recordó que una situación similar se había dado el año pasado, aunque en aquella oportunidad el veto presidencial se mantuvo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con el ciclo Tandil Despierta (EcoTV y 104.1 Tandil FM), explicó que el proyecto comenzó a delinearse en febrero y fue fruto del trabajo conjunto con distintos sectores políticos para lograr los consensos necesarios. “Estamos muy satisfechos por el resultado obtenido”, aseguró.
Sin embargo, se mostró cauto respecto a la aplicación de la ley al advertir que “podría suceder como con la ley de discapacidad”, en referencia a normas que se sancionaron, pero que no se implementaron.
En ese sentido, adelantó que el sistema universitario evaluará las acciones necesarias para exigir su cumplimiento, ya que se trata de una ley nacional que tiene un impacto mínimo en las cuentas públicas, pero de relevancia para el funcionamiento institucional.
El rector aclaró que el objetivo de la ley no es ampliar el presupuesto sino “recomponer lo perdido por la inflación del último año y medio”, para regresar a los niveles de financiamiento de finales de 2023. “No es un incremento para hacer cosas nuevas, sino para recuperar lo que nos corresponde”, subrayó.
Rechazo al veto
El rector aseguró que el rechazo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario representa “un paso adelante muy importante” para el sistema universitario y contextualizó que el año pasado hubo una instancia similar, pero “ese veto se mantuvo”.
En esta oportunidad, la situación fue distinta. “El trabajo que finalmente se convirtió en proyecto de ley comenzó en febrero a esbozarse, se trabajó mucho con distintos actores políticos buscando el apoyo que finalmente sabíamos que iba a ser necesario porque si la ley salía iba a ser vetada, eso estaba anunciado y había ocurrido”, repasó.
En virtud del nuevo escenario que abrió la Ley de Financiamiento Universitario, se mostró cauto dado lo sucedido en relación a la ley de discapacidad, por lo que “es probable que, en cuanto se sancione, se anuncie que no se va a llevar a la práctica”, por lo que deberán iniciar “los procesos que correspondan”.
En consecuencia, el rector adelantó que primero “habrá que analizar si se pueden llevar a cabo acciones colectivas o si tienen que ser individuales”, pero recalcó que se trata de una ley nacional “y vamos a solicitar que se cumpla para recomponer una situación que a nivel de las cuentas públicas tiene un impacto muy chico”.
Asimismo, aseguró que resulta clave de cara a la sociedad. “No estamos pidiendo incrementos de presupuesto porque queremos hacer cosas nuevas”, sentenció y aclaró que la ley sancionada por el Congreso prevé la “recomposición de la inflación de este año y medio” que cubre “el desfasaje que hoy tenemos”. Es decir, es “volver a la situación de finales de 2023, principios de 2024, y no incrementar el presupuesto para desarrollar otras actividades”.
Por ese motivo, agregó Aba, la suma “no es tan exorbitante”, sino que trata de “simplemente cumplir con lo que debería ser cubierto en el siguiente presupuesto; esto es lo que no está ocurriendo y nosotros venimos con ese retraso”.
De todos modos, valoró que este esquema “nos dejaría muy bien posicionados” con miras al inicio del próximo ciclo lectivo.
Lo que vendrá
En otro pasaje de la entrevista, la máxima autoridad de la Unicen abordó los desafíos por delante, en medio de un contexto que impone sus propias reglas. “Nos tocaron tiempos complejos y es parte de los desafíos que hemos aceptado”, reconoció y repasó las instancias por las que atravesó la conducción de la Unicen, la pandemia primero y el recorte “tan brutal” después que puso en riesgo la continuidad institucional.
De todos modos, ratificó el compromiso y valoró la continuidad de los puestos de trabajo y de las líneas de acción “centrales”, mientras “seguimos avanzando, haciendo cosas en pos de esa universidad que queremos”.
Admitió dificultades e informó que el sistema universitario hizo una presentación con un pedido que ronda los 7.3 billones de pesos, por lo que existe una diferencia “significativa” en lo que fija el presupuesto, ya que la aplicación de la ley “significaría aproximadamente a 6.8, 6.9 billones de pesos”.
Entonces, “ahora planteamos la necesidad de, a partir de esta ley, tener un presupuesto para 2026 que nos permita proyectar un año, sino siempre venimos tratando de ir adivinando qué es lo que va a ocurrir con el país y la verdad que no es manera”.
El debate
-Dijo que no sería significativo el porcentaje dentro del gasto total del Estado, ¿cómo sería eso?
-Los números siempre son importantes. El Gobierno hace bien en cuidar las cuentas públicas como pretende cuidarlas. Lo que nosotros decimos es que es alrededor de 1.9 billones lo que la aplicación de la ley representaría y eso es un 0,23 por ciento del PIB. No aparece como una suma exorbitante. Y en un momento en que se está hablando que hay superávit, que las cuentas públicas están en positivo, claramente hay de dónde ir a obtener esa financiación, que curiosamente tiene como argumento de no cumplimiento no tener la fuente de financiación. En realidad, al tratarse de recomponer lo que estaba, lo que existía, la fuente viene implícita, es la misma fuente de siempre. Hay una ley nacional ahora que establece que el Gobierno tiene que cumplir con una determinada pauta de distribución a las universidades. Si nosotros estuviéramos planteando cualquier iniciativa nueva que no estuviera contemplada originalmente, quizá habría que plantearse en crear un impuesto o alguna otra cosa. En este caso, es simplemente recomponer lo que teníamos. Por lo tanto, la fuente sigue siendo la misma, no hay nada que aclarar.
