Plantas que crecen en Tandil y Sierra de la Ventana y en ninguna otra parte del mundo
Clara Milano compartió sobre las semillas difíciles de encontrar, especies endémicas que crecen solo en la zona de sierras, algunas en peligro y un consejo sobre cómo hacerle bien al ambiente tandilense con las plantas.
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En Tandil originalmente no había árboles, estos fueron introducidos por el ser humano con el paso del tiempo y los primeros pobladores. Si bien hoy son útiles para sombra, reparo, madera y otros usos, se pueden tener consideraciones claves para evitar que se transformen en una amenaza a las plantas nativas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailClara Milano es bióloga y magíster en Ciencias Agrarias. Tiene su vivero de plantas nativas de Tandil y alrededor, y reveló cuáles son algunas dificultades y desafíos de su profesión. Mencionó las especies endémicas que solo crecen en Tandil y Sierra de la Ventana y en ninguna otra parte del mundo.
Milano trabaja exclusivamente con vegetación nativa y en referencia a uno de los obstáculos con los que se encuentra mencionó “me cuesta bastante conseguir semillas de árboles, porque Tandil es una zona donde originalmente no habían árboles”, y sumó “cuando quiero salir a juntar semillas para hacer árboles me encuentro con que no hay árboles nativos alrededor”. Frente a esto, acude a árboles nativos de zonas cercanas y ejemplificó “el Tala, que llega hasta Balcarce; el Espinillo y la Cina Cina que son más propios de alrededores a la región pampeana y también de la zona de Buenos Aires. La vegetación rioplatense sí tenía muchos árboles”.
La bióloga contó que viaja por esas semillas a zonas donde puede encontrarlas, o realiza intercambios con colegas que tienen viveros y son botánicos. De este modo, recibe semillas de árboles y ella les envía algunas herbáceas, que son plantas más bajas que forman los pastizales.
“En Tandil hay muchas especies que están amenazadas”, compartió Milano “son especies en peligro de extinción y otras que son endémicas. O sea que solo son de Tandil y Sierra de la Ventana y no crecen en ningún otro lugar en el mundo”. Se trata de plantas que crecen en las sierras y la experta describió como ‘raras’ y explicó “crecen solo acá y las trabajamos con mucho cuidado porque tienen un valor de conservación especial y tratamos de promover su uso en los canteros”.
Entre las plantas nativas que mencionó Milano se encuentra el Chusco de Tandil (Nierembergia tandilensis) “tiene unas flores blancas muy bonitas. Hemos logrado cultivarla y a la gente le gusta mucho; se usa en canteros”. El Chusco es una planta de tipo herbácea que llega a medir hasta 50 cm de altura, y sus flores son blancas con centro amarillo. Vive en rocas y a elevadas altitudes.
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Otra de las plantas sobre la que se trabaja es el Lupino nativo de color azul. Aún encuentran algunas dificultades para cultivarlo y sobre el proceso Milano detalló “germina pero después no logramos que viva mucho tiempo; creemos que puede tener que ver con los microorganismos que están en la sierras, que se asocian con las especies nativas y que para esta especie que es una leguminosa, tal vez sea importante porque tiene microorganismos fijadores de nitrógeno”.
Para Clara Milano, el espacio ideal verde en Tandil sería sin bosque porque no corresponde al hábitat original de la zona. Entonces, compartió su regla en caso de necesitar un árbol para cumplir una función distinta a la de un arbusto, o pasto, o especie herbácea “si necesitamos un árbol para dar sombra, fruta o madera, usamos uno cualquiera; puede ser uno nativo de una zona cercana o puede ser uno exótico común de vivero, pero tenemos que fijarnos de que no sean pinos ni aromos; esas son las especies más invasoras en la sierra”. La Retamilla es otra de las invasoras que según explicó Milano “tenemos que evitar usarla porque desplaza toda la vegetación nativa”.
Si lo que se quiere es hacer un bien al ambiente, la bióloga recomendó plantar nativas como herbáceas o arbustivas. Y entre las especies mencionó “los dos grupos más abundantes en esta zona son pastos y plantas de las familias de las compuestas que son Margaritas, de las asteráceas”. Algunos ejemplos fueron “el Senecio, la Chilca que es un arbusto, ese redondito verde que vemos en las sierras. Y las gramíneas, que uno puede decir ‘pasto como el césped es medio aburrido’, pero no; las gramíneas tienen una diversidad de formas y colores espectacular; y ahora que están empezando a florecer, si van a la sierra, está bueno para mirar esos pastizales y ver la diversidad de flores. Las inflorescencias, esas varitas que tienen los pastos que es como si fuera un mini bosque, con mucha diversidad pero sin árboles”.
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