Con una temporada de verano que se aproxima y la creciente exposición a los rayos ultravioleta, la dermatóloga Amalia Gamallo subrayó la importancia de las medidas preventivas para el cuidado de la piel. 

En diálogo con El Eco Multimedios, la profesional enfatizó que, si bien las recomendaciones generales no han cambiado drásticamente, es crucial utilizar protectores solares con un factor de protección solar (FPS) adecuado. Al respecto, sugirió comenzar con un FPS 30, aunque consideró que un factor 50 con cobertura UVA y UVB es superior. 

Gamallo hizo hincapié en la necesidad de equilibrar las actividades al aire libre con la protección solar. Explicó que, si bien la práctica deportiva es altamente beneficiosa, es fundamental elegir los horarios correctos para evitar la máxima exposición.

Aconsejó evitar las horas pico de radiación, que generalmente se extienden desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde. En este lapso, el índice UV suele ser muy alto, y la transpiración derivada del ejercicio puede reducir la efectividad del protector. Por ello, recomendó realizar actividades físicas a primera hora de la mañana, antes de las diez, o bien, por la tarde, a partir de las cuatro o cinco.

Explicó cómo identificar los momentos de mayor y menor riesgo de exposición solar utilizando las aplicaciones de los teléfonos celulares que suelen mostrar el índice UV con advertencias de "moderado" o "alto". Sin embargo, también existe una señal visual muy práctica: la longitud de la sombra. Cuando la sombra de una persona es corta, significa que los rayos solares inciden de forma más directa y vertical, demandando mayor precaución. Por el contrario, una sombra larga es un indicador de que el sol está más tenue y su radiación es menos dañina.

Además del protector solar, aconsejó el uso de gorros o sombreros de ala ancha para proteger el cuero cabelludo. También recomendó el uso de anteojos de sol con filtro UV certificado por ópticas. Para proteger los labios y las orejas, áreas particularmente sensibles, sugirió aplicar protector de manera constante. Asimismo, la especialista destacó la utilidad de las remeras con protección UV, que permiten disfrutar del mar con una barrera adicional.

Camas solares y alternativas saludables

Un punto crucial abordado por la profesional fue el uso de camas solares, sobre las cuales emitió una clara advertencia. Gamallo comparó la cama solar con un cigarrillo para el pulmón, enfatizando que no ofrece ningún beneficio para la piel y solo provoca daño. Desaconsejó completamente su uso para quienes buscan un bronceado estético.

En contraste, la dermatóloga presentó opciones más seguras para quienes desean pigmentar su piel. Mencionó los comprimidos de betacarotenos y otros suplementos de fotoprotección oral, los cuales pueden disminuir el daño actínico. No obstante, aclaró que estos suplementos no sustituyen la aplicación de protector solar en crema o aerosol, sino que actúan como un complemento.

Finalmente, la especialista destacó la seguridad de los autobronceantes. Explicó que estos productos actúan pigmentando la capa superficial de la piel sin causar daño, ofreciendo un color que puede variar en naturalidad según la elección del usuario. Gamallo concluyó que el sol en pleno no es dañino si se toman las precauciones necesarias y se evitan las exposiciones imprudentes.

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