La inseguridad reflotó el debate sobre el acceso al Parque Industrial
Fabián Oyarbide, presidente del consorcio del Parque Industrial de Tandil, se refirió a la problemática de la seguridad.
Durante su gestión de siete años al frente del consorcio, Fabián Oyarbide ha sido testigo de la transformación y expansión del Parque Industrial de Tandil (PIT), un desarrollo que, según sus palabras, "cuando uno está fuera creo que no toma la dimensión de lo que es". Este crecimiento sostenido ha traído consigo una mayor actividad, pero también ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar cuestiones estructurales que garanticen su funcionamiento óptimo y seguro.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUno de los problemas más apremiantes y recurrentes es el de la seguridad, directamente vinculado a la configuración del ingreso al predio. Hace poco más de una semana, la empresa Wood Ingeniería sufrió el ingreso a sus instalaciones y la sustracción de cheques y una cantidad de dinero en efectivo.
Oyarbide subrayó la preocupación constante por los robos y daños, exacerbada por la circulación de vehículos debido a la presencia de la VTV. "Uno se olvida que puede haber gente que está merodeando tratando de ver qué es lo que hay para que después en horarios poco convencionales puedan ingresar y puedan generar daños o robos como hemos tenido", señaló el presidente del consorcio.
A la par del crecimiento de la ciudad, se percibe una falta de presencia policial acorde a la demanda, lo que ha impulsado al consorcio a intentar suplir estas carencias a través de las expensas y la inversión en tecnología, como cámaras con sistemas de alarma inteligente. No obstante, la "imaginación y la caradurez con la que se mueven" los delincuentes complejiza la tarea, y el control en tiempo real de las cámaras compartidas entre empresas sigue siendo un desafío operativo.
Los accesos y la calle Fangio
El debate en torno al ingreso principal es una historia de larga data y múltiples propuestas. El acceso actual, cercano a la Ruta 30, presenta complejidades por la poca distancia con la vía provincial. Una de las ideas del Municipio fue construir una gran pendiente de entrada y salida, despejando unos metros la ubicación actual; sin embargo, esta obra demandaría una inversión considerable e involucraría una negociación con Vialidad Provincial.
El consorcio, por su parte, siempre priorizó el uso de la calle Fangio, argumentando que al ser una calle municipal, el nivel de inversión para generar un ingreso sería mucho menor y su resolución netamente local. Esta alternativa, sin embargo, encontró objeciones bajo la hipótesis de que Fangio sería el "ingreso natural desde el aeropuerto" en un futuro de crecimiento de la ciudad, una visión que Oyarbide considera válida pero irrealizable a corto plazo.
En este contexto de prioridades contrapuestas, también se ha debatido extensamente sobre la iluminación de Fangio, un punto crítico que, pese a las cámaras, se convierte en un foco de inseguridad por la noche. Recientemente, ha resurgido la posibilidad de un ingreso por Fangio, a nivel de calle, aunque persisten dudas sobre el despeje necesario para la operación de camiones y la percepción de un acceso "de espalda a la ciudad".
Esta indefinición sobre el ingreso impide la instalación de barreras y un control más estricto, dejando el Parque vulnerable. "Parece el perro corriéndose la cola y es lamentable porque hasta tanto no tengamos ese ingreso más controlado tenemos esa posibilidad de que la gente venga a evaluar cuán riesgosa es o cuán fácil es ingresar", lamentó Oyarbide.
La situación se agrava con el hecho de que muchas empresas evitan formalizar denuncias por robos, y los damnificados expresan sentir cuestionamientos por parte de las autoridades sobre las medidas de seguridad implementadas.
Las demandas del crecimiento
El Parque Industrial ha tenido un crecimiento exponencial durante los últimos años. Empresas han apostado por la colocación de sus plantas en un polo productivo que está cada vez más ocupado. El espacio se distingue por una dotación energética robusta, "muy bien dotado” gracias a las inversiones que realizó la Usina con la construcción de la nueva planta transformadora.
No obstante, surge un nuevo foco de atención en el suministro de agua. El parque abastece pozos que proveen a la zona de La Movediza, pero las propias plantas industriales no pueden hacer uso de esa agua y deben realizar sus propias perforaciones. Esta situación genera preocupación por el uso de la misma napa, planteando interrogantes sobre la sostenibilidad y la planificación a futuro de este recurso vital.
Otro servicio en debate es el transporte público. Actualmente, la única línea de colectivos solo llega hasta la entrada del Parque, obligando a los trabajadores a caminar largas distancias. El consorcio ha estado dialogando y buscando un consenso para lograr extender el recorrido dentro del predio, generando una franja de entrada y salida común para que el colectivo pueda dar una vuelta en horarios específicos.
De cara al futuro, Oyarbide resaltó la necesidad de una planificación clara. Al proyectar que el Parque Industrial estará totalmente ocupado en poco tiempo, los recursos recaudados deberán destinarse a mejorar continuamente la infraestructura. "Ahora es como que se está haciendo lo que se puede, manifestando problemas que son importantes como el del ingreso, como esta seguridad", sostuvo.
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