Loimar apagó sus hornos y crece la incertidumbre
Al parecer, la firma acumula una deuda con la Usina. Hace cuatro años se desató un conflicto en la fábrica.

La fábrica de cerámica roja Loimar estaría atravesando un complejo escenario que reavivó un viejo conflicto y encendió las alarmas. En principio, la acumulación de deudas, junto con las condiciones del contexto, habría puesto en jaque la actividad y llevado a la gerencia de la empresa a tomar una serie de decisiones, en medio de un cuadro que genera preocupación e incertidumbre sobre el futuro productivo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTras la reapertura de la planta ubicada en el camino de acceso a la Base Aérea, que culminó un extenso conflicto, la actividad se recuperó y logró estabilidad. Sin embargo, según pudo saber este Diario, en los últimos doce meses habrían comenzado los inconvenientes a partir de la acumulación de deudas con la Usina y con Camuzzi.
Desde el Municipio siguen con especial atención esta situación que calificaron como “muy compleja”. Fuentes consultadas por este Diario señalaron como punto central del actual escenario la deuda que mantendría la empresa con la distribuidora de energía eléctrica, que derivó en negociaciones para tratar de saldarla.