Monseñor Salaberry aclaró sobre el condenado por estupro y apoyó la gestión del padre Ripa
Tras varias semanas de protestas por parte de la comunidad del colegio de Begoña, el obispo de Azul emitió un comunicado. Informó que “Raúl Esteban Vera no es ni ha sido empleado de este Obispado”. Por otra parte, manifestó “reconocimiento y gratitud” por la labor del padre Martín Ripa.

La máxima autoridad del Obispado de Azul, monseñor Hugo Manuel Salaberry, envió ayer un comunicado para aclarar la situación en torno a las manifestaciones que una importante porción de la comunidad de padres del colegio Nuestra Señora de Begoña viene desarrollando, a partir de desavenencias con el párroco y asesor legal de la institución educativa, Martín Ripa. El malestar se profundizó cuando, el 16 de agosto pasado, vecinos de Villa Italia detectaron a un hombre condenado por estupro con acceso carnal colaborando con las celebraciones, en las que participaban alumnos y sus familias.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTras varios intentos por aclarar la situación, ayer la Oficina de Comunicación del Obispado de Azul, a través de un correo electrónico, hizo llegar a esta Redacción una “declaración en relación a la parroquia y colegio parroquial “Nuestra Señora de Begoña” de Tandil”, con fecha del 3 de septiembre y firmada por el obispo Hugo Manuel Salaberry.
“Dada la trascendencia en medios de comunicación y redes sociales, deseo aclarar que el Sr. Raúl Esteban Vera no es ni ha sido empleado de este Obispado ni desempeña función alguna en la parroquia Nuestra Señora de Begoña ni en el colegio parroquial”, expresó el primer párrafo del comunicado.
Y agregó: “Asimismo, expreso mi reconocimiento y gratitud a la labor que el padre Martín Ripa realiza tanto en la parroquia Nuestra Señora de Begoña como en los colegios de este Obispado que le han sido encomendados en la ciudad de Tandil”.
La escalada de los reclamos
Un grupo de padres del colegio de Begoña comenzó a expresar su malestar a fines del año pasado, luego del arribo del padre Ripa, quien introdujo cambios en la forma de gestionar la institución, reformando planes de estudio y contenidos curriculares, además de organizar diversas actividades vinculadas a la religión que fueron cuestionadas por muchos progenitores.
En agosto último, al detectar la presencia de un hombre condenado por un delito sexual contra una menor, ese enojo se potenció y sumó muchos más adherentes, ocasionando reiteradas protestas frente a la parroquia, sobre todo en horarios de misas. Frente a las concentraciones, el párroco optó por suspender las celebraciones de los dos últimos domingos.
El lunes por la tarde, aún sin respuestas del padre ni del Obispado, como tampoco de la Nunciatura Apostólica, los padres viralizaron fotografías en donde se podía ver al padre Ripa compartiendo un encuentro con Vera, como así también participando en misa, muy cerca del altar.
Frente a la escalada del conflicto y los carteles que en forma continua aparecían en las rejas de la institución, este Diario había intentado dialogar tanto con autoridades del Obispado de Azul como de la Nunciatura Apostólica. Sin éxito, recién ayer llegó el breve comunicado que aclaró la postura del obispo Salaberry respecto de las demandas de las familias de Begoña.
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