La historia de Francisco: el joven de 16 años nadador paralímpico de Unión que fue citado a concentrar con la Selección Argentina
Tiene Síndrome de Stickler, una extraña enfermedad genética que le afectó la visión.

Francisco Moreno nació con miopía y astigmatismo. Pero fue recién al cumplir sus 11 años cuando tuvo un desprendimiento de retina y un grupo de médicos de Mar del Plata le confirmó el diagnóstico correcto, Síndrome de Stickler. Se trata de una extraña enfermedad genética que, en su caso, le afectó la visión. Tras superar 5 complejas operaciones, y con el objetivo de hacer deporte, descubrió la natación. En muy poco tiempo -como integrante del Equipo de Competición de Unión y Progreso- logró destacados triunfos nacionales e internacionales y hasta fue citado a concentrar con la Selección Argentina de Paranatación.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Yo vengo, nado y me relajo muchísimo. Siento que es como una terapia para mí. El psicólogo no me gusta, pero vengo, nado y me relajo totalmente, es lo que más me gusta”, dijo Francisco -de 16 años-, antiparras en mano y listo para tirarse un rato a la pileta. Junto a su entrenador Marcelo Honorato dialogó con El Eco de Tandil y contó su historia.

Daniela, la mamá del adolescente, lo esperaba en el borde. Desde su experiencia materna, consideró la importancia del deporte y por eso lo recomendó para todas las familias con integrantes con discapacidad. “Hay varias ofertas en Tandil, incluso para chicos con discapacidades motrices muy severas. Muchas veces nos da miedo o desconocemos estás oportunidades y, realmente, les cambia la vida. No solo por lo que concierne al deporte en sí, sino también en el aspecto social. Fran conoció muchos chicos y chicas que tienen historias increíbles y eso lo ayudó a afrontar su propia discapacidad desde otro lugar”, destacó.
Fue hace poco más de un año y medio que Francisco y su familia descubrieron la natación. Por su condición, y recién operado, no podía practicar disciplinas de impacto. Entonces, uno de sus médicos le recomendó probar con el agua, y en la pileta encontró mucho más que un deporte.
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“Empecé natación a modo de un ejercicio, como para moverme y bajar de peso. Y me di cuenta que me gustaba. Fui al primer Open Internacional el 5 de Marzo y ahora al segundo con Marcelo. Nado más o menos hace un año y medio. Mi acercamiento fue venir a la escuelita de Unión, donde me di cuenta que me gustaba entrenar. Le pedí a Juan que era mi profe a ver si podía entrenar más y ahí pasé al pre-equipo en el cual estuve un año viendo a ver si competía o no competía. Después del segundo Open, por recomendación de la coordinadora de la Selección que me dijo que entrene todos los días, acá estoy con Marcelo en el equipo”, relató el adolescente.

Un aprendizaje para todos
Desde el próximo 16 al 19 de julio, Francisco viajará al Cenard en Capital Federal, donde será parte de la concentración de la Selección Argentina de paranatación. En ese mismo lugar compitió días atrás en un Open Internacional, donde logró nada menos que obtener medalla de oro en todas las pruebas que disputó. 50 metros libre, 100 metros pecho, 100 metros libre, y 100 metros mariposa.
La experiencia del adolescente con la natación resultó en un aprendizaje tanto para él y su familia, como para su entrenador Marcelo Honorato. “Para mí es un desafío. Es algo nuevo, tengo que tomar otras posiciones en la pileta, otras indicaciones y tener más paciencia. Porque yo no puedo dar la indicación hasta que él no llega al borde y siempre me paro en el lugar donde él me pueda ver o me pueda escuchar”, contó quien está al frente del equipo de competición de Unión desde hace 8 años.

En su paso por las competencias internacionales y sus primeros acercamientos al seleccionado argentino, tanto el nadador como el entrenador encontraron gente con “mucho amor por la vida”, y sobre todo, ganas.
“Él tiene un desenvolvimiento muy bueno, un compromiso muy bueno y lo que demostró en el Open Internacional, es que tiene muchas ganas. Se bajaron muchas marcas ahí, y ya prácticamente cerca de nadadores convencionales. Es totalmente competitivo y a partir de ahí nos dijeron que nos llamaron para que participemos de la concentración de la Selección y se vayan fogueando”, sumó Honorato.

“Sí tengo que tener en cuenta el tema de la presión. Es decir, que no llegue a una presión ocular alta y le complique más la visión. Muchas veces los demás siguen nadando y le digo a él que vaya a estirar y a relajar. Porque ya cumplió y porque hay que empezar de a poco”, explicó.
Aunque Francisco prefiere otros estilos, el entrenador intuye que tiene mucho futuro en competencias de espalda. “Creo que va a hacer una gran diferencia a nivel olímpico, porque él ve un 30 por ciento y ahí hay una gran ventaja. Estoy estudiando las ventajas que tiene a nivel competitivo para poder hacer la diferencia”, contó.
Después de la entrevista, Francisco se tiró al agua para hacer poder hacer unas fotos para El Eco de Tandil. Lo hizo de la misma forma que lo hace casi todos los días, cuando nada como uno más entre sus compañeros del equipo de competición de Unión y Progreso. Recién empieza, y tiene mucho camino por delante.
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Redactor El Eco de Tandil