La grey católica despidió al obispo emérito de Azul Emilio Bianchi di Cárcano
Murió el lunes, a los 91 años, en San Isidro. Tras una misa de cuerpo presente, sus restos mortales descansan en la Catedral de Azul. Entre 1982 y 2006 fue pastor de la diócesis que integra esta ciudad. Los tandilenses recuerdan sus participaciones en la Procesión y cada 8 de diciembre, cuando daba a los niños el sacramento de la Segunda Comunión. Su última visita pública a la ciudad había sido en 2019.
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La comunidad católica expresó su dolor ante la muerte del obispo emérito de Azul Emilio Bianchi di Cárcano, quien fue el tercer pastor de la diócesis que integra Tandil y estuvo 24 años al frente de la misma. Desde el martes, tras una misa de cuerpo presente, sus restos mortales descansan en la Catedral de Azul.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMonseñor Bianchi di Cárcano falleció a los 91 años, en la diócesis de San Isidro, donde residía. Sus restos fueron velados en la parroquia Santa Rita de la localidad de Boulogne y luego, trasladados a la Catedral Nuestra Señora del Rosario, donde el obispo de Azul monseñor Hugo Manuel Salaberry, recibió el cuerpo de quien lo antecedió entre 1982 y 2006.
“Encomendamos a monseñor Emilio a la misericordia de Dios y rogamos también la intercesión de la bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora del Rosario, y de San José”, expresó el actual obispo de Azul.
Su vida
Emilio Bianchi di Cárcano nació en Buenos Aires, el 5 de abril de 1930. Recibió su formación sacerdotal en el Seminario de La Plata y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote el 14 de agosto de 1960, por el obispo de San Isidro monseñor Antonio María Aguirre y los coconsagrantes monseñor Manuel Marengo, obispo de Azul, y monseñor Justo Oscar Laguna, obispo auxiliar de San Isidro.
El 23 de febrero de 1976, el Papa Pablo VI lo designó obispo Auxiliar de Azul y titular de Lésina, y recibió la ordenación episcopal el 25 de marzo de ese año. En 1982, el Papa Juan Pablo II lo eligió obispo diocesano de Azul y el 31 de mayo, tomó posesión de la sede e inició su ministerio pastoral como cuarto obispo de esa jurisdicción eclesiástica.
Durante el ejercicio de su ministerio, creó la parroquia San Cayetano de Olavarría, y ordenó 26 nuevos sacerdotes para el presbiterio de la Diócesis y 20 diáconos permanentes.
El 5 de abril de 2005 presentó la renuncia, fundamentada por su edad, y ejerció su ministerio pastoral hasta el 21 de agosto de 2006, fecha en que asumió el nuevo obispo. Su lema episcopal era “Para congregar en la unidad a los hijos de Dios”.
Durante la década de 1980, formó parte de un grupo de sacerdotes cercanos al Gobierno de Raúl Alfonsín, que se conoció como el Club de San Isidro, entre quienes estaban Jorge Casaretto y Justo Oscar Laguna.
Además, durante muchos años fue el presidente de la Pastoral de Educación Católica.
La última visita a Tandil
El obispo emérito de Azul Emilio Bianchi di Carcano visitó Tandil para participar en la Procesión del Santo Entierro, el 19 de abril de 2019. “Siempre los tengo presentes en mis oraciones”, le decía a la comunidad local, sobre el final del encuentro desde la explanada de la parroquia del Santísimo Sacramento.
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Esa postal del obispo con los brazos abiertos, hablando a la comunidad de la que fue pastor durante más de 20 años, fue la que recuperaron diversos medios periodísticos para recordarlo. Ese día, con mucha alegría por el reencuentro, el padre Raúl Troncoso lo presentó ante la comunidad y le cedió la palabra.
Por entonces, a sus 89 años, Di Cárcano se expresó muy contento de participar en la Semana Santa y, al final, los fieles lo agasajaron y reconocieron con un fuerte aplauso.
“Tengo una gran alegría de volver a Tandil después de tantos años”, dijo en el comienzo y recordó que estuvo en varias oportunidades para Semana Santa. “Claro, tengo casi 90. Monseñor Actis no sé cuántos tenía, pero a 90 llegó, y monseñor Marengo estuvo unos cuantos años”, comentó al hacer un poco de historia sobre los líderes religiosos que dejaron sus huellas en la historia de Tandil y Azul.
Además, durante el acto celebró la labor de los párrocos y sacerdotes “que han hecho de Tandil una ciudad católica. Lo vemos especialmente acá”.
Por otro lado, les habló a los fieles y les dijo: “Los saludo de todo corazón. He querido venir porque hacía mucho tiempo que no venía por aquí, y me he encontrado con una cantidad grande de amigos y gente conocida, y vemos como la comunidad crece y está fervorosa”.
En 2019, el obispo emérito expresaba que “en esta Semana Santa, Dios, que es tan bueno, sigue dándonos su gracia para que seamos mejores cristianos, mejores argentinos y mejores ciudadanos”.
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También confiaba que “yo siempre los tengo presentes en mis oraciones”, a pesar del paso de los años, y remarcaba que “estaba deseando venir alguna vez a Tandil para esta celebración”.
“Les abro mi corazón y les digo que rezo por todos. Me encanta verlos. De algunos ya no me acuerdo, me acuerdo de las caras y no de los nombres, o al revés, me acuerdo cómo se llaman pero no me acuerdo de las caras. Pero todos somos hijos de Dios”, concluyó.
Desde el Santísimo Sacramento, expresaba que “los tengo a todos en mi corazón. Quisiera saludarlos uno por uno. Y les pido también, como el Papa siempre dice, que no se olviden de rezar por mí. Es una cosa linda que el Papa nos enseña, pedir a los demás que recemos. Les doy la bendición”.