EDUCACIÓN
Preocupa en la Unicen la falta de presupuesto para el 2024
El rector de la universidad realizó un balance del 2023 y se refirió al impacto del DNU y la ley Ómnibus en el sistema educativo.
El rector de la Universidad del Centro (Unicen), Marcelo Aba, realizó un balance de año en diálogo con El Eco Multimedios, y se refirió a los desafíos que deben afrontar tras la asunción del nuevo gobierno nacional, sobre todo por la demora en la definición del presupuesto para el 2024 y el impacto del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 y la ley Ómnibus.
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Balance 2023
En primer lugar Aba aseguró que “para nosotros fue un buen año”, ya que la Unicen pudo avanzar en buena parte de los proyectos, y resaltó el trabajo logrado en la “regionalidad” académica. “Son cuestiones que se suman al corazón de la universidad, que es la formación y que es donde está puesto nuestro objetivo principal, pero además lo pudimos hacer de forma equilibrada en todas las sedes”, destacó.
Sin embargo, si bien la Universidad tiene una autonomía que les permite delinear proyectos, vinculaciones o los cambios en los planes de estudio, esa independencia se vincula en algún momento con el presupuesto.
Y aquí se presente el problema.
La falta de presupuesto
Según contó, “hasta el momento, ninguna universidad tiene certezas sobre los fondos con los que contará durante el año que comienza para llevar adelante sus actividades”.
Aba comentó que "en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), todos los rectores hemos planteado lo difícil que es proyectar qué va a ocurrir durante 2024 cuando uno no tiene certezas sobre el presupuesto”.
Y que “nosotros venimos de una etapa en la cual el ministro de Educación o el secretario de Políticas Universitarias eran miembros de la comunidad académica, con lo cual había un diálogo garantizado. Eso no significa que los resultados fueran siempre positivos, pero había diálogo”.
Aba contó que durante la semana, miembros del CIN se reunieron con el Subsecretario de Políticas Universitarias para plantearle las necesidades mínimas del sistema universitario. Es decir, aquellas que nos permitirían mantener las puertas abiertas de la Universidad durante 2024, cosa que al no tener presupuesto “no está garantizado”.
La sensación del rector es que "si bien hay una clara predisposición al diálogo y la construcción en conjunto", se parte de un punto "preocupante" que es que "ellos no manejan presupuesto".
Ante esto, reiteró que si bien todos los diálogos son fructíferos, aún en la disidencia, el sistema requiere certezas para mantener esa "incidencia virtuosa de la cual estamos orgullosos en el sistema universitario".
“Ni siquiera estamos pidiendo más, sino tratando de sostener lo que veníamos recibiendo”, subrayó.
Cómo comienza el año
“Si tomamos el presupuesto 2023, no alcanza para nada, porque fue pensado hace un año y medio cuando los salarios eran otros. Lo que nosotros estamos planteando es una actualización de ese presupuesto a diciembre”, dijo el académico.
Según contó, solicitaron al Consejo Superior la autorización para comenzar a gestionar, pero el decreto “no nos da mucha certeza de avanzar más allá de mitad de año, por lo cual creemos que tendrán que ir apareciendo sumas adicionales”.
“Ya resulta muy difícil programar actividades cuando se está dependiendo de adicionales para poder pagar salarios”, advirtió.
El impacto de la ley Ómnibus
Uno de los artículos de la ley Ómnibus plantea la posibilidad de que las universidades públicas cobren un arancel a los estudiantes extranjeros que no tengan la residencia en el país.
Sobre esto, el rector de la Unicen sostuvo que “no es una solución para nada”.
“Como Estado, habría que avanzar en acuerdos con los países limítrofes que son lo que pueden hacer el volumen. No es nuestro intercambio con Europa o Estados Unidos el que puede estar en juego aquí, porque los números son muy bajos. De hecho, es más la gente que viaja desde nuestro país hacia otros que los que recibimos”, añadió.
En rigor, el DNU habilita a las universidades a cobrar un arancel a los estudiantes extranjeros no residentes, pero no marca una obligación. "Es cambiar, pero sin hacer modificaciones de fondo", sostuvo Aba.
Asimismo, aclaró que el porcentaje de extranjeros afectados ya tiene residencia en nuestro país.
La influencia del DNU
Tanto el DNU como la ley Ómnibus impactan en la universidad de forma directa, pero también indirectamente por el efecto que tendrán estas medidas en sus estudiantes, que "no será precisamente positivo". El rector habló de tres ejes: vivienda, transporte y becas.
Aba comentó que en años anteriores, la oferta de departamentos para los estudiantes era escasa, y planteó que tras la derogación de la ley de Alquileres mediante el DNU "probablemente aumente el número de viviendas pero a valores que no sean accesibles para los estudiantes, así que tendremos que estar atentos. Ojalá esta liberación de los alquileres permita valores más accesibles, con todos los inconvenientes que eso trae".
A esto se le suma la falta de precisiones en cuanto a la continuidad de los beneficios vía SUBE, que es una gran ayuda para el estudiantado, sobre todo considerando que los campus están todos alejados de la zona céntrica.
Por otro lado, desde la casa de altos estudios tampoco tuvieron precisiones en cuanto a las becas, por lo cual también esperan tener alguna definición en cuanto a este tipo de beneficios que hacen a la inclusión de los sectores más limitados.
Mientras tanto, la universidad seguirá con su política de residencia y un comedor que intentará mantener los valores lo más bajo posible.