Las piedras que laten: la novela que una joven de 21 años escribió en base a mitos de Tandil
Entrevista a la autora tandilense Aixa Betsabé Molina, sobre su primera novela.

“Los libros no muerden, la vida real sí. Sobre todo cuando tenés los ojos cerrados. Irónicamente, no soy la única persona en mi ciudad que ha escuchado a las piedras que laten”. Esa es la frase inicial que puede leerse en Las piedras que laten, ópera prima de la joven autora Aixa Betsabé Molina, quien con sólo 21 años debutó en el mundo editorial con una novela en la que se cruzan lo fantástico y lo misterioso con las leyendas y mitos de la ciudad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon motivo de conocer más sobre la publicación El Eco de Tandil dialogó con la autora, quien brindó detalles de la investigación –consultó bibliotecas y hemerotecas-, del proceso creativo y de todas aquellas historias que la llevaron a dar forma a una obra que ya presentó en la Sala de Lectura y en la Feria del Libro –tanto la de Capital como la local-.
Aixa se refirió también a sus inicios cuando “iba todos los días” a la biblioteca de la Escuela N° 42 y descubrió lo que sería su pasión. Fue mientras cursaba la primaria que recibió un compilado de cuentos que entregó el Gobierno en el que leyó “El desentierro de la angelita” de Mariana Enríquez. “De ahí no paré”, contó. En el presente, dijo, “salvo matemáticas leo cualquier cosa”, y en ese sentido enumeró una variedad de influencias que van desde Virginia Woolf a los referentes del gótico como Edagr Allan Poe y Lovecraft pero también Carl Jung y muchos otros.
Interesada tanto por los sueños como por las leyendas y conspiraciones, Aixa emprendió una investigación que comenzó en internet y siguió por bibliotecas y hasta por el Archivo Histórico Municipal. Consultó, por ejemplo, los trabajos de Hugo Nario, pero también diarios antiguos. “Cuando me quise acordar, ya tenía personajes, ya tenía una historia y arranqué a escribir”, sostuvo sobre ese momento en el que se sentó frente a la página en blanco y a partir del cual nació Las piedras que laten.
La novela, editada por el sello cordobés Tinta Libre, narra la historia de Saiph, una joven de 23 años “un tanto amargada” a quien su padre se le presenta en un sueño anunciándole que será asesinado. Al despertar unos “seres de pesadilla”, aparecen en la casa de la protagonista, quien resulta salvada por tres personas allegadas a su padre, quienes la pondrán al tanto del “mundo de los sueños” y de la extraña relación que éste tiene con Tandil. Al igual que sus salvadores, la protagonista se dará cuenta de que posee “un don extraño”.
Todo ese universo está trazado a partir de leyendas, mitos y una diversidad de historias sobrenaturales que existen en la ciudad, desde los pozos sin fondo de las sierras hasta la “luz mala”, y tantos otros. Se trata de misterios que de alguna manera, Las piedras que laten deja su resolución abierta, por lo que la autora ya escribe la segunda parte.
Mientras tanto, los interesados en conseguir la novela pueden contactar a la autora a través de redes sociales. Próximamente se conseguirá en librerías locales.

Entre los sueños y los mitos
- ¿Cómo describís tu novela, cómo la contarías?
- En síntesis, es una novela que transcurre acá en Tandil. Los personajes son de afuera, salvo la protagonista. Y por una cuestión de sincronicidad terminan todos acá, metidos en un misterio que involucra a la ciudad y al mundo de los sueños. En esta novela se trata a los sueños como si fuesen un mundo real, como si fuese una vida alternativa a algo que continúa mientras estamos presentes.
Juega con hechos arqueológicos, juega con hechos históricos de la ciudad, juega un poco con las conspiraciones, esos mitos que escuchamos de boca en boca. Involucra también a disciplinas que me interesan como la medicina, la arqueología, la psicología.
Y aparece mencionada, para retomar en la segunda parte, la muerte de Tata Dios. Y se recupera un montón lo que son las sierras. La idea de entrada fue hacer un juego con lo que había. Son cosas que se cuentan acá, como la luz mala en las sierras o los pozos sin fondo. A la gente de Tandil le van a resonar por haberlas escuchado en la infancia o de algún abuelo.
- ¿Cómo fue el proceso previo a la escritura? ¿Investigaste, estudiaste?
- Estuve investigando mucho tiempo antes de que se me ocurriese escribir una novela. Escribir una novela en base a lo que investigué fue posterior. Yo había dejado una carrera que no me gustaba y tenía tiempo libre. En ese tiempo investigué. Y cuando me quise acordar ya tenía personajes, tenía una historia y empecé a escribir.
- ¿Y sumaste también cosas de tu propia imaginación? ¿Abriste esas leyendas a otras nuevas que creaste?
- Sí, tal cual. Aparte esto que mencionaba del mundo de los sueños es algo muy mío, es algo a lo que yo le presto mucha atención, es un tema que me encanta.
- Tenías los datos de tu investigación y la inspiración literaria por tu bagaje como lectora. ¿Cómo fue ese momento de sentarte frente a la página en blanco y darle forma a la obra?
- Sinceramente fue un poco terrible. Solamente una persona sabía que estaba escribiendo una novela. Es algo que lleva mucho tiempo, hacerla fue lidiar mucho con la desconfianza en mí misma y preguntarme para dónde iba. Pero después de la primera página todo fue fluyendo.
- ¿Y así también surgieron los personajes?
- Sí, los personajes de hecho los tenía desde hace años en mi cabeza. Lo que pasa es que no los identificaba como para usarlos en algún momento. Son como partecitas de mí porque engloban mis intereses. Tengo un personaje que es psicólogo, otro que estudia Medicina, otro que es arqueólogo, otro antropólogo y un artista. Después de haberlos identificado y haberles dado forma, la historia se hizo sola.
- ¿Ya estás trabajando en lo próximo?
Sí, sí. Es una novela inconclusa, así que al menos una segunda parte va a haber.