-Igualmente, hay una financiación indirecta en cuanto al impacto que tiene la universidad
-Si bien hay una cuestión interna, propia del funcionamiento, que la ley viene a recomponer, también todo este apoyo que hemos tenido en las tres marchas maravillosas, que agradecemos enormemente, encuestas que nos ponen con todos los indicadores en el 80 hasta 90 por ciento de aprobación, es gracias a una sociedad que interpreta que no solamente la universidad es la formadora de los profesionales que la sociedad precisa y cada día los va a precisar más porque cada día se hace más tecnológico, más complejo, más interdisciplinario y es la universidad quien forma esos profesionales. Pero además la universidad es fuente de conocimiento. En la universidad se lleva a cabo entre el 65 y el 75 por ciento de la investigación, es decir, de la generación de conocimiento que se da en el país. Si perdemos eso, inmediatamente estamos perdiendo soberanía. Entonces, no se trata solamente de la universidad por la universidad en sí misma, sino analizar el impacto que la universidad tiene en la sociedad y eso es lo que la sociedad nos está reconociendo. Para nosotros es un agradecimiento permanente que tenemos por ese reconocimiento, pero también es una carga porque implica que tenemos que redoblar el esfuerzo para tratar de devolver más a esa sociedad que nos tiene en tan buena consideración.
“No estamos quietos”
En materia de infraestructura, el rector repasó el estado de situación de los proyectos en ejecución. Y confirmó que la puesta en valor del edificio del Rectorado de Pinto y Chacabuco se encuentra “detenida”, pero resaltó que llevan adelante tareas a través de recursos propios para finalizar una etapa del edificio en la Facultad de Ciencias de la Salud de Olavarría y un gimnasio en el campus de esa localidad. Con la misma modalidad, llevan adelante una obra en la subsede Quequén para una nueva carrera.
Por lo tanto, garantizó que “de ninguna manera estamos ni quietos ni retrocediendo, pero claramente lo hacemos con una economía muy ajustada y cuidada”, a la vez que reconoció que “tal vez nos está faltando ese plus de inversión” para darle impulso a los proyectos.
Otro de los desafíos
Tras valorar el impacto de actividades como las olimpiadas interfacultades, que se desarrollaron hace algunas semanas, destacó la importancia de generar “espacios de encuentro” entre los estudiantes de las distintas sedes que apunten al fortalecimiento del concepto de “construir comunidad”.
Para Aba, es “todo un desafío sentirnos Unicen como una sola universidad cuando estamos separados por unos cuantos kilómetros cada una de las sedes”, por eso puso en relieve la propuesta extracurricular que movilizó a un número “muy importante de estudiantes que cambian de ciudades y que permanecen en Tandil porque es la que tiene la mayor infraestructura”.
En esa línea, mencionó como otra de las estrategias la formación cotidiana “para tratar que ese profesional sea un ciudadano altamente comprometido con la sociedad que lo está sosteniendo. Es la sociedad quien sostiene a la universidad. Entonces, es parte de un círculo virtuoso que tenemos que sostener y potenciar cada día más”.
“La universidad, el motor de impulso de la sociedad”
-¿Cómo se proyecta la Universidad Nacional del Centro?
-Nosotros venimos trabajando, lo hemos dicho desde que comenzamos con esta etapa, tratando de no discontinuar ninguna actividad, de no dejar de pagar absolutamente nada, pero lógicamente ante una reducción en los aportes que recibimos, todo lo que hacemos va teniendo también un recorte en su intensidad. Hemos priorizado desde el primer momento todo lo que es lo académico, de manera que allí no se nota tanto el recorte, pero en el resto de las acciones que son la extensión, la investigación, los servicios que prestamos, no estamos pudiendo por lo menos crecer de la forma en que nosotros quisiéramos y ese es el aporte que la ley nos venía a traer, a recomponer; ese plus que nos está faltando para poder tener mayor intensidad en nuestras acciones. Así todo, la universidad está viva, sigue trabajando. Estamos con el Festival de Cine, tenemos la lectura del veredicto del Juicio a La Huerta, tenemos avances en investigación permanente. La semana pasada estuve en un congreso de salud en Olavarría y la provincia de Buenos Aires hizo un reconocimiento a la Unicen por el aporte en la historia clínica digital que se está generando en la Facultad de Exactas, en el Pladema, y está siendo aplicada no solamente en toda la provincia sino en varias provincias del país. La universidad sigue trabajando, generando y siendo el motor de impulso de la sociedad, pero lógicamente no podemos construir.
-¿Qué tipo de investigación realizan en la Unicen y cómo le pueden mejorar la vida a los ciudadanos?
- Es un cambio que viene ocurriendo desde hace unos cuantos años en el sistema universitario, que es que todo lo que ocurre al interior de la universidad tiene que tener un correlato con la sociedad, tiene que terminar en un beneficio con la sociedad. En la formación de un buen profesional es muy clara la vinculación de cómo impacta en la sociedad, que ese profesional no solamente sea un buen profesional, sino un ciudadano comprometido y que esté dispuesto a trabajar por la sociedad impacta aún más también y ese es rol de la universidad. Pero cuando vamos, por ejemplo, a la investigación, un esfuerzo muy importante en el cual ya hay un consenso total dentro de la universidad es que todo lo que ocurre al interior de un laboratorio, en algún tipo de ensayo o lo que fuere, tiene que tener en algún momento una salida, un emergente, en una aplicación que termine siendo un beneficio social. A veces es económico, en condiciones de vida. Todo investigador está permanentemente pensando en generar conocimiento, en crear innovación, en generar nuevas situaciones que no sean conocidas, pero al mismo tiempo en cómo eso se puede trasladar a un beneficio.
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