Llegaron las altas temperaturas y también el problema de la falta de agua en La Movediza
Como ocurre desde hace 15 años intermitentemente, los vecinos del barrio sufren la interrupción del servicio. En medio de la pandemia y el cuidado de la higiene, con los fuertes calores también es más alta la necesidad de hidratación. Pese a los reclamos, aseguraron que no tienen respuestas ni solución de fondo. Las zonas altas son las más afectadas.
Aunque se trata de una falla que los afecta en cualquier momento del año, en el período estival es cuando los vecinos de La Movediza más sufren la falta de un recurso tan esencial como es el agua. En esta oportunidad, a la recurrente necesidad de hidratarse y refrescarse, se suma la pandemia de coronavirus con la exigencia de mantener una profunda higiene de los espacios y las manos.
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Aunque varios poseen tanques de reserva en sus hogares, a veces se vacían y no pueden lograr recuperar el litraje debido a la falta de presión, que impide el ascenso del líquido. Esto ocurre principalmente en la zona más alta del barrio, que comprende a las cuadras marcadas por Salta, Formosa y Misiones entre La Pastora y Dante Aligheri.
Precisamente en Formosa al 700, una de las calles que más sufre la escasez del servicio, vive Mariana Picot, presidenta de la comisión vecinal de La Movediza. Ella reveló que hace dos o tres semanas que vienen experimentando interrupciones por un par de días, luego se repone, hasta que vuelve a ocurrir y así sucesivamente.
En este contexto lamentó que desde Obras Sanitarias consideren que el problema se da por culpa de las conexiones clandestinas. “Eso es una falta de respeto, nos están tomando el pelo, porque esto pasa desde hace 15 años”, aseveró.
Hidratación, higiene y solidaridad
De acuerdo a su descripción, a diferencia de otras interrupciones, lo que está pasando ahora es que se quedan sin agua desde muy temprano. A partir de las 7 ya no pueden contar con el servicio y cuando han hecho los reclamo les aseguraron que volvería a las dos horas, sin embargo se han quedado casi hasta medianoche sin solución.
En su caso particular cuenta con un tanque de reserva en el que invirtió justamente para evitar este problema, pero además también tuvo que colocar una bomba de presión para ayudar a cargarlo ya que a veces la potencia es casi nula. “No queremos que pase como el año pasado que estuvimos tres días seguidos sin servicio y hasta los que tenemos tanque nos quedamos sin agua”, dijo.
“Nos piden que nos lavemos las manos todo el tiempo, que nos higienicemos, pero no sé cómo quieren que hagamos”, se quejó y reveló que en su casa ella convive con una persona mayor de edad que además necesita hidratarse mucho. Por otro lado, contó que entre los vecinos tratan de ser solidarios y los que pueden tener reserva llenan botellas a otros.
Un sistema obsoleto
Como se ha explicado en otras oportunidades, Picot recordó que el sistema que funciona en el pozo que abastece al barrio lo hace mediante una bomba que impulsa de abajo hacia arriba. Esto hace que las casas que están en la zona más bajas no deban tolerar tanto la interrupción, aunque no son exentas, y las de áreas más altas sufran permanentemente.
La problemática lleva años y la presidenta de la comisión vecinal de La Movediza consideró que tiene que ver con que el tanque que suministra a todos es el mismo de cuando solamente vivían 100 familias. Cabe destacar que ahora, según el último censo realizado por la Universidad Nacional del Centro (Unicen), ya son unas 6500. Entonces, el crecimiento exponencial que ha tenido vuelve imposible de sostener las viviendas con los mismos recursos.
Desde el grupo de vecinos han mandado muchas cartas a distintas áreas del Municipio, y de hecho todos los años desde este Diario nos hemos hecho eco de esta demanda y las diferentes explicaciones que surgen en torno al servicio.
“No podemos andar golpeando cada una de las puertas de los funcionarios para que nos den una respuesta o solución de fondo”, sostuvo, manifestando un claro cansancio de todos en esa lucha. Además, agregó que es un servicio que debe ser garantizado, porque más allá de ser un recurso esencial, lo están pagando en cada boleta que llega